jueves, 12 de septiembre de 2013

CUANDO EL CENTRO ESTÁ FUERA DEL CENTRO

Cuando hablamos de fidelidad  y de felicidad, solemos referirla a lo externo. El afuera nos hace de metro patrón, y comenzamos desde temprano, a ajustar las medidas de nuestro deseo a sus requerimientos.
"Yo quiero hacer tal cosa, pero a fulanita o a menganito, le vendría bien o le gustaría, que yo haga tal o cual otra, y modifique un poco de acá y otro poco de allá..., porque...",
... y así seguimos hasta que nos deformamos de semejante manera que quedamos irreconocibles, y todo para poder caber en un traje que nos chinga, nos queda ajustado, corto o descentrado, y que definitivamente no es ni se parece remotamente al nuestro.
Como nos preocupa que nos mientan,  que nos hagan el vacío, que se olviden de nosotros, que no nos escuchen, que no nos reconozcan, que no nos aplaudan, que no nos acepten, que nos rechacen, que nos corran de lugar, y  todo aquello que implique quedar fuera del radio de aceptación de las personas, terminamos por convertirnos en alguien que ha quedado  tan lejos de su centro, que en el único lugar en el que nos reconocemos, es en el espejo. Y no podía ser de otra manera, porque el espejo, también está ahí fuera.

La palabra infante significa indefenso, y es que es exactamente esa la situación en la que nos hallamos, cuando desde el inicio nuestros mensajes y gestos dependen de lo que mamá decodifique y llegue a intuir en ellos. Quizá tuvimos hambre y nos llevaron al médico, quizá tuvimos frío y nos desabrigaron más, o tal vez estábamos furiosos por un dolor de panza y nos dieron de comer, hasta que adoptamos estas interpretaciones ajenas como necesidades propias, siendo estos los primeros escalones subidos en la carrera que implica el encuentro con quienes realmente somos. Detrás de ese instante en donde es absolutamente necesario que alguien nos haga de voz y de piernas en el mundo, existen una infinidad de instantes en los que a pesar de poder hablar y caminar, conservamos el modelo que nos enseñó a acomodarnos a las señales externas, y poco a poco y sin darnos cuenta, terminamos por adaptarnos a lo que otro dice, enuncia, requiere o interpreta acerca de nosotros y de quienes deberíamos ser. Y claro..., llega un momento en que quedamos tan lejos de nuestra escencia, que junto con ello se nos escapa la definición de la felicidad.
Perder el centro, es adoptar uno que no nos pertenece, y vivir descentrados, no pareciera otorgar ni dicha ni plenitud, ni un sentimiento de saber quienes somos, ni sobre los pies de quienes estamos parados.
El camino no es fácil, pero para recobrar el sentido de la propia existencia es necesario registrar qué sucede cuando nos vemos frente a una decisión o una elección. El grado de malestar, de comodidad o disgusto que percibimos ante los requerimientos, es un buen termómetro como para saber cuanto vamos a traicionarnos..., otra vez. Y vendrá bien recordar que ya no somos indefensos infantes, sino que tenemos voz, tenemos voto, y por sobre todo, queremos el traje que está hecho a nuestra medida.
El costo?. Puede ser un poco de soledad al principio, para luego comenzar a reconstruir un centro a cuya luz, se acercan solo los que la ven hermosa.
                                                                                                              Lic. Gabriela Borraccetti

miércoles, 12 de junio de 2013

TOCAR EL ALMA






Una persona no sólo tiene un cuerpo que cuidar, sino espíritu, su mundo de pensamientos, afectos, emociones y deseos. Aquello que es intocable pero escencial.

La psicología se ocupa del cuidado del alma a la que llama psique, y en la medida en que nos adentramos en ella, el camino del autodescrubrimiento se vale de sueños, fantasías, y de todo lo que no se ve ni se palapa; incluso de aquello que pareciera no tener ningún sentido ni causa aparente, y cuyas conexiones no habremos de encontrar con un simple razonamiento o un método lógico y lineal de interpretación. Por lo general, muchos se conforman con escuchar o leer significados bastante simples y lineales, como si fuesen recetas válidas para todo el mundo que equivoque una palabra, cometa un lapsus, lo confunda con un acto fallido, o sueñe con escaleras. Y sin embargo, esto lo hacen quienes sin haber completado estudios y conocimientos, gustan de darlos como si fuesen "grageas" de iluminación instantánea, tal como las escribe un médico cuando receta medicamentos. Quizá por esta razón, el aprovechamiento de la creencia generalizada de que "lo real" es aquello que se capta por mediación de los sentidos, induce a las personas a buscar para sanarse, algo concreto y tangible como las pastillas; que en teoría calman los dolores del corazón, el espíritu y la mente; cuando en realidad los anulan o los duermen; y sirven más para enmudecerlos y esconderlos al entorno, -que muchas veces es el que se ve trastornado y rechaza la aparición del sufrimiento psíquico de uno de sus miembros-, que para curarlos.

El día que se comprenda que por definición, el alma, la psique, el espíritu y los sentimientos no se tocan, se comprenderá que el modo de acceder a ellos, es por la misma vía de lo intangible.

domingo, 9 de junio de 2013

LA TRAGEDIA GRIEGA Y LAS MÁSCARAS EN CASA

La competencia sólo es leal y posible de igual a igual, pero si en una carrera hay alguien a quien le faltan las piernas o se coloca a un niño al lado de un adulto, no se trata de competir sino de "eliminar",  intentando que no se note la intención a todas luces manifiesta y sin embargo invisible para sus actores.
Esta es una situación que solemos transitar sin necesidad de participar en deportes competitivos  y suele hallarse presente en los vínculos familiares en situaciones en las que un padre coloca como pareja a un hijo, compite con el mismo intentando medir su poder, actúa con sorprendente calidez  para con uno mientras ignora a su espos@  y otro más se queda con el/ella, para no defraudar a los pequeños..., y no tan pequeños. 
Hay muchas formas de crear competencias malsanas y llenas de lugares imposibles donde nadie gana, relacionándose indefectiblmente ésto con una imposibilidad de vivir la vida sin precisar de máscaras, engaños o triángulos, en los cuales necesariamente alguien está en desventaja respecto de los demás. 
Es por ello que la mitología que parece un "cuento", no exagera cuando plantea situaciones en donde un hermano es a la vez esposo, padre o amante, siendo la hija, además de hija, esposa, madre o hermana del protagonista. Estos mitos son el retrato simbólico de las pasiones y engaños cotidianos, y deberíamos tomar nota de todo aquello que día a día sucede, creyendo que lo irreal vive de las puertas para afuera de nuestro propio hogar.
Después de todo un mito no es una mentira, sino algo que no sabemos leer o interpretar: todo lo vemos más claro cuando le sucede a otro, pero lo que tenemos muy pegado a la nariz es difícil que pueda cobrar contornos claros y por lo general, lo que menos sabemos leer es nuestra vida.

domingo, 19 de mayo de 2013

QUE ES EL DESEQUILIBIRO

Cada vez que nuestra conducta se inclina demasiado notoriamente en una dirección, que nos trae problemas o nos causa sufrimiento, tendemos a "equilibrarla", -en la mayoría de las veces de forma muy elaborada-, reaccionando de manera tal, que nuestros desatinos parezcan al menos a nuestros ojos, compensados. Un ej.  terrible pero muy claro de tal actitud, es la bulimia; en donde, después de un episodio de "atracón", se intenta un vómito, cosa de no padecer la consecuencia de tener que encontrarnos en el espejo, con una imagen que no deseamos ver. Sin embargo, al leer esto puede que creas que las personas "sanas", no tenemos ese tipo de síntomas; y que solo están reservadas a aquellos que tienen muchos problemas sepultados en alguna capa del psiquismo profundo. La cuestión es que no todas son reacciones que nos llevan a exponer el cuerpo físico en juego; pero sí existen otro montón de actitudes, que hablan del daño preexistente en la esfera emocional, y cuya solución se intenta mediante el hallazgo de un camino por cuya vía se compense o se niegue el dolor, la falta, o el daño que se le ha grabado de algún modo al alma.  Es muy frecuente encontrar en el mundo de los profesionales, una enorme cantidad de personas que ha elegido su vocación como modo de compensar una carencia o un estado doloroso; y por ej., entre las más omnipotentes; -como la del conocido cirujano-, hallamos oculto bajo el guardapolvo, una impotencia nacida de un tortuoso y sádico complejo de inferioridad. Popularmente se dice que "los psicólogos son locos",  y si bien toda generalización es errónea, existen postulantes que ingresan a la carrera, tan sólo a buscar un papel o título que certifique que no son eso que por dentro sienten como una amenaza: la locura.  Lejos de que el estudio los trastorne, la falta de equilibrio es anterior, y el estudio no hace más que ponerlo en evidencia. Otro ejemplo vox pópuli, serían los amantes de la abogacía, cuya "búsqueda de justicia", intenta remediar alguna situación vivida como injusta, padecida real o imaginariamente a manos de sus padres, transformándose en las famosas "aves de rapiña" cuya conocida tendencia a sacar ventaja de donde sea, es el leit motiv que los lleva a "ganar" la contienda a como dé lugar; incluso de forma injusta; tan injusta como fué la diferencia que siempre estará a favor de sus padres.
En fin, podríamos seguir con la lista, y nos faltarían mil casos por mencionar; y por este motivo, siempre existirán muchos lectores que al no identificarse con la bulímica, ni poseer una profesión que enarbolar; crean que han escapado de reaccionar como seres humanos y tener actitudes compensatorias. No obstante, no hay nadie que no conozca al famoso "SER DE LUZ", cuya oscuridad asoma antes que se vaya el sol; o el AMOROSO, que se la pasa enviando besitos, cariños, corazoncitos y dulzura a granel; aunque en la intimidad se comporte como una persona con un gran caudal agresivo. Están también quienes en nombre de una superioridad ESPIRITUAL te miran como asomados de un balcón desde 5 pisos más arriba, y haciendo flamear una soberbia gigantesca, se arropan en "bendiciones" y te cubren en "namastés", mientras por supuesto, su meta está en venderte sus sahumerios, a 30 dólares el par.
Después de este artículo, hay algo que tiene que quedar sumamente claro: el exceso de algo, habla siempre de una compensación. No por ello todos los cirujanos son sádicos, no todos los psicólogos son locos, no todos los abogados son déspotas, no todos los iluminados son oscuros,  no todos los espirituales son materialistas. Sin embargo hay que anotar, observar y meditar, acerca de que todo lo que se hace EXCESIVO en una dirección, -e incluso monotemático-, encubre algo de signo contrario en la otra punta del espectro. Exceso de euforia, exceso de santidad, exceso de extraversión, exceso de exposición, exceso de transparencia, exceso de maldad, exceso de generosidad, exceso de caridad, exceso... de lo que fuere; es siempre una conducta compensatoria y desequilibrada. 
Como siempre, lo más adecuado es el balance, puesto que de él nace el equilibrio, y del equilibrio nace la unidad.  
La vida tiene dos polos: arriba-abajo; adentro-afuera; derecha-izquierda; día-noche; sueño-vigilia; consciente-inconsciente...,  y todo se alterna en un ritmo constante para poder formar una totalidad. Si al amanecer le siguiese otro amanecer, no existiría el día como "unidad", puesto que para que ello suceda, es necesario también la existencia del anochecer. Entonces somos como una moneda, que para ser tal, también precisa de dos caras: mostrar la más agradable, sirve para poder tener un valor, y vivir en sociedad; aceptar la menos grata, nos sirve no solo para convivir con mayor sinceridad, sino para reconocernos como seres completos.

lunes, 6 de mayo de 2013

COMO ELEGIR BUENAS COMPAÑÍAS



Hay cosas en la vida que pareciera que no son comparables, pero haremos el intento de dejar una imagen gráfica, respecto del proceso que llevas a cabo. cuando buscas algo que haga más satisfactoria  tu jornada. Por ejemplo, cuando eliges un libro. En el primer instante, miras la tapa, la contratapa, y si puedes, ojeas el prólogo  Quizá si tienes un poco más de tiempo, buscas algo que te de indicios del autor en esas letras de la solapa. y con un poco de intuición, compras el ejemplar y te lo llevas a tu casa.

