viernes, 18 de noviembre de 2016

QUE SE HA QUEBRADO EN LAS RELACIONES?, DEL NO TENGO NOVIO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO


-por Lic. Gabriela Borraccetti-

A medida que pasa el tiempo y vamos alejándonos de los años en que la mujer era la fregona de la casa, arrodillada para limpiar el piso y condenada a ser un modelito de predisposición para la vista y los antojos de su marido, nos adentramos en una cada vez mayor encrucijada respecto de cual es el rol de una mujer que no quiere ser ni la geisha del hombre, ni la SOLTERA que pasa por "rara" por no "conseguir" pareja.

El problema es que hay muchas cosas que hemos cambiado y nos pasan desapercibidas a la hora de evaluar POR QUÉ estamos sueltas (no solas como se nos quiere hacer creer).

En primer lugar, no hay que olvidar que el matrimonio y la monogamia, no son otra cosa que un invento cultural creado para asegurarle al señor que su señora esposa, no le será sexualmente infiel.

Eso de que "la madre es siempre cierta, el pater sempre incertus est",  no es solo una frase que describe lo imposible de saber a ciencia cierta si el esperma que entró en el óvulo de la mujer, es el del "dueño" de esa propiedad sexual privada que hemos sabido ser,  sino que fué el motivo principal por el cual se creara el tabú de la VIRGINIDAD, seguido para refuerzo por la institución del SAGRADO MATRIMONIO,

Una vez  ingresada al mundo del registro civil y anotadas en un libro de oficialidad,  sigue el consumo de los espejitos de colores con la  emocionante bendición, -las que quedan afuera no tienen esa dicha-, el vestido blanco pureza, - que remite al himen intacto que de intacto no tiene nada-,  la fiesta, -un derroche de dinero que podría garantizarnos más de un viaje de placer-, y la entrada triunfal por la pasarela de alfombra roja, quizá única posibilidad de convertirnos en una STAR.

Este último paso es fundamental, puesto que TODAS LAS MIRADAS se posarán boquiabiertas en nosotras, -al menos eso imaginamos-, cumpliendo así el deseo infantil de cobrar la fama y el mismo protagonismo que las estrellas de Hollywood. (Otra de las trampas del ego que entusiasma más por el cotillón, que por la fe  sospechosa de tanta gente que para lo único que entró a la iglesia, fue para ser OBJETO de la mirada del otro y no quedar fuera del plato de los sacramentos).

Acto seguido, el rito se cierra con la argolla en el dedo, es decir con la "idem" sellada y obturada en incorruptible oro, dejando entender que allí, en ese agujero, no entrará más que ese solo dedo. (Léalo como guste).

Hasta acá, las cosas como nuestras tatarabuelas, abuelas, madres y en realidad toda la cadena de mujeres que nos precedieron, nos enseñaron. Y vaya que por suerte, no salió muy bien.

Las hijas de la última generación de vírgenes temerosas de no poder casarse jamás, dio  a luz a las primeras hetairas que se atrevieron a denunciar que tenían hormonas, que querían libertad y para ello,  entre otras cosas, se sumaron a la casa, los hijos, la limpieza y la cocina, el yugo de la vida laboral bajo patrón.

Eso nos haría libres. Pero... libres de que o de quien?.

Ninguna quería parecerse a su madre: la esclava familiar encerrada siempre en casa, que con el carácter agrio y llorando en secreto su hartazgo, escondía la siempre insidiosa sospecha o confirmación de que "allá afuera", todos tenían una vida que ella desconocía. Incluida la de su marido.

YO NO VOY A SER IGUAL QUE VOS!, fué el grito de guerra. Y ahí empezó la desobediencia.

Dejamos de temer la soltería, nos abrimos a la sexualidad, al trabajo y a las mismas tareas que el hombre, pero no dejamos en el fondo de ser Susanitas.

El problema es que roto el pacto de principal interés, -el controlar la sexualidad femenina para apuntalar el poder masculino-, ¿cual es el negocio de casarse con alguien que ya no tenga miedo de ser estigmatizada, apedreada y dejada fuera del mercado casamentero por haber roto su himen antes de la boda?

Sin darnos cuenta, rompimos con el contrato sexual disfrazado de amor, blancura y campanitas. El cerrojo que se nos colocó en los labios inferiores se abrió y eso nos vale ahora la violencia de género y el lugar de objeto descartable.

Hemos escuchado, seguimos viendo y nos seguirán alimentando a fuerza de novelas, -ahora a través de facebook por si no tenemos tiempo de ponernos a tejer mirando la tele a la tarde-, los viejos libretos que ahora, solo sirven a las ganancias de la industria de la fiesta y tratan de mantener una serie de variables que sostienen un sistema de consumo que moriría si se termina la institución del matrimonio.

Para quienes manejan el poder y saben del negocio que significa la familia, no será nada difícil hacernos la película de que existe en algún lugar el hombre tierno, incondicional, que muere en silencio por nosotras, se hace el duro pero en realidad nos escucha y después de trabajar todo el día, no ve la hora de preparar el mate para esperarnos en casa y saber que nos sucedió en el trabajo, aunque disimule malestar para no parecer un flojo. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh! que paraíso!.

En lugar del anillo, -y como no encontramos otra forma de ponernos vestidos para pisar un altar donde todos nos vean-,  nos sacamos selfies con un beso para colocar en la portada de la red social y dejar en claro que EL ME PERTENECE.

Obviamente, las que no consiguieron una foto pública, -supletorio devaluado del antiguo anillo-, evalúan ese gesto como signo de "novia oficial", aunque la oficialidad hoy dure 3 días.

