domingo, 29 de noviembre de 2015

PSICOPATOLOGÍA CONTABLE DE LA VIDA COTIDIANA: CON EL PERDÓN DE FREUD.

De a poco nos vamos acostumbrando a utilizar el lenguaje de otras ciencias para definir asuntos humanos. Es notorio como vamos des-sensibilizando al amor, los vínculos, las relaciones, torciendo y trastocando las expresiones del alma humana por terminología financiera, contable y llena de gestos de toma y daca que inyectan un montón de basura psíquica y que convierte la vincularidad y el ser en una operación comercial o estética.
Entre las palabras o frases que van a la palestra, tenemos a las siguientes estrellas de la nueva psicología light:

NEGOCIAR:es  una transacción entre dos personas que tienen diferencias. Yo te doy, vos me das a cambio. Cedo en esto y prometo no molestarte en aquello y lo que falta en el medio es un escribano público que selle las actas de compromiso.

INVERTIR TIEMPO: una forma helada de decir que tenemos que hacer un depósito medido en minutos, horas, días o como a Ud. le convenga mejor en el plazo fijo de su vida, como ejercicio contable que redituará en un beneficio que se supone afectivo.

COSTO DE LA RELACIÓN: se ha reemplazado el valor por costo y el costo puede ser en efectivo o en cuotas. Antes de admitir que se ha hartado, cansado, equivocado, se trata a la relación como a un objeto que se ha desgastado. No podemos utilizar mejores palabras como rutina,  acostumbramiento, conocimiento mutuo, ni seguridad: es COSTO. El de habernos conocido.  De hecho, tenemos miles de relaciones que comienzan a desarmarse porque estas relaciones se han transformado en nuestra...

ZONA DE CONFORT:
Proveniente del diseño de interiores, la arquitectura y otros cálculos, esta frase se ha transformado en la etiqueta mágica y  marketinera  que define no solo nuestras pocas ganas de cambiar aquello que no tenemos ni media intención de cambiar, sino que obtura con esta fácil explicación, la búsqueda de lo que somos incoscientes de tener que cambiar por nuestro bien. Por lo general, las zonas de confort suelen ser, -contrariamente a lo que se aplica-, aquellas cosas, situaciones o personas que nos estancan y no a lo que otro nos da como causa del estancamiento. La "zona de confort" es lo que hemos hecho carne, se ha vuelto inconsciente y nos daña; pero como todo lo inconsciente, nos atrae como un imán porque del lado de afuera se nos presenta el desafío de lo nuevo y lo que no conocemos.  Aún así, se utiliza esta nueva dimensión arquitectónica,  para adjetivar como "confortable" a PERSONAS con las que no tenemos que luchar ni lidiar para conseguir algo.
Sepa que es  algo espectacular par alimentar síntomas histéricos, que más allá de lo despectivo que suene el término "histeria", si de algo se alimenta, es justamente del deseo insatisfecho, Si todo lo tengo, no encuentro motivo de que quejarme, y sin queja no hay nada que desear. Y aquí es cuando empieza a confundirse lo que es el amor con lo que es el deseo. Para otro capítulo, pero que quede claro que esta es una escultura diseñada especialmente para este tipo de neurosis.
Un consejo: si no quieres la rutina, si querés vivir de emoción en emoción, si no querés alguien con quien estar en una zona confortable, vé a buscar a tu amante en la punta del Everest!. Pero si quieres separarte de verdad, llama a eso por su nombre: ya no te amo.


PRECIO DE AMAR. Si bien esta metáfora parece el título de un teleteatro, este epíteto nos sugiere que amar se paga caro, y si no es caro, no es amor. TIENE QUE DOLER. Esta acepción contable es hermana del costo de la relación. y reafirma que lo esperable no es crecer en la diferencia, ni sostenerse en la llanura de la zona del confort sino sufrir.

Y por hoy dejo aquí. Si quise dejar un pequeño resumen de cuanto estamos haciendo por poner ladrillos en nuestros pies, des-sensibilizarnos, y lanzarnos sin paracaídas al fondo de un mar de números en donde el alma no prospera. Seguimos entre el Ser y el Tener, y si seguimos por este camino, solo será tener para ser infelices.
Freud nos proteja!

Nota: El título se debe aun artículo que Freud tituló PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA COTIDIANA, que muchos psicólogos debieran leer antes de adoptar un lenguaje cosificador del alma.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

¿ALGUNA VEZ...