Con la tranquilidad que solo encuentras en tu rincón preferido, como si fuese un ritual sagrado, vas descubriendo el mundo que de la portada se abre ante tus ojos, y con la mirada expectante y feliz como la de un niño, lees los primeros renglones.
Por lo general, desde el comienzo sabes si te va a gustar aquella aventura, aquel relato, aquel estilo, y como si fuese una pareja que durará hasta el final de la lectura, lo llevas contigo a donde vayas.
Cuando elijas estar con alguien, puedes recordar los pasos que llevaste para elegir tu libro: 
presta atención a la primera impresión, siéntete dispuesto a disfrutar de la aventura del descubrimiento, y por sobre todo, no l@ elijas para toda la vida. La búsqueda de lo duradero, suele tender trampas que provienen del miedo, contaminándolo todo con los fantasmas del temor, el fracaso, y  el aburrimiento; y ya sabes que a nadie le gustaría una de esas lecturas reiteradas de siempre lo mismo, que terminan abandonando el proceso por la mitad. Por último, y como para diferenciar un objeto,de un ser que escribe sus propios renglones y libretos, tienes que tener presente que, a diferencia del libro,  una persona no tiene una sola lectura sino miles; y si la primera que hiciste te ha gustado, es posible que intentes reiterarla una y otra vez, buscando esos significados que solo se abren a quien sabe que ha encontrado una fuente de disfrute y significado. Si este fuera el caso, es casi seguro que te encuentras frente a uno de esos seres que terminan siendo de cabecera, y para toda la vida; pues alguien se convierte en importante para nosotros, no cuando pensamos en cuanto va a durar, sino cuando hallamos un ser significativo.
                                                                                                                               -Gabriela Borraccetti-

LA SUERTE DE VIVIR CON SUERTE

Que suerte que tuve con la vida que me tocó; porque al querer una fácil y sin dolor; me topé con la dificultad y las heridas. Que suerte que jamás pude hacer pié en lo superfluo; ni pude escaparme en las drogas ni en los vicios; y que dos por tres en el camino; un terremoto sacudiera mis ladrillos. Que grandes hallazgos obtuve, al bajar por las grietas al infierno; trayendo de él algún diamante que brillara como un sol en el cielo. Que buenaventura la mía, que creí ver lo majestuoso en los otros; hasta ver hoy, pasado el tiempo, que lo profundo nunca estuvo por fuera de mi piel. Tuve mucha suerte, créeme, de estar en graves extremos; de equivocarme y de disculparme; de equivocarme y enterrarme; de equivocarme y superarme. Por toda la suerte que tuve; hoy sé que con nada de lo pasado me podría haber quedado; que todo lo que perdí está más que bien perdido; porque no desearía volver a encontrarlo, y porque si volviera a vivir; no me arrepentiría de lo vivido. Comprendo cada paso que dí, cada error que cometí, y si pretendiese cambiar algo, simplemente sería infame. La ignorancia se va con los años si es que uno aprende la lección; y al mirar hacia atrás, no huye, y al mirar hacia adelante, corre, o camina, pero siempre avanza. 
                                                                                 -Gabriela Borraccetti-

martes, 30 de abril de 2013

OPTIMISMO, PESIMISMO, DEBILIDADES Y FORTALEZAS.

Las personas tenemos tendencias diferentes hacia la forma de vivir, pensar y sentir; de acuerdo a una serie de factores que van desde lo individual e innato, hasta lo heredado y adquirido. Aquellos más críticos y prácticos; mirarán al mundo desde una óptica realista; en tanto que los más idealistas, obtendrán un contacto menos directo con el plano de lo concreto, para focalizar su atención en las esperanzas. Estas primeras dos formas de observar al mundo, tienen mutuas ventajas y desventajas, pero digamos que mientras el primero tiene una gran aceptación de aquello que le resulta limitante, se vuelve en el segundo motivo para no asir sus pies al suelo, pero sí poner alas a las ideas.No obstante, al momento de las malas noticias, unos y otros dan cuenta del golpe que produce el saberse "envasados" en un cuerpo que es tangible, y que se encuentra sometido a los agentes que invisiblemente, pueden tomarlo de rehén. Ante un diagnóstico negativo, esa masa de tejidos, venas y sangre, reacciona deprimiéndose, porque quienes nos deprimimos, somos nosotros. Nuestra emocionalidad y nuestros pensamientos, son el mayor escudo contra los agentes invasivos en todo aspecto; y no caben aquí los distingos entre el eterno optimista, y el práctico pesimista. En el fondo de toda personalidad. yacen los sentimientos que en mayor o menor medida, son reconocidos por todos nosotros como lo que nos hace realmente humanos. Cuando estamos en contacto con ellos, podemos buscar formas adecuadas de salir de los problemas, mientras que si nos alejamos incluso en nombre del optimismo; solo conseguimos negar lo que nos pasa, y agravar la situación. Vivir conectados a nuestra esfera emocional, tiene la ventaja de saber lo que pasa y cuando nos pasa para poder tomar cartas en el asunto y corregir un rumbo; en tanto que hundirnos en ella, nos quita capacidad de conocimiento y reacción adecuada, tanto como desconectarnos de su conocimiento. En términos prácticos, si a ambas personalidades se le hiciese un examen para sacar conclusiones respecto de su sistema inmune después de un diagnóstico negativo, podríamos observar la franca caída de las barreras inmunitarias, poniendo en evidencia que más allá de las naturales reacciones ante la dificultad; nuestra interioridad acusa con llana sinceridad aquello que la aqueja. Nada ni nadie por realista, pesimista u esperanzado optimista que sea, puede obviar en lo real, ese sustrato psíquico y vulnerable ante situaciones extremas; y lo que por fuera se ve como actitud, -optimista o pesimista-, el cuerpo lo desnuda sin filtro. La sabiduría y el autoconocimiento potencian nuestra salud, si ya sea con practicidad y ralismo, o con esperanza y optimismo, nos avenimos a aceptar sin tapujos aquello que nos lastima. Dejar un dolor de lado, o cargarlo como una mochila, son posturas extremas; estar en el centro de ellas, es simplemente aceptar para poder modificar.

Nota: en estos días ha comenzado a hablarse de una cura que puede llegar a destruir al virus del SIDA; y recuerdo a todos mis maestros que en forma de pacientes, han pasado por el consultorio del Hospital de San Isidro, mostrándome  día a día, que nuestra profunda fortaleza asoma y se abre a la luz como flores cuando algo las pone contra las cuerdas. A ellos les dedico este artículo, agradeciéndoles el haberme permitido quitarme tantas veces el guardapolvo, para quedar  allí en mi aspecto  más vulnerable, que es en definitiva, lo que nos hace más humanos y paradójicamente más fuertes: la sensibilidad. 

lunes, 29 de abril de 2013

PARA CONOCER TU GRADO DE DEPENDENCIA - Por Gabriela Borraccetti

Podría comenzar el artículo describiendo que es la dependencia, que es la chatura, que es la falta de creatividad, que es el diálogo interior, el equilibiro, la capacidad de ser un individuo, y al final dejar que cada uno haga su evaluación personal. No estaría nada mal, y de hecho me gusta que cada uno pueda hurgar dentro de sí para sacar nuevas conclusiones. Sin embargo, también conozco que la mayoría de los habitantes de este mundo, tiene acerca de sí el mejor de los conceptos. Nos sentimos creativos cuando no somos capaces de pensar por nosotros mismos, y suponemos que el concepto de independencia descansa en poder ir a hacer solo los mandados; o incluso, poder vivir entre 4 paredes, con la única compañía de nosotros mismos, dado que además, pagamos los impuestos sin ayuda de nadie. Y esto es un terrible y lamentable error, que justifica cientos de horas de nuetra vida, -por no decir miles y millones de tics tacs de reloj que se van y no vuelven-, sin que seamos capaces de parir algo nacido de nuestra cabeza, de nuestras emociones, de nuestros gustos o nuetro corazón. Una cosa es aquello que nace de la desesperación, y otra cosa es lo que nace de la vocación,  del placer, y del gusto por la vida; eso que perdemos por muchas razones, y en primer lugar por autodesconocimiento. Son legión la cantidad de personas que no poseen hobby, y que desconocen que es lo que le otorga sentido a sus vidas. Son mayoría abrumadora los que dependen de otros para encontrar alegría y significado en sus días, siendo muy pocos los que despiertan a su creatividad por el solo gusto de jugar y disfrutar consigo mismos.
Una excelente forma de tomarnos prueba, podría ser hacer este ejercicio:
-Prométete un día cada tanto, estar a solas; y si no puedes por razón de convivencia, busca al menos unas horas para tí en algún momento del día.
-Evita encender la radio,  el televisor, o  leer el diario.
-No busques desesperadamente en la red social cartelitos para copiar y pegar, y ensaya algunas palabras tuyas, ordenando en la mejor frase que puedas, un pensamiento, una idea, un sentimiento. Juega!!!!!!!
-Si te es posible, apaga también el ordenador aunque sea por un rato, ya que unas horas desconectado, evita que el "ruido" de otros interfiera en tu silencio.
-Deja que salgan a la luz todas las cosas que temes, que aflore la soledad, que te hable desde los rincones, y que el aburrimiento te muestre su peor cara. No te asustes!.
-Después de todo esto, y una vez que hayas podido verte más objetivamente, quizá puedas buscar activamente estar en silencio. Nadie se ha muerto por ello y por el contrario, muchos han econtrado fascinante el estar a solas consigo mismos. Por lo general, esa fascinación no tiene que ver con "natisocialibilidad", sino con la necesidad de tener un espacio real en donde hacer/crear lo que a uno le place.
Tu aburrimiento, tu pena, tu bronca, tu desesperación, la intolerancia al silencio, la soledad y todos los fantasmas que puedan aparecer por tu habitación alentándote a salir corriendo o a tirarte por la ventana, son directamente proporcionales a tu falta de independencia, a tu ausencia de creatividad, y a una gran necesidad de consumir:

Consumir información
Consumir compañía
Consumir palabras
Consumir figuritas (de esas que se pasan en Facebook de uno a otro muro, por ej.)
Consumir gente, -para no sentirte sol@-.
Consumir TIEMPO. Tú tiempo!. Tú vida.

Llegado este punto, nos damos cuenta de que somos más consumidores, -adictos-,  que creadores; y ha llegado el tiempo de reconocer que no estamos tan "centrados", y que no somos tan buenos intérpretes de la realidad, porque desconocemos  la nuestra: esa que nos asusta, nos espanta, y nos provoca una huida hacia paraísos artificiales creados por otros, para seguir soñando con que así como estamos, estamos bien y somos geniales.
No es fácil encontrarnos cara a cara con que la constante exposición al ruido nos lleva a repetir lo que otros piensan; ni es simpático advertir  que habitamos edificios conceptuales y reales que otros levantan, sin tener nosotros más participación que la de receptores pasivos o multiplicadores de lo que otro dice o crea. No es halagüeño para el ego, advertir que uno no puede dibujar tan siquiera un sapito, ni disfrutar y encontrar sentido en dar a solas un paseo por donde sea,  para oler las flores, o estar feliz de nuestra compañía.  Sin embargo, exponernos a esta prueba, nos dejará más conscientes de nuestro estado receptivo y de rebaño; pensando y reflexionando acerca de nuestra real dependencia, y pre disponiéndonos a buscar dentro de nuestro arcón interno, aquello que puede sacarnos del peor de los pozos de la infelicidad humana: la nada. La nada solo existe para quien no tiene algo por lo cual vivir; algo que le de sentido, aún en el medio de la enfermedad, la desgracia y la soledad. Ese algo nunca estuvo afuera para los creadores. Y si no, pregúntenle a Mozart, o a Beethoven, a quienes ni la pobreza, ni la sordera, ni quedar fuera de los círculos aristocráticos, los hizo retroceder en crear melodías para los dioses, que hasta hoy escuchan los hombres.

Gabriela Borraccetti

martes, 23 de abril de 2013

LO QUE NOS ACERCA, LO QUE NOS DISTANCIA



Nadie pueden entendernos tan sólo por escucharnos, ya que las palabras son un recorte, una diferencia extraída de un mar que arrastra en una frase, algo de la incongruencia del océano de donde han nacido. Un pensamiento nace de un sitio pleno de se sensaciones, emociones, ideas heredadas, experiencias vividas y reflejos aprendidos; echando por tierra la pretendida objetividad e imparcialidad, tan valorada por quienes dicen poder separarse de sus sentimientos; desconociendo así la natural esfera inconsciente de su estructura psíquica, pretendiendo no estar contaminados por la necesidad de acuerdo. El único modo de que la palabra minimice diferencias; es que contenga  intencionalidad amorosa, en quien la dice y en quien la recibe. Y la única intencionalidad amorosa que suele ponerse en juego en un diálogo, es aquella que nos dice que el otro piensa en forma similar a nosotros. Es el narcisismo el que elige con este dialogo, engordar, agrandarse y sentir que en el mundo nos devuelve un reflejo valorado de aquello que pienso, y por ende, de validación de mi inteligencia. Es por esta razón que las personas suelen escuchar  a quienes suman material al cúmulo de los que ya posee, y  desecha a quienes desafían la estructura de sus supuestos básicos.
En síntesis, el hecho de que seamos capaces de escuchar atentamente a otro,  depende de algo que se llama "admiración", o afinidad, -y por cierto muy narcisista, ya que se trata de alguien parecido a mí y no de un diferente; demostrando que  sólo intentamos incluir dentro de nuestro "círculo", a quienes alimentan nuestros pre-juicios, y no a los que los desafían. De este modo, a los que se atreven a hacer esto último, solemos "eliminarlos" con la descalificación,  con el nuevo botón de "bloqueo", o buscando activamente atacarlo si manifiesta algo que asociamos con la destrucción de nuestro pomposo ego.

-Lo que es verdad, bueno, inclusivo, correcto, acertado,  exento de todo vicio y maldad; es lo que yo pienso.
-El error, la mentira, el engaño, lo compulsivo, ex-clusivo e irrespetuoso; es siempre es del otro.

A mayor "inflación narcisa", mayor intensidad de ataque para con quien difiere en los supuestos a los que damos Status de Verdad; deducíendose fácilmente,  que la palabra y el diálogo por sí solos, no crean puentes, ni establecen lazos; ya que éstos, en la mayor de la veces, están hechos de narcisismo, y las separaciones se producen cuando se rompe el espejo.

domingo, 21 de abril de 2013

SOLUCIONES GRATUITAS, ALTOS COSTOS

Ella era adolescente; y con 13 años y las hormonas jóvenes, se dejó llevar en el impulso de mantener relaciones sexuales sin tomar en cuenta que el embarazo, -entre otras consecuencias-, era una posibilidad.
Nacida en una familia de principios morales rígidos y una relación sumamente conflictiva con su madre, no encontraba ahora consuelo para disolver la duda que en su cabeza, giraba segundo tras segundo, y hora tras hora, imaginando verse expulsada de su hogar, y con un niño pesándole en los brazos. En medio de la desesperación, y con una confusión emocional superlativa, en lugar de recurrir a un examen de sangre para la detección de embarazo, se decidió por una "videncia gratuita" que encontró por internet; después de todo, su culpa era tan atroz, que no pensó en pedir dinero a sus padres, a sabiendas también, de que debía justificar el gasto mostrando el objeto que había adquirido. Esta vez, no eran caramelos, no eran adornos para el cabello, no era un c.d., ni un jueguito para la compu. Por este motivo, la puerta de salida, terminó por ser algo que se le ofrecía gratis, prometiendo darle excelentes resultados.

Como si el miedo, la desesperación, el desconcierto, y la culpa fueran poca cosa para sentirse condenada; la consulta con la mujer de turbante, agregó una pizca más a su pánico. Según le había dicho, ya se encontraba gestando a un niño, y no tardaría en ser algo obvio en el transcurso de un tiempo, gracias al obvio crecimiento de su abdomen. Por tal motivo, sería urgente y muy acertado a criterio de la "vidente natural", adquirir un talismán que ella misma confeccionaría para subsanar el problema, a cambio esta vez, de un pago bastante subido de tono, pero directamente proporcional al pánico que nublaba toda razón, todo criterio lógico, y toda efectividad en el accionar de la joven. Aterrorizada, recurrió a una amiga cuyos padres acostumbraban pagarle una mensualidad; y en un acto de arrojo, le pidió que por favor, que la ayudara a comprar el talismán, y como refuerzo y por las dudas de que éste no funcionara, unas pastillas que le habían recomendado para provocarse un aborto.

La historia terminó en un mar de sangre, cuya única ganancia perteneció a la mujer de la ayuda gratuita; observándose que el regalo de la gratuidad, condujo a la adolescente a pagar con el cuerpo, aquello que no pudo procesar correctamente en su interior. Es casi obvio que la protagonista de esta historia, ha hecho una cadena de opciones que parecieran ser más un autocastigo inconsciente, que una puerta de salida; puesto que al fin de cuentas, la culpa intolerable por haber transgredido una prohibición, convirtió una suposición, en una desgracia que pagó literalmente con su sangre, dejando a la vista de sus padres, aquello que había querido ocultar.
Muchos se dirán a sí mismos, que ya son grandes y bastante expertos como para quedar atrapados en estos conflictos invisibles; y sin embargo, el adulto ya mayorcito, ha escondido de su visión y de su consciencia, todo aquello que en el fondo, sigue reclamando libertad; y llevándolo por caminos bastante arduos y retorcidos, para desembocar en algún momento en una gran crisis que lo obliga a cambiar.  De hecho, somos infantiles cuando seguimos sosteniendo que para salir de los problemas, no hace falta pagar ningún costo:

Un matrimonio que se realiza por temor a la soledad, pagará el costo de sentirse solo aún estando acompañado. 
Salir de tal situación, implicará el costo de la libertad y la responsabilidad por el propio sostén. 
Si hubo hijos, el costo será responder por ellos aún habiendo disgregado la familia; 
Y negar este hecho, tendría como costo, una batalla eterna entre padre y madre, colocando a los chicos en el lugar de las balas de un cañón, o los escudos de su guerra.  

Nada que precise cambiarse en favor de un crecimiento real e interno, puede lograrse gratis. Aprender a responder por nosotros mismos, implica la lección de reconocer que para llegar a donde queremos, y para ser quienes realmente somos, debemos trabajar, esforzarnos y empeñarnos en desenmascarar nuestros propios engaños acerca de quienes creemos ser. Todo en la vida tiene un costo; y lo bueno de esto es saber que en la medida en que se toman las decisiones en libertad y concordancia con nosotros mismos, va disminuyendo el dolor, y los costos que se pagan, son como la sarna con gusto; esa que no pica, simplemente porque nos lleva a rascarnos donde más nos gusta.  
No venimos a este mundo con un certificado que nos garantice que nos aplaudirán por ser quienes somos. Por lo general, todos debemos definirnos en medio de pruebas, de rechazos, de tiempos de ensayo-error, de decisiones, y de elecciones que muchas veces tomamos desde un lugar que tiende a evitar el conflicto con quienes nos rodean. No obstante, con el tiempo aprendemos que hay que desaprender, desandar ese camino, y volver a repetir la lección, pagando el costo de haber estado obedeciendo, evitando, temiendo, padeciendo,  para adquirir la libertad de quien realmente comienza a crecer sin que nadie apruebe sus elecciones. 
Debemos tener sumo cuidado con creer en lo gratuito; pues hay muchas maneras de camuflar un costo, y el más doloroso es el que involucra repetir la infelicidad y el padecimiento en nuestra propia vida. 

viernes, 19 de abril de 2013

LA BUENA SUERTE



Alguna vez tomaste consciencia de cuanto te cuesta tener un pensamiento feliz, en contraposición con lo fácil que te resulta tener muchas ideas y elucubraciones negativas?.
Es como si el miedo, la duda, y la desazón,  fuesen la base de una cultura, cuya dirección y manejo, se reserva a unos pocos que  nacen fuera de este círculo abrumadoramente mayoritario. Existe un porcentaje infinitamente superior de ciudadanos de este mundo, que asoma su cabeza al sol, sin darse la más mínima cuenta, de que vive en una marea programada para percibir la realidad como un gran pié que aplasta todo lo que se podría haber sido, hecho, o creado; de no ser por tener siempre presente, -como un cartel de luces de neón-, la palabra "imposibilidad", sumada a mensajes llenos de duda, y a la autodescalificación automática que como un mantra, nos repetimos rezando un "y quien soy yo para que me den importancia".