Alguna vez tomaste consciencia de cuanto te cuesta tener un pensamiento feliz, en contraposición con lo fácil se te hace tener muchas ideas y elucubraciones negativas?. Es como si el miedo fuese la base de una cultura que en lugar de programarte para lo mejor de la vida, hubiese tratado de poner un pié sobre todo aquello que podrías haber sido, hecho o creado. En el fondo de tanta pésima "educación", se encuentra el enorme temor a la capacidad creativa del ser humano, por lo cual se lo esteriliza generándole trabas, culpas, prohibiciones.... arrimándole como refuerzo el temor al castigo de algo superior si es que llegase a superarse a sí mismo: dios, el diablo, el cuco, los padres, las autoridades. y así, hasta erradicar la fé por la buenaventura y la generosidad de la vida . 
Desde ese lugar negro, con lentes negros y panorama negro, nada puede ser más difícil que estar contento, o evitar resignarse entre lo malo y lo peor. Por eso, si tomas consciencia de que la cultura actual introduce en nuestro cerebro una fórmula de felicidad que es puro tener y apariencia selfie de la felicidad en contraposición al desarrollo de un centro genuino de mismidad, no habrá nada en este mundo que pueda prohibirte SER, salvo que sigas tomando por cierto que la felicidad se compra o se finge. 

sábado, 21 de noviembre de 2015

MEJOR, ME VOY A BAÑAR!

Nací en un año en donde incluso el titular del periódico del día, era acerca de la guerra de Vietnam. Crecí escuchando que los mejores productos eran Made in Usa y esperando que alguno me trajera la muñeca importada que hablaba. Lo "mejor" se decia que venía de afuera y lo nuestro era de cuarta. También creía que Dios castigaba y amontonaba en mi cabeza estupideces por el estilo a las cuales creí a pié juntillas por unos años, ya que la gente adulta que se ocupaba de educarme, me habían convencido de que tenían razón y que decían la verdad. Por eso, exigían de mí que yo no ocultara nada , (siempre obedecí y pagué un costo por expresarme), pero al principio, creía más en ellos que en mí. Como era muy sensible y muy temerosa de lo que dijese "la autoridad", fuí tierra fértil para que en mí crecieran mentiras como flores que parecían verdades, pero algo adentro mío siempre fué muy subversivo y contestatario aunque de boca para adentro. Sin embargo, un día me animé y empecé a sospechar que la gente grande desconocía el significado de las palabras o mentía, y para dirimir esa duda, empecé a utilizar el diccionario. Como era eso de que había que tener temor de Dios cuando Dios era todo amor????????. El temor y el amor son incompatibles. Y ese fué el principio. Tenía 6 años y ya no me podía quedar con lo que me dijeran porque el "Larousse" no creo que tuviera la misión de torcer la esencia de las palabras y terminó por darme la razón con definiciones bastante más claras que las que escuchaba a diario. Aprendí a dudarlo todo, empecé a buscar el significado de las cosas por mí misma y no estaba dispuesta a ser una ensalada de contradicciones para heredar a mis hijos que suponía, serían sensibles, influenciables y tortuosos igual que yo. Se ve que la psicología me encontró antes que yo a ella, pero tardé en darme cuenta. Todo parecía ser un mundo muy loco en donde la cosa era obedecer y no cuestionar. Pero a mí no me causaba gracia esa concepción de las cosas y pedí a los 9 años a mis padres, que me saquen de ese lavadero de cerebros privado y religioso con el que Jesús no estaría de acuerdo. El solo poder pagar esa cuota, dejaba a muchos nenitos afuera sin poder aprender a leer y escribir. Los uniformes eran carísimos,y como si fuera poco, solo se podían comprar en el colegio, siendo las mismas monjas las que bajo la prédica de la pobreza, te los vendían. O yo estaba volviéndome loca o vivía en un mundo retorcido. Preocupada por eso, fué que hice el pedido de pasar a una escuela del EStado. Esa forma de pensar me valió muchas veces el mote de zurda, palabra que recién comprendí mucho más adelante y ya sin diccionario, puesto que en él no existía la más mínima mención al sentimiento de solidaridad con el que menos tiene. Una cosa era adherir a Marx y la otra era creer que algunos comerciaban en nombre de Dios. No obstante, a medida que iba creciendo, la cosa se empezó a complicar porque ya no se trataba de un significado encontrado en el diccionario, sino del sentido más complejo de la existencia misma, de la interacción entre las personas, de los pensamientos que se inoculan y de obediencias debidas que como ví mucho tiempo después, puede ser el acabose de vidas irrecuperables. Empecé entonces a atar cabos del por qué se decía que el juguete importado era mejor, por qué había que creer en un dios salvador y ahí tuve que ver lo triste que es escuchar suspiros siempre por un Otro que nos va a salvar y a dar lo mejor. El precio de esa formación es el desprecio por uno mismo y el dejar en otras manos aquello que a uno le corresponde. Como se podrá observar, el mundo y yo aún no nos ponemos de acuerdo, pero sigo en el mismo camino de ir a contramano y de comenzar a aceptar que eso no es tan malo, salvo el sentir que algunas veces uno se encuentra caminando en el desierto. Hoy volvemos a estar en guerra, esperando del extranjero y de Dios que llegue la solución; y mientras tanto, vemos como en los medios masivos y en el mundial Facebook, se velan videos e imagenes por violentas, sobre todo cuando los muertos, son los del lado más indefenso, sin considerar por supuesto, que lo que violenta no es lo que se ve, sino lo que sucede: un bombardeo por aquí, miles de proyectiles por allá y una solidaridad siempre incuestionable con el que bombardea. Aún tenemos inscripto que lo de afuera, es lo mejor, lo que otro dice es verdad y ... mejor me voy a bañar!!!.