En el fondo de tanta pésima "educación", se encuentra el enorme temor a la capacidad creativa del ser humano, y es por ello que se lo esteriliza desde sus primeros años, generándo sin ninguna consciencia, -y a través de la educación-;  trabas, culpas, y prohibiciones, que a su vez se alimentan de la única sensación de poder que pueden llegar a tener aquellos que acceden al lugar de "padres".  El respeto mezclado con temor a algo superior, recorre una escalera que va de papá y mamá, hasta dios, el diablo, el cuco,  las autoridades, el gobierno, y todo lo que se plantee como una amenaza a una expresión sana y libre de la personalidad. 
En estos últimos tiempos, pareciera que no está tan de moda erigir la parte más seria de la prohibición, -y que tiene que ver con la responsabilidad-, pero sí la caprichosa definición de autoridad, sobre la que se sostienen muchas tiranías que bajo un poder corporativo, se ponen a la cabeza de un mundo que precisa aún estéril de todo impulso creador. 
De este modo, nos vamos definiendo en medio de la erradicación de la fe, la confianza, y la generosidad de la vida;  creyendo ser libres e independientes por tan solo poder ir de casa  al trabajo, tener a lo sumo vacaciones, y volver nuevamente al hogar como si fuésemos hormigas amaestradas. Desde ese lugar negro, con lentes negros y panorama gris, nada puede ser más difícil que estar contento y tener en foco un camino feliz, en el cual poder erigirnos como reales protagonistas de nuestra historia. Programados desde un lugar de inferioridad, crecemos mirando con susto a aventurarnos fuera de nuestro círculo habitual; y es por eso que ante lo nuevo, solemos dudar y arriesgar muy poco, apareciendo la más de las veces, los mensajes del miedo y la inseguridad. 
Si algo de esto fuera exagerado, no sería tan difícil vaciar nuestra cabeza de imposibilidades, y creer que somos los que "cortamos el bacalao" de nuestra vida. Por lo general, vivimos pidiendo permisos que no necesitamos, y aprobaciones que nos resultan indispensables casi tanto como respirar. 
Si alguna vez tomas consciencia de que es cierto que el programa mental al que nos habituamos de pequeños tiene mensajes devastadores, no será tan difícil perder el temor a los cambios, a lo inestable y a lo inseguro; ya que allí, donde nada está escrito y donde todo es posible, es el lugar donde está permitido pensar que todo puede ser. Y eso es la buena suerte de ser libre.

miércoles, 17 de abril de 2013

QUE ES SER VIEJO

Acabo de ver una foto de alguien cuyas canas y arrugas me han sorprendido. Tiene casi mi misma edad, y su  reflejo me impacta, porque en él puedo ver también lo que está sucediendo con mi cáscara, a la que obviamente miro con piedad día a día, para no asustarme del paso del tiempo.
Me quedo observando un rato, y pensando en los días en que jugábamos o nos peleábamos, y éramos pequeños. Y vuelvo a echar un vistazo hasta notar que quizá lo que más me impresiona, no es su apariencia física sino su postura. Su cuerpo , -delgado y bien conservado aún-, tiene los hombros caídos, tanto como su mueca cansada que hace un esfuerzo por disimular que estar en un lugar del que tal vez, quisiera huir. Me llama la atención ese rictus que muestra su espalda, no por el peso de los años, sino por dejarse caer un rato, gracias al cansancio de haber corrido siempre para cumplir: cumplir con el deber de trabajar en algo que se detesta, el deber de estar obligado a sostener una familia a costas de anular la propia creatividad, el deber de pagar los impuestos aunque te roben, el deber de dejar a tu hijo más horas en manos de terceros porque como padres, no hay tiempo para dedicarles, sino solo para trabajar.
Entonces me pregunto por el auge de la estética, y me doy cuenta de que es un cuento que intenta corregir en el lado externo de nuestro ser, una sequedad interna; pueso que, de qué servirá un lifting, un cuerpo que parece 10 o 20 años menos, la vestimenta de un joven; si la cabeza no puede ir más allá de sus obligaciones?. Me pregunto si alguna vez nos acordaremos de que ser viejo, no es que se te arrugue la piel para intentar corregir los efectos de la ley de gravedad en él; sino la actitud ante una vida que solo nos mantiene jóvenes, si nos preocupamos por mantener ágil todo aquello que no se ve: el pensamiento, las ideas, el alma, nuestro espíritu y todos esos sentimientos que se cultivan, solo si uno le da espacio a algo más que a las preocupaciones y obligaciones diarias. Llevamos el desgaste en el cuerpo, e intentar evitar lo inevitable, necesariamente conduce a una frustración que al final, te muestra lo inevitable. Esa actitud, es tan sólo una máscara, una pérdida del valioso tiempo que podríamos invertir en filosofar, en tomar más vino, sentarnos con amigos, criar a nuestros hijos, y reclamar un tiempo para jugar con los nietos, en vez de criarlos. Hemos perdido la calidez de los vínculos, junto con la capacidad lúdica y de comunicación de corazón a corazón; ya que este ritmo de vida, -superficial, obligatorio e inexorable-, nos mantiene tan distanciados de lo verdadero, como para impedir que podamos hacer algo más que cuidar una cáscara destinada a la pudrición.  ¿Que vínculos felices pueden tejerse en medio de la obligación de trabajar de sol a sol, sin tener un segundo para los afectos, y buscar afanosamente vacaciones o tiempo de sobra, como para poder ver, visitar y besar a quienes queremos?. No olvides que el tiempo no retorna, no olvides que este minuto se te está escapando. No olvides esto porque es lo único que puede urgirte a buscar más allá de una apariencia bella, aquello que realmente puede hacerte feliz.  No te olvides de ingresar en tu interior, y despertar a tu vocación aunque sea como un hobby; porque ello será lo que te mantenga con vida, pleno y jóven.
Lamentablemente se nos ha enseñado en estos años, a consumir para rejuvenecer, pero nada de lo que está fuera de nosotros, puede ofrecernos un lifting del alma. El verdadero rejuvenecimiento está en la alegría de hacer lo que más amamos, de poner afuera lo que nos expresa en ideas, en arte, en creaciones, o en lo que pueda llevar nuestro acento tan único y personal, como el ADN o nuestra huella digital.
Busca, y no te vayas sin haber dejado nacer lo verdadero y escencial que vive dormido en tí, porque ser o convertirse en viejo, es olvidarnos de lo que nos hace especiales, no necesarios ni bellos por fuera.

martes, 16 de abril de 2013

NARCISISMO: AMOR Y ODIO FRENTE AL ESPEJO



-No me gusta este espejo!

-A quien ves?

-No soy yo.

-Quien es?

-No sé. Pero esa integridad que tiene, no me acompaña cuando me corro de este vidrio. Esa imágen intacta, esa tranquilidad y encanto con el que me mira así...

-Como te mira?. Como te sentís?
-Fragmentada. Automáticamente cuando quiero pensarme toda, siempre hay algo que se subraya: una parte de mi cuerpo; o mi brazo, o una pierna, o un pié, o el cuello..., pero nunca puedo unirlo todo, sentirlo todo de una vez!. Ella lo es todo, se siente más que yo!!!.
-Que quisieras hacerle?
- Romperla en pedazos!!!!, así no me siento más tan en falta, tan insegura, tan incompleta, tan poquita cosa; tan fracción, cuando ella es entera.
-Si la rompieras en pedazos, quedaría igual que vos...
-Si la rompiera en pedazos, no tendría que vivir compitiendo.
-Con quien competís?
-Uy!!!!! con cualquiera a quien yo vea como mi espejo...???.
Con cualquiera a quien yo vea como mi espejo!!!!!.

Solemos odiar aquello que más nos refleja...

domingo, 14 de abril de 2013

LOS LÍMITES DE LO COMPROBABLE



La ciencia es fría. Un esqueleto de conceptos que muchas veces deja sin responder, cuestiones básicas en gigantes teorías. Nadie se había ocupado hasta ahora, de explicar que es lo que hace que la galaxia esté en expansión, tal como lo hace un globo que se infla. Sin embargo, sus representantes de guardapolvo blanco, obviaron preguntarse por quien llevaba a cabo la acción de inflar!!!. Muchos de los huecos que quedan en la lógica, son complementados sabiamente por La filosofía, que dirige su mirada al mundo, sin necesidad de comprobar con hechos sus pensamientos. Por lo tanto, una pareciera pertenecer al hemisferio izquierdo, racional, lineal. La otra, al derecho: imaginativo, creativo e irracional. Sin embargo, en la mayoría de los casos, ambos trabajan juntos; con la salvedad de que los porcentajes varían en la composición de un pensamiento o cuerpo teórico. Tratar de que ambos lados del cerebro no peleen, y nos pasemos la vida defendiendo a uno o al otro, sería un buen comienzo para evitar polarizarnos en uno u otro bando, dejando de crear versus innecesarios, donde todo se transforma en un partido de fútbol con dos bandos. Entonces, digamos que las soluciones empiezan por casa, muy dentro nuestro, y en cada pliegue de nuestro cerebro. Si el pensamiento precede a la acción, tal como se lo ha demostrado, comencemos por pensar que todos tenemos una parte de la verdad en alguna medida. Ambicionar poseerla toda, es una meta que sólo podría alcanzarse si se acepta que por cierto, somos bastante limitados. Acto de humildad que muchas veces se nos escapa de las manos sin darnos cuenta de que es la clave del primer paso hacia la sabiduría. Quien pudiera?. Todos podemos crear nuestro diálogos mentales, en donde lo racional, discuta con lo fantasioso, lo práctico entrelace sus manos con lo emocional, e incluso, la mentira se mezcle con la más pura verdad, porque los velos muestran siempre, que debajo de ellos, siempre hay algo que buscar.
Sin embargo, la aspiración al todo, debe ser precedida de la más pura consciencia de nuestros limites, y de saber que la tesis, -o aquello que afirmamos-, es seguida por la antítesis, -lo contrario de lo que afirmamos-, antes de llegar a la síntesis, que es un concepto inclusivo!.
Como dijo Lacán, la verdad no toda es. Y nunca nadie puede poseerla por completo, quizá porque la palabra misma, carece de completud. 

miércoles, 10 de abril de 2013

LOS DIBUJOS Y LA SEXUALIDAD DE LOS NIÑOS - Por Gabriela Borraccetti

Allá a lo lejos y hace tiempo, a principios de la década del 1900 y para ser más exacta en 1908, Freud afirmaba que la sexualidad era infantil. Si bien esto se podría entender como que la sexualidad puede permanecer en ese estado, -lo cual también es cierto-, más bien se refirió a que no hace falta tener hormonas y llegar a la adolescencia, para que ésta se manifieste como tal en un niño; el cual la tomará sencilla y normalmente, sin los tapujos posteriores que vendrán con la educación.
Freud denominó a los niños como "perversos polimorfos",  calificativo que si bien a simple vista parece terrorífico, no hace más que subrayar que la sexualidad inicialmente, está apartada de la identidad sexual derivada de la genitalidad, y que establece la diferencia entre "ser hombre" y "ser mujer".
El ser humano adquiere una "identidad" como hombre o mujer a medida que crece; en tanto que en los primeros años, simplemente se considera femenino y masculino a la vez, sin ninguna distinción más que la que el placer que su condición sexual le otorga. Por lo tanto, lo de per-verso, implica una "otra versión" de la sexualidad; refiriéndose el calificativo de "polimorfo", a la versatilidad y la multiplicidad de formas que adquiere, independientemente de poseer un pene o una vagina.
Esta afirmación escandalizó al mundo no sólo en aquel tiempo, -victoriano, pacato, fuertemente reprimido y prejuicioso-; sino en este siglo en el que aún, cuando un psicoanalista afirma que los niños tienen sensaciones y placer sexuales, es casi una afrenta que levanta una ceja con desconfianza, y produce escozor y rechazo en las más de las veces.  Es incomprensible para alguien ver en la sonrisa de un bebé al que se lo eleva y se lo baja en los brazos al compás de un "upalalá", -o cualquier otro sonido que acompañe la caída o el balanceo más o menos rápido de arriba hacia abajo-; el reflejo de un placer que su cuerpo registra a nivel genital; y que el niño festeja con su risa o su sonrisa. No obstante, los genitales vienen con nosotros desde antes de nacer, y poseen desde tal momento, la connotación que tiene cualquier otra parte del cuerpo; con la salvedad de ser la que por lo general, más sensaciones placenteras provoca al infante. Hasta que no comienzan los "correctivos" o las prohibiciones respecto de  la sexualidad, un niño no dudará en tocar o estimular sus zonas erógenas, con la naturalidad que lo haría cualquier adulto, si a éste no le hubiesen dicho que el pudor y el secreto, son necesarios para no asemejarse a un animal que va por la calles montando hembras o buscando el goce de una penetración. De aquí al castigo y la condena por el disfrute, hay un largo camino con muchas y cuestionables variantes; sin embargo, es un tema que mejor dejo para abordar en otra nota por su complejidad cultural, y  y consecuencias, tanto en lo físico, como lo emocional,  y lo psíquico.
No obstante, es muy bueno tener en cuenta que los niños conocen el placer que deriva de sus genitales; y saben, -por el cuidado con que se trata el tema en su hogar-, que ciertas caricias no son las que prodiga un adulto, distinguiendo entre las que son dadas con cariño, de aquellas que sin saber por qué, le resultan extrañamente inusuales, sobre todo cuando se les pide en voz baja, que no cuenten lo sucedido. Un niño, sentirá placer en su sexo en situaciones de baño, de juego y demás; pero a partir de la prohibición de hablar, comenzará a percibir que en ello, existe algo malo, y sin saber exactamente por qué, intentará comunicarlo del mejor modo que ellos pueden hacerlo: el dibujo o el juego. Un niño no contiene en su vocabulario las palabras "penetración", "violación", y menos tiene la experiencia de una relación sexual como tal. Por ello jamás podrían decir que les sucedió, ya que el hecho les resulta algo desconocido y sin nombre.
Los dibujos de los niños suelen tener normalmente una connotación sexual, puesto que sus obras reflejan aquello que les da placer y los hace sentir curiosos. La significación de los mismos, no es lineal, y no significa  siempre que dibujar un pene, implique ninguna violación. Sin embargo, cuando el contexto indica una conducta muy diferente a la usual, y su negativa a ir a algún sitio o estar con alguna persona se instala como rasgo llamativo en su conducta, hay que poner suma atención. Guardar sus dibujos y llevarlos a un profesional, es algo muy importante que no debe ser olvidado; pero aún más importante será escucharlos y percibir sus cambios de humor, su llantos y la incomodidad que no pueden verbalizar, so pena de algún castigo al que temen si llegasen a comunicar el asunto.
En síntesis: los niños tienen sexualidad, tienen sensaciones placenteras desde que nacen en sus genitales, y pueden disfrutar de su estimulación con tan solo fregarse sobre sus piernas o subir a una hamaca, o a un tobogán. Carecerán de todo prejuicio al respecto, y de toda connotación de "bueno" o "malo"; cosa que naturalmente, favorecerá el desarrollo de una personalidad plena y feliz; pero la deformará si no logramos escuchar ni ver el modo en que ellos pueden comunicar lo que desconocen.

domingo, 7 de abril de 2013

COMPLETANDO FRASES

No puedo escribir

No puedo escribir nada

No puedo escribir nada más

No puedo escribir nada más hermoso

No puedo escribir nada más hermoso por hoy

No puedo escribir nada más hermoso por hoy, aunque mañana

No puedo escribir nada más hermoso hoy, aunque mañana vuelva

No puedo escribir nada más hermoso hoy, aunque mañana vuelva a intentarlo...

Siempre podemos agregar una palabra màs a una frase, y cambiarle el sentido y la direccion a un dìa, y también a una vida. Nunca cierres significados, pues mientras estén abiertos, tienes la libertad de continuar sin punto final.

APOLOGÍA DE LA DISCUSIÓN

Permanecer igual  no exige esfuerzo. Lo diferente, nos hace crecer.


Las discusiones en la pareja son un clásico que está bastante mal calificado y visto.
Nos hemos educado con el doble discurso que predica desde lo teórico, que "está mal discutir"; mientras que en la práctica, -y puertas adentro-, se nos hacen visibles muchas guerras de dos, de 3, o de muchos más participantes, en las que uno espeta al otro en tono elevado, medio o bajo; el desacuerdo, e incluso muchas veces, el agravio; pretendiendo que el interlocutor permanezca inmutable, aún cuando le proferimos algo que lo hiere, o que incluso sin nuestra más mínima intención,  interpreta subjetivamente como descalificación.

Como dijo Freud, cuando dos personas piensan igual, es porque una de las dos piensa por ambas;  y es que es totalmente irracional esperar que aún teniendo cerebros morfológicamente diferentes, se  nos den igual los procesos mentales!. Si bien Freud no dijo lo que dijo aludiendo a la morfología del cerebro humano, se me ocurrió esta metáfora para comparar el hecho de la "identidad" de la forma, con a las diferencias absolutas entre los seres humanos. Un aparato de televisor, -que incluso puede ser diferente en lo estético según el modelo-,  tiene las mismas conexiones de cables en cualquier modelo que se fabrique; y por lo tanto, posee un "circuito" establecido, por donde pasará la energía y la información. Sin embargo, las personas, no hacemos sinapsis con las mismas cosas, y nuestro "trayecto" o circuito informativo, se construye a través de la asociación de determinada experiencia, con un quántum de afecto; pudiendo generar vivencias diametralmente opuestas, incluso entre hermanos/gemelos/mellizos, o personas supuestamente "iguales". Si bien esto último se ha constituído en mito, las vivencias que cada uno va recogiendo en su camino, son únicas desde el momento en que cada uno las "lee" o interpreta, según el prisma de su propia interioridad. Dos padres pueden  ir a un aeropuerto a despedir a su hijo; y mientras uno llora por el alejamiento del mismo, el otro se alegra  por ver en el hecho, no un distanciamiento, sino una promesa que contiene un futuro brillante para él.
Les guste o no a los más esquemáticos, lo que hace la distinción entre personas, son las asociaciones entre experiencias, sentimientos, pensamientos y aspiraciones que se acomodan en diferentes dosis para construir nuestro "circuito mental". De este modo, la mente, la emoción, la experiencia y los ideales; forman en cada uno de nosotros, un modelo único e irrepetible que nos diferencia de cualquier otro ser en el mundo. Nuestras huellas dactilares, nuestro ADN, y una cantidad de características más que se traslucen en lo físico, son el testigo indiscutible de que miren por donde nos miren, no hay dos seres si quiera similares en el mundo.
El cuento de hadas de un hogar tipo familia Ingalls, está simplemente para traumar por ej., las cabezas de los que inocentemente se internan en una relación, y van en búsqueda de la media naranja con vistas a solucionar la soledad, la desesperación, la sensación de fracaso, de futilidad o de abandono.
El hecho de convivir, -y comencé hablando de pareja aunque esto se hace extensivo a la familia-, debería resaltar justamente la comprensión que no somos iguales; y sin embargo, al descubrir tales diferencias, solemos poner el grito en el cielo, exigiendo que el otro conecte los mismos cables que conectamos nosotros al tener una conversación, o al hablar y opinar sobre un tema/persona/situación.
No podemos aceptar, -gracias a lo aprendido desde la más tierna infancia, que el parecido no es jamás copia; y a pesar de que nuestra mayor tranquilidad descansa en  el acuerdo que por la fuerza aprendimos a tener con papá y mamá, las cosas funcionan mejor cuando no estamos tan de acuerdo. Ello es señal de problemas afectivos en algunos casos, mientras que en otros, señala que nos estamos convirtiendo en individuos. El diagnóstico depende de cuan bien nos sintamos al presentarse la discrepancia.
Todos podemos observar dos cosas:
1- Cuando algo nos molesta mucho, es porque ha tocado un punto significativo de nuestra vida anímica, provocando una identificación con algún punto del tema en cuestión. Generalmente, si alguien nos dice algo que repercute en nuestro imaginario psíquico, solemos reaccionar desfavorablemente ya sea explotando o implotando.
y
2- Lo que no nos llega a molestar,  simplemente pasa de largo por no causar  dicha identificación; o por no revestir importancia alguna  la persona con la cual se ha generado el desacuerdo.

Como se puede ver, todo depende de que se toque un punto sensible, o un punto neutro dentro de nuestra alma.
Cabe aclarar, que para hacer que algo sea sostenible en una relación de dos o más, no podemos estar en las antípodas de nuestros interlocutores válidos, y sobre todo, no podemos convivir con alguien que no sólo opine diferente, sino que nos obligue a una completa transformación. Cuando algo así sucede, no puede franquearse con nada ni por nada en el mundo, salvo a través del amor, que muchos confunden con sumisión, e incluso obediencia. Quizá sea eso lo que suceda en la mayor parte de las disputas; y estemos pidiéndole al otro que nos demuestre su afecto, tal como lo hemos demostrado a nuestros padres: cediendo a nuestro deseo con tal de ser aceptados.
El mayor potencial de convivir con alguien muy diferente, es el de un gran crecimiento interno si se aceptan las diferencias como parte de nuestra humanidad. El peor efecto que podría tener, es el de marcar caminos separados, sin poder encontrar más que la mutua intransigencia, y el afán de transformar al otro en un espejo que nos devuelva la bella imagen que tenemos de nosotros.
Ese punto en donde no hay retorno, suele ser el que indica que no podemos cambiar en nombre de nada, ni por nadie; sino que podemos hacerlo sólo por nosotros mismos, a nuestro ritmo, y en la dirección que elijamos no desde la necesidad, sino del deseo de ser quienes somos en realidad.
Por: Gabriela Borraccetti



viernes, 5 de abril de 2013

SER Y ESTAR


Las palabras tienen mùsica, atraviesan el tiempo, el espacio y los corazones. Son màgicas, acarician, pegan, fortalecen, susurran, gritan, hieren...,curan. ...Y tienen el poder de crear el lugar desde el cual miras el mundo. Si te han calificado de forma negativa, será cuestión de que comiences a descreer de aquello que te han dicho; y por lo menos comenzar a cambiar el verbo ser, por el vebo estar: no eres tonto, sino que a lo sumo puedes estar tonto. No eres malo, sino que pudiste estar mal. No eres un error, sino que pudiste estar errado..., y de a poco, todo cobra otra dimensión en la que el autocastigo y la mortificación ya no son necesarias, apareciendo en cambio la puerta de la propia aceptación y la autosuperación. 

miércoles, 3 de abril de 2013

ECOLOGÍA DE LA AMISTAD




Algunas veces nos damos cuenta que una amistad repentinamente ha terminado; y al hacer el balance; registramos hechos que denuncian en tono menor, - pero no por ello menos alarmante-, que debajo de una sonrisa de bienvenida, se ocultaban muchas tristes competencias, desacuerdos o diferencias. Solemos tomar esto como algo personal, sin embargo, ciertas discrepancias, sobre todo cuando surgen sorpresivamente, parecen provenientes del mal metabolismo de dolores lejanos; que seguramente tienen características infantiles, y que comparadas con la reacción actual, parecerían desproporcionadas. Advertimos en algún momento, que los celos y las envidias pequeñas, pudieron despertarse en algún momento desconocido, y que por lo visto, para estallar en una ruptura, tuvieron que ser no sólo acumulables, sino indisolubles, -como las botellas de plástico que se tiran al mar-; debiendo ahora comprender, que poco podíamos hacer para calmar esos viejos ecos de heridas pasadas, que para colmo, se creen superadas. Caemos también en la cuenta, de que las creencias de uno, lejos de ser indiferentes, daban en el centro del temor del otro; y que muy a nuestro pesar, habíamos ofendido seguramente y más de una vez, a algún dios que el otro guardaba en un secreto tan profundo, que era ajeno a él mismo. Así llega un día en el que se terminan los llamados; y uno sabe que eso es correcto. Pues no existe amistad cuando se intenta disolver con la tolerancia, algo que tiene más que ver con las heridas que se arrastran desde siempre, y que muchas veces volcamos sin un mínimo de consciencia en nuestros vínculos. Sólo reconociendo sinceramente los problemas que llevamos a cuestas, es posible derrotar a un ego omnipotente que se cree superado; yendo por la vida ciego a los gestos, y sordo a aquello que se nos reclama como una falta persistente de nuestro carácter.

Por otra parte, la cuestión no está en extirpar el "defecto", sino aceptar que muy posiblemente seamos no tan santos, no tan transparentes, y en definitiva, tengamos que convivir con la consciencia de no ser solo la llama de luz, sino también la oscuridad que nos rodea.

domingo, 31 de marzo de 2013

EL PESO DEL MIEDO


Algunas veces luchamos toda una vida para conseguir algo, sin darnos cuenta de que la mayor pelea, se lleva a cabo no con el obstàculo externo, sino con la imàgen que de él nos hemos configurado a través de una muralla de miedos. Un enemigo interno temeroso y pesimista, siempre atrae el desafío de convertirnos en un héroe que para ganar, no necesita librar batallas en el afuera, sino convertirse en aliado de sí mismo.

ROMPIENDO ESPEJOS


Cuando aún en silencio y en soledad, nos sentimos atormentados y perseguidos por los problemas, es probable que siempre que tengamos que tomar una decisión, agreguemos a nuestros pensamientos, las suposiciones acerca de lo que estaría pensando alguien más; intentando sentir que es lo que el otro sentirá; y además sumando a nuestras elucubraciones, el diálogo mental que en su momento, tendremos con la otra parte involucrada en el asunto. Como si todo esto no fuera suficiente, en el bagaje que conforma nuestra identidad; llevamos aprendida y heredada, aquella "biblia" de razones, argumentos y condiciones, que hemos tomado sin ninguna crítica ni evaluación, y que son "palabra santa", por haberlas mamado desde la teta familiar, pasando por la chocolatada, hasta convertirse en los actuales cafés adultos. Después de todo, eso a lo que llamamos identidad es un cementerio de identificaciones, llenos de "te parecés a tu papá, gruñón como siempre; al tío..., irresponsable como nadie; a tu llorona madre...; y así hasta creer que somos irresponsables, gruñones y llorones. Plagados de fantasmas y designios ajenos creemos ser nosotros mismos, reconociéndonos en una imágen que hemos obtenido del espejo familiar; razonando como se nos ha enseñado, -muchas veces con la regla de 3 simple-, y sin haber hecho nunca un repaso general para averiguar que es lo original y auténtico en nostros. Animarnos a romper con esos espejos, tiene que ver con dejar de oír mandatos, abandonar posturas rumiantes, y actuar sin hacer participar de la decisión a ningún tercero. Suena fácil, pero el camino que lleva a ser un individuo, suele estar plagado de golpes al menos hasta que uno decide dejar de caerle bien al resto del mundo, prescindiendo de aplauso y reconocimiento. Ser, es lo contrario de parecer. El problema es que muchas veces, no nos enteramos de que hemos tomado como propio el "te parecés", y nos enojamos con aquellos que nos devuelven un rostro más real que aquel que han fabricado los años y la herencia. La faz que realmente nos pertenece, suele ser desconocida para nosotros mismos; y lejos de admitirla, la rechazamos sin otro motivo que el desconocimiento que tenemos acerca de nuestra verdad. La identidad es el reflejo de lo que hacemos en la vida: si "copiamos y pegamos", sólo seremos un clon. Si en cambio somos creativos, tenemos la posibilidad de hacer algo único para ser singulares. Podríamos decir que la creatividad, es la vara con la que podemos medir cuan lejos o cerca estamos de nosotros mismos. 

viernes, 29 de marzo de 2013

AMOR Y DIFERENCIA

Desde el momento en que se celebra la cruz, no nos es posible olvidar que nada en este mundo puede ser unificado sin que exista un -1: algo que esté en sombra,  algo en negativo, que no se pueda nombrar,  que haga o cree una falta, o que introduzca una diferencia. La figura de Cristo muere para que tú vivas; y de este modo  se instaura una división por ej., entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos,  entre espíritu y materia, entre el padre y el hijo, y toda una serie de divisiones que en definitiva, hacen que vos seas vos, y yo sea yo; dos personas separadas por aquellas cosas que nos caracterizan como individuos,  más que hermanarnos y asimilarnos como semejantes. Bajo estas circunsancias, nace el amor como el intento de abolir las diferencias; aunque termina muriendo de inanición, en el momento de abolirlas. Por ello, Amar es sólo posible gracias a lo que nos separa, y no a lo que tenemos en común.
Esperemos estar aprendiendo a ser más tolerantes.

ESTARÍAMOS REALMENTE DISPUESTOS A SER "UNO"?

Por Gabriela Borraccetti

Así que crees que tú y yo debiéramos estar siempre de acuerdo?. Realmente no me lo plantearon nunca tan seriamente; no obstante, se me acaba de ocurrir que para pensar igual y no tener ni un sí ni un no, debiéramos funcionar como una unidad;  es decir, como si fuésemos una misma persona. Y por qué no?, si con ganas todo es posible!. Ya que lo propones, te demostraré que rápido pueden hacerse la cosas!!!!!!: podemos ir a vivir a casa de mamá, que desde ahora, a consecuencia de ser uno, será también tu madre; pues me imagino que no andarás con detalles tontos a la hora de sentirnos fundidos en un solo corazón, en un alma, en un sólo espíritu!. La casa será cómoda, ya que como habitamos un mismo cuerpo,  dormiremos en en mi habitación que también a partir de hoy, es tan tuya como mía. A partir de este momento, no valdrán de nada esas incomodas plazas dobles, que sirven para los que se quedan a medio camino de toda unión verdadera!. No es cierto?. Que felicidad esta de ser UNO!. No te será difícil, -ya que la común unión hace que todo sea tan coincidente-,  ponerte las que antes eran mis pantuflas; pues supongo que esta nueva realidad hará que se te achique el pié o se agrnade el calzado; y cada vez que sean necesarias compras de indumentaria, ahorraremos mucho eligiendo el que antes era mi talle que ahora comparto contigo. Ahhhhhh!!!!!!!, la magia que todo lo puede!.  Si te parece, también me tomaré el trabajo de comer yo; encargándome de hacer la digestión y correspondiente deposición; ya que un organismo debe acceder a quedar en óptimas condiciones de higiene también interna. Leeré las revistas, trabajaré y saldré de casa. No hace falta que lo hagamos los dos, porque el amor nos ha convertido en uno; ofreciéndome también a hacerme mala sangre con el jefe, con el viático y los aumentos de precios. Que fabulosa la idea de coincidir!!!!!!!!. Volveré y estarás juntito a mí;  para así poder gritar que somos un bello acorde del universo, que todo lo compartimos y que nada nos hace falta más que una hermosa sombra para llamarnos un mismo cuerpo. Doy por sentado que en nombre de esta bella unidad, no te molestarás en ser la sombra, tan pegadita a mí como deseabas estar; ya que todo cuerpo tiene una cara a la luz, y otra a la oscuridad, y ya no existen distingos entre tú y yo.  Ahora que he aceptado tu necesidad de ser uno, sé que estarás feliz; y desde este instante en más, espero no volver a escuchar un NO cuando tenga ganas de hacer algo que  no quieres, pues tendrás que venir conmigo, ya que  me he quedado con la  posición de la decisión  visible, dominante y consciente; dejándote el papel más sabio a tí, ya que el inconsciente, ejerce un dominio oculto por sobre los actos cotidianos. En tí yacerá el registro completo en conocimientos, traumas, dolores y alegrías; y estoy segura de que esa situación, te  honra como al soberano que realmente en el fondo, e invisiblemente eres!. Felicidades!. Tu deseo se acaba de cumplir. Ahora cállate, y déjame seguir con mi vida. Pero no te ofendas!!!!!!!!!; pues habrás de permitirme estos exabruptos que día a día teníamos dentro de nosotros mismos cada vez que se nos cruzaba la resolución de algo pendiente, la exigencia de un compromiso que atender -sin tener ganas o tiempo-; o tan sólo por irresponsabilidad o capricho. Ahhhh, sí!. Para hacer las cosas, las hacemos bien, llevando a la pauta de dos, aquello que sabemos que sucede en el ámbito del uno. Ahora sí, te deseo buenas noches y apaga la luz si me quedo dormid@, que si algo piensas durante la noche, mañana lo recordaré como un sueño y podremos hablarlo.

Después de leer esto, es muy probable que la idea tan romántica de negar lo que realmente nos separa, sea el día de mañana, motivo de una gran separación. El amor radica en amar las diferencias, y no lo que nos hace iguales.

jueves, 28 de marzo de 2013

LO QUE PODEMOS VER


Uno puede ver un cielo lleno de nubes aunque tenga dos o tres. O puede ver siempre sol, aunque esté oculto tras un manto gris. O quizá ve tan sólo noches. O quizá siempre encuentre estrellas, o lunas, o soles... Lo que allí arriba observemos, es sin dudas el reflejo de lo que nuestro corazón, contiene. Sin embargo, hay un cielo que no llegamos a palpar con los sentidos, que se encuentra oculto; bajo nuestros pies, y del otro lado del mundo. Uno que no está iluminado y no nos es accesible a primera vista. Ese cielo invisible, es lo que completa ese universo que somos como seres humanos en luz y oscuridad, en brillos y sombras; capaces de ver con los ojos aquello que es visible; y con la intuición, la totalidad del mundo.

EXPRESAR EL DOLOR




Lo que la mente no puede elaborar, queda impreso como una cicatriz dolorosa; y tal como lo hacen los glóbulos blancos con una herida, las palabras intentan rodear ese agujero para poder definirlo, para poder poner nombre a lo que duele, y proceder a sanarlo. Si no somos capaces de expresar en palabras aquello que nos ha lastimado, la reacción natural es una infección que termina por desbordar las defensas, convertirse en dolor psíquico, luego en síntoma disfrazado de impedimento, fracaso, culpa, inhibición, dificultades en vínculos, depresión, etc.; y en última instancia, termina por herir al cuerpo.

No hay dolor que desaparezca simplemente por ignorarlo.

miércoles, 27 de marzo de 2013

CREATIVIDAD Vs. REPETICIÓN




Muchas veces creemos tener razón, o LA razón. Otras veces creemos saber, o poseer El Saber. Suponemos que hay una sola forma de encontrar relaciones entre hechos, una sola forma de hallar respuestas a nuestras dudas, una sola forma de sucederse los acontecimientos, -como la causa y el efecto-; cuando en realidad todos conocemos que existe la sincronicidad, a la cual llamamos usualmente, casualidad.

Suponemos también, -y mal-, que la nuestra es una forma adecuada y "normal" de razonar, a la que todo el mundo debiera comprender fácilmente por el solo hecho de hablar; y nos asustaría descubrir sin embargo, la frecuencia con que esto no sucede, dándonos la mano con quien en lo profundo disiente con nosotros, y peleándonos con quien inadvertidamente, piensa de un modo similar.

No obstante, las concatenaciones que nadie distinguiría a través de un ejercicio lógico; suelen ser las que bajo la forma de "accidentes" o pura suerte, se combinan para determinar el nacimiento de nuevas ideas, nuevos descubrimientos, nuevas artes y todo aquello que hasta ahora no había existido.

Entonces, para qué tener razón?. Por qué luchamos tanto para quedarnos con el triste premio que tiene el sabor de una batalla que se gana a expensas de quedarnos solos, y sin descubrir nada nuevo que nos lleve a subir un escalón?.

Uno llega a "saber", en el sentido de sabiduría-, cuando accede a liberarse de un modo pre-establecido de ver las cosas, creando nuevos puentes entre lo ya existente, y dando nacimiento a cosas que sin dudas, poseen una energía nueva. Si la invención nace de un modo diferente de concatenar lo que ya conocemos, es mejor que intentes salir de tus esquemas, e incluso, que combatas tus propios supuestos y pre-juicios. Aprende a utilizar la usina de pensamientos que llevas en tu cabeza; que para repetir la mediocridad, hay tiempo y fórmulas de sobra.

martes, 26 de marzo de 2013

CAMBALACHE, SIGLO XXI.




Me pregunto quien podría pararse frente a una escritura egipcia, y ante todos esos jeroglíficos, exclamar con soltura y sin temor a ser tildado de necio: "No, yo no creo en lo que dicen"?. Sin embargo, no son pocos los que pueden adherir ciegamente a alguna teoría, sin haberla siquiera experimentado por sí mismos o comprobado lo suficiente. Pareciera que sólo es cuestión de que "pegue" con nuestro bagaje de conocimiento, y que no desentone con nuestro edificio conceptual previo, como para que la defendamos o libremos batallas ardorosas, denostando la posición que creemos, -otra vez la palabreja-, que se encuentra en la vereda contraria. Y es que solemos intercambiar sin mayor empacho, a la palabra "creencia" por "entendimiento"; y en un ejercicio de costumbre acrítica, -que venimos practicando cada vez con mayor asiduidad y automatismo-, terminamos siendo movidos por una subjetividad que tras el capricho esconde una mente que cada vez piensa menos y repite más. Así, y con liviandad, vamos convirtiendo a la ciencia en religión; mientras que pasamos la religión a la columna de las ciencias; y sin poner al menos una pausa para respirar, no nos molestamos en averiguar la fuente de donde procede tal o cual información, y menos el origen de algunas ciencias antiguas que por motivos complejos y de poder, se caratularon siempre de superchería por temor a que el hombre deje de temer a su Dios. Como voy a perder tiempo?, -nos susurramos para consuelo-; total..., que más da!, si las escuelas son recintos para llevar a los chicos mientras los padres trabajan, o meros lugares de concentración para que un loco cargue un arma y salga a matar niños.


-Están cerrando escuelas porque no hay alumnos que pisen sus aulas, en este último año fueron 16 escuelas en un territorio tan pequeño como la provincia en la que vivo, y para muestra basta un botón;

-El mayor rating es el de los programas escandalosos;

-Poca gente va al teatro en comparación con la que concurre a las canchas de fútbol,

-y una gran mayoría no lee noticias sino que repite lo que escucha, sin tomarse la molestia de averiguar si es tan solo un rumor.


Quizá debamos replantearnos a donde creemos que vamos, si es que se puede usar la palabra "vamos", en lugar de usar el correcto "a donde nos llevan" de las narices; haciéndonos creer que somos autónomos, libres y extremadamente inteligentes, mientras todo está indicando que lejos estamos de crecer y ejercer nuestra libertad.

lunes, 25 de marzo de 2013

COMO SABER SI TU EGO ES SALUDABLE


Saber quienes somos, difiere de identificarnos con ese ego que normalmente lucimos todos: mayormente nos peleamos entre nos por el color, la raza, las zonas limítrofes, geográficas, ideológicas y religiosas. Nos peleamos por intolerantes, por no aceptar las diferencias, y luego nos llamamos "amplios" y "evolucionados". Siempre en posturas extremas, o somos los salvadores, o nos culpamos de todo. dejando claro en forma indefectible, que hasta con juicios opuestos, tenemos el prejuicio de ser el centro del daño o beneficio, o los dueños de la verdad del universo. Es una pena que lo único que nos haga tomar consciencia de quienes y qué somos, sea aquello a lo que invocamos siempre con nuestras posturas de extremo: el gran dolor de alguna catástrofe en la que todo se derrumba. Sólo allí, podemos observar claramente, lo importante que es saber si el que te rescata cree en tu mismo dios o en los del Olimpo, si votó a tu partido, o al de la oposición. Entonces luego decimos que la letra con sangre entra, sin tener vergüenza de que así sea, y sin recapacitar por el hecho de haber estado tan equivocados mientras lo tuvimos todo. 
Por supuesto, están las excepciones; y en medio de los escombros, trabajan los que no te preguntarán por tu dios, ni por tu billetera. Tampoco querrán juzgarte por inteligente o bruto, por bueno o por malo; ni querrán saber si su idea es afín a la tuya. Allí en el horror, sólo ruegas que te auxilien; y sentirías terror si supieras que el rescate dependiera de la afinidad con tu rescatista. No es cierto?. Entonces, por qué creerte invulnerable y vivir escupiendo para arriba?. O mejor dicho, para afuera?. Animarse a ver la propia sombra, tiene como premio el ser una persona felizmente integrada, con menos ego y más corazón. Quizá más parecido al de los perros, que no se preocupan por tu raza, ni tu casa, ni tu jefe, ni trabajo, ni poder económico, ni religión, ni ideología. Tampoco se fijan en tu ropa, si eres pobre, o estás desnudo, enfermo o hueles mal. Simplemente están allí, para ayudarte con su ejemplo, a desarrollar un corazón abierto porque ellos saben quienes son, pero no poseen el ego estrecho del humano. 
Quizá esto sea lo que tengas que recordar  cuando intentes definir entre una postura egoica sana o enferma; puesto que lo sano, es más bien lo que tiende a parecerse a lo natural. 

sábado, 23 de marzo de 2013

TRISTES, DEPRIMIDOS, TAL VEZ DORMIDOS - Por Gabriela Borraccetti

Solemos escuchar mucho más seguido que años atrás, la famosa frase "estoy deprimid@". Quizá gracias a una banalización, comenzamos a ponernos etiquetas que tienen un peso atroz sobre nuestra alma, y sin saber, vamos cargando ese peso, repitiéndonos una y mil veces un error disfrazado de verdad.
Estar deprimido, no es lo mismo que estar triste, ni angustiado; dado que es muy común que el depresivo no manifieste tristeza, pero sí presente como síntoma principal, una total falta de interés en el mundo que lo lleva a recluirse, a no poder trabajar, y a perder todo atisbo de disfrute de la vida cotidiana. En estas instancias, quien padezca de tal dolor psíquico, no encuentra sentido a un mundo que se le pinta de gris, siendo el silencio, -que es lo más parecido a la muerte-, el centro de su corazón.
Con todos estos ingredientes, sabremos reconocer que ante hechos como la muerte, la pérdida de seres queridos, -hijos, pareja, padres-, el presenciar accidentes, asesinatos, o hechos que contengan componentes catastróficos imposibles de remediar; no será correcto hablar de depresión, sino de un estado de duelo; aquello que por otro lado es una reacción normal ante una pérdida; siendo patológico en cambio, encontrarse como si nada hubiese pasado, siguiendo un curso de vida normal ante algo que ya no tiene solución ni retorno. En este punto es necesario reconocer, que en líneas generales,  estamos algo más "inmunizados" al dolor, gracias a lo reiterado de su presencia en el día a día.
Los bordes diagnósticos son difíciles de comprender, y para el caso, no nos ayuda mucho conocer cual es la mejor etiqueta para cada ocasión. Sin embargo, estaría muy bien poder quitar de nuestra mente, la costumbre de llamar "depresión" a todo estado de tristeza, de agobio o de ansiedad; tomando como solución a las famosas pastillitas que hábilmente la industria farmacéutica, nos vende para "adormirlar"  aquello dentro nuestro pretende ser escuchado. Gracias a la postura comercial de las empresas que facturan más cuando estamos sometidos a grandes preocupaciones y a un clima violento, hemos aprendido el error de creer que el problema está en nosotros si no somos capaces de resistir el diario vivir en un mundo que ojalá, se pareciera a una jungla.
Dijo Freud  : La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas; y puede ser este el mayor problema que atravesamos como sociedad: nos falta interés por el prójimo, solidaridad activa, y empatía; dado que estamos demasiado ocupados en sobrevivir, y sometidos a un esquema que hace del bienestar, una quimera. Instalados en un sistema que coloca al utilitarismo como su dios; las relaciones se someten a un proceso de deshumanización que deja expuesto, -aunque incosnciente-, un dolor psíquico imposible de sobrellevar día a día, como si nada estuviera sucediendo. Los niños en las escuelas,  los adultos en el trabajo, y todo el mundo en la calle; somos víctimas de una violencia que no sólo se da a punta de pistola; sino que cuelga como la amenaza de ser prescindibles laboral, social y humanamente; generando todo esto un cuadro que, lejos de ser una excepción, está pasando a formar parte de una escala de valores que en definitiva, apunta a que sobreviva el que menos se preocupe por los demás.
En fin; quizá debamos reconocer que más que deprimidos, estamos en camino de hacer de la tristeza, el miedo, el dolor, la indiferencia, y la preocupación pasiva, nuestro estilo de vida; y que la forma de cambiar la dirección en la que estamos yendo, es primeramente, abrir los ojos ante las recetas facilistas que nos venden quienes manejan el poder.  El consumo, -de pastillas, de bienes, o de cualquier cosa que se nos ofrezca como panacea para ser feliz-, es simplemente un cuento que nos distrae de lo humano, lo sensible y lo amoroso; y que no podremos cultivar si seguimos como autómatas, tomando píldoras, o vacaciones de diez días, para tolerar 360 de infelicidad.
Mientras tanto, la voz interior que seguimos intentando desoir, nos dice: "No eres un objeto, sino un creador dormido"; ... y esa es nuestra mayor tristeza.

viernes, 22 de marzo de 2013

LA GENTE DESCARTABLE - Por Gabriela Borraccetti

La palabra responsabilidad significa la capacidad de dar respuestas ante la vida, no obstante, se la suele asociar con lo que pesa, duele, limita y constriñe porque al parecer, es ella la vía regia por la cual sorteamos los obstáculos que nos llevan a arribar a algún tipo de meta.

Con ello, la vida nos alecciona para que comprendamos que los logros, no están ligados a la suerte sino al trabajo y que la dificultad que padecemos desde que comenzamos a dar los primeros pasos hacia el objetivo planteado hasta culminar en el logro, suele estar en relación directa con  los merecimientos obtenidos una vez plantada la bandera en la cumbre.

Habiendo demostrado que las ganas de llegar son más fuertes que cualquier tipo de tropiezo, traba o piedra,  la experiencia suele provenir de un mérito personal basado en la determinación de vencer los obstáculos para transformarlos en posibilidades y la adquisición de la misma, nos enseña que nada es un camino llano y liso hacia el éxito, sino que es requisito estar dispuesto a dedicarle un buen tiempo de aprendizaje para merecer el titulo de "experto".

No obstante, a juzgar por lo visto y vivido en estos tiempos,  la palabra experiencia ha quedado cubierta por el  moho de lo que se desdeña y se devalúa y aunque a muchos haya perjudicado en su momento, -y hasta la actualidad-, hemos asistido a su entierro mientras era suplantada por lo que aprendimos a denominar  como facilismo, arribismo, y todos esos adjetivos que hablan de una total falta de dedicación.

Por la década del 90, -y en nombre de la modernidad y el crecimiento-; se eliminó de la población laboral activa, a todo mayor de treinta y algo, que a partir de ese momento, pasaría a ser para el mundo del trabajo simplemente un "viejo". La situación empeoraba si además, dicho "viejo" osaba tener un título profesional, dado que su "ambición", no lo calificaba para ser pisoteado como una rata del albañal por un muchacho joven e inexperto, con el título de gerente, CEO, o cualquiera de esos nombres largos y rimbombantes que incluso en los restaurantes, suplieron a la simple y nada elaborada ensalada de lechuga, por algo de nombre más llamativo.

Un jovencito, comenzaba  a ser gerente, -y no jefe-, de algún departamento, se subía de categoría a la común y cotidiana ensalada, llamándola  "fino colchón de hojas verdes".

En tan solo unos años, y junto con los requisitos que antaño se pedían como credencial de capacidad, -entre ellos la edad suficiente-, desaparecieron los currículums, siendo lo más valorado a partir de entonces, lo que se convino llamar "flexibilidad",  palabra que, traducida al castellano y la práctica, remitía a la posibilidad de rotar de trabajo tanto como fuera posible, y que obviamente describía una situación que sólo podía sostener alguien lo suficientemente joven, exento de grandes obligaciones, libre de cargas familiares, y cuyo mayor perjuicio radicara en, -a lo sumo-, no salir un fin de semana o no poder comprar un litro de cerveza.

Lamentablemente la situación no se detuvo allí, y gracias a la exclusión masiva de mano experta, se generalizó la creencia de que lo necesario para llegar a algún lugar de importancia, radica en el escándalo, el sálvese quien pueda, el consumo,  la ley del menor esfuerzo, los títulos express, la cultura de lo "fast", lo "easy", lo "light", y lo "quick", que lleva a adquirir por vía rápida, aquello para lo que antes,  había que invertir tiempo y algún esfuerzo.

Mientras los funcionarios nos roban con factura, y los vagos lo hacen a punta de pistola,  nos repetimos a cada paso que "las cosas son así",  perdiendo de vista que donde no hay responsables, no hay justicia; y donde no hay justicia, sólo existe el sálvese quien pueda. Y si cada uno tira para su lado, ¿que será de la amistad, de la palabra, de la solidaridad y de todos los valores que tienen que ver con el tejido social?. En fin, como veremos, en el fondo, estamos enfermos de algo cuyo remedio tiene que ver con lo que hoy simplemente llamamos "viejo", y que junto con nuestros mayores, arrumbamos en un asilo porque todo, incluso la gente, se ha vuelto descartable. 

miércoles, 20 de marzo de 2013

MANIPULACIÓN, VENGANZA Y JUEGOS DE PODER


Hay momentos en la vida en donde una especie de enojo profundo y quemante, sube a la superficie y transforma nuestros sentimientos en algo que se parece mucho más a la envidia que a cualquier sentimiento positivo que podamos albergar. A pesar de que nos ufanemos de no haber sentido jamás algo así, de repente nos encontramos "persiguiendo" los pasos, los escritos o las actividades de una persona, con el sólo fin de espiar lo que hace o dice y poder someterla una crítica despiadada e incluso cruel; o intentamos por uno u otro camino asestarle algún golpe no de puño sino emocional, psíquico o intelectual, al que reciba como "revelación" de nuestro poder de impacto. Es como si lo único que nos interesase fuese dañar a ese otro por habernos despertado algo que ni siquiera nosotros nos animamos a definir ni a confesarnos a nosotros mismos, pero que nos convierte en seres compulsivos, ensañados con quien creemos que nos provoca tal odio a causa de situaciones que nos han tocado algún punto que ahora ha reaccionado con un tremendo dolor, enojo u odio, y cuya magnitud incluso carece de proporción lógica. No obstante, muy lejos de la superficie de nuestra psique, y bajo muchas capas de represión, bulle la lava de un volcán que como tal ha esperado mucho tiempo para temblar de ira y comenzar a despedir sus primeros vapores. Avisados de este modo de que algo está por explotar, las personas que tenemos alrededor, huyen despavoridas antes de ser tapadas por la erupción; y sin tener nosotros la más mínima consciencia de nuestra actitud, interpretamos esa huida como el mayor de los desprecios, la mayor de las humillaciones, y la confirmación de nuestra sospecha respecto de estar siendo despreciados y humillados. Nuestra vida se vuelve un cavilar constante acerca de este enojo irracional y profundo, y el tiempo se vuelve un eterno juego de manipulación e indirectas que convierten en un infierno nuestra vida y la de los demás.

Debajo de esta conducta está almacenado un gran dolor y una gran frustración emocional que ha quedado viva y furiosa en nuestro inconsciente desde los tiempos en que la palabra y el movimiento voluntario no existía, y que por ello dependíamos de otros para poder vivir. Un bebé de días o meses, siente que si no, llora no come; y que si no come, se muere. La satisfacción de una necesidad básica nos remite más tarde a ser queridos, y la frustración de la misma en forma inmediata, termina para algunas personas por singificar abandono, desprotección y desprecio. El temor que produce la incertidumbre de un bebé que desespera por no ver a mamá en el horizonte considerándose arrojado a la nada, es la base de ese sentimiento que de adulto se hace presente cuando se pretende dañar a quien de alguna forma, consideramos que nos ha frustrado, postergado u olvidado.
Cada vez que intentamos "vengarnos" veladamente de alguien, o inducirlo a algún tipo de malestar para que sienta el aliento de nuestro  poder, no estamos más que actuando como niños impotentes que precisan la teta que no aparece; solo que ahora somos grandes, y podríamos pedir y conversar acerca de lo que nos ha dolido o lo que nos hace falta. Como dice la ley física, nada se pierde, todo se transforma, y estas son energías que se han enterrado pero no desaparecido; y que muchas veces sentimos como una amenaza que se esconde como un monstruo debajo de la cama, en el placard, o nos suelta el aliento en nuestras espaldas. Quizá el poner estas palabras en la consciencia, nos sirva para preguntarnos si vale la pena ensañarnos con personas y situaciones,  como si de ellas dependiera realmente nuestra vida. Por otra parte, aceptar que esto nos pertenece, nos convierte en seres humanos; mientras que negarlo, agrega una capa más de piedras, que algún día explotarán hacia afuera, o implotarán y nos dañarán por dentro.
Que tengas un buen día!