Como vemos, en un análisis simple, básico y sin entrar en demasiados detalles, podemos comenzar a observar que la liberación nos valió violencia de género: se nos pega y se nos castiga por haber dejado de ser una propiedad y un servicio de cama y lavandería a cambio de una sortija.

Y por supuesto, hasta que comprendamos de verdad, en forma íntegra y esencial el significado de nuestra libertad, tardaremos en asimilar que no tenemos que dar pasos hacia atrás, llorar y ceder hasta el maltrato, para no sentirnos "fuera del mudo". Recién comienza un duro camino de despertar a una verdad que está lejos del mundo que nos pintaron con moños rosa.

Aún nos queda mucho por comprender acerca de nuestro papel en el mundo: no se trata de ser la señora de, no se trata de ser la flaca, la linda, la exitosa para.... Se trata de ser personas felices antes de buscar la felicidad en el único y fracasado modelo de tener que ser un bien que se anota como  perteneciente a fulano en un registro civil.

Si alguna vez dos personas se encuentran, es porque dicho encuentro no está basado en ceder posiciones. La PARIDAD es la única forma de caminar juntos y por el momento, somos hombres y mujeres que están abandonando un paradigma obsoleto para forjar uno en donde el dominio, la cosificación y el maltrato, queden atrás.

Ellos tendrán que asimilar que no somos su propiedad. Nostras tenemos que comprender que eso no era amor.

Si estás suelta, si es difícil caminar de a dos, no es porque eres "rara", fea, poco querible o una especie de alien, sino por el contrario, alguien habitada por un divino descontento que impide quedar atascadas a formas injustas de amores equivocados.

miércoles, 19 de octubre de 2016

ANTES DE LLAMAR A ALGUIEN FEMINAZI



Algunos chistes que corren por internet, terminan "aguados" por la protesta de mujeres a las que se denomina de un tiempo a esta parte, como "feminazis". Mujeres que al ver en una página graciosa el dibujo de un hombre abriéndose el sobretodo, con la pelvis inclinada hacia adelante, frente a una señora horrorizada y al lado de una leyenda que dice "vení a vernos que te mostramos todo", en lugar de reir, se indignan.


En lugar de sumarse al show del ingenio, el festejo y la chanza, ella levanta una queja, explica su desaprobación y tira por la borda con su "fanatismo", el clima festivo del resto que se toma revancha por ese acto irrespetuoso de poner el grito en el cielo. Uno la insulta, otro la destrata, otro la manda al psicólogo, otros defienden al autor del post, otros la califican, otro la descalifican, muchos se burlan y alguno, a las perdidas, intenta entender aunque no entienda.


La reflexión es: Acaso una mujer puede reirse de lo que viene pasando en un tren o un subte desde que asomó su cabeza al mundo?. Puede quedar impávida ante esos tipos que la acosaron desde pibita diciéndole o mostrándoles sus genitales en plena calle?. Y si es madre, puede vivir tranquila al ver a su niña frente a la pantalla de una computadora? Puede ella quedar como si nada cada vez que su hija sale del hogar aunque sea a comprar un caramelo?. Puede alguien tener el corazón en paz a sabiendas de que si antes esto sucedía, ahora como si fuera poco, puede costar la vida?.


Para los hombres, -que no han sido acosados, bombardeados a groserías acerca de su cuerpo, franeleados en el transporte de pasajeros ni han sentido jamás en su cuerpo el friegue de los genitales de nadie-, esto es solo un chiste.


Para quien lo vivió o lo vió alguna vez, -casi todas hemos encontrado algún pajero por la calle-, sabemos muy bien del terror que causa, la impotencia y la indefensión que se siente. Y es obvio que quien más presente lo tendrá, es la mujer que por lo visto, sigue bastante sola el camino que le toca transitar. Mientras el hombre considera a la calle como un espacio común, la mujer lo transita en medio de una balacera de agravios a los que se llamó "piropos", donde su cuerpo fué objeto de observación, calificación y guarangada y junto con ello aprendió que el hombre, podía avasallarla y tratarla como a una cosa, una inferior, un objeto. Lo terrible es haber tenido que llegar a este extremo para pedir por favor, que no nos maten ni nos maltraten. En muchos casos, aún no somos conscientes de hasta qué grado esta sociedad, nos ha condenado al lugar de la falta. De hecho, "ellos tienen" lo que nosotras no. Así es el tema del poder en un psiquismo falocéntrico.


Muy lentamente iremos encontrando nuestro lugar: después del feminismo, después del machismo y después de tantos sismos e ismos que quizá nos dejen arribar al territorio de lo femenino. -Gabriela Borraccetti



viernes, 30 de septiembre de 2016

NADA NI NADIE PUEDE AYUDARME



Sabemos que todos tenemos determinadas características a las que achacamos el motivo de nuestro sufrimiento. Generalmente es el "exceso" de una virtud, -como la gran fragilidad, la sensibilidad, la receptividad, la generosidad, etc. -, la que nos deja, -según nuestra defensiva y argumentativa teoría-, en estado inerme, siendo arrastrados por los bajíos de la vida y sobre todo por  "los malos",  a ser víctimas condenadas por nuestra "bondad".

A todo eso, -que en realidad se llama "síntoma" y no es ninguna facultad sobresaliente, -salvo bajo los criterios de una valoración muy personal y muy inconsciente-, podemos seguir justificándonos en la maldad del otro o dedicarnos a desenmascarar lo que se encubre por debajo de ese disfraz que tapa sin dudas cuestiones más profundas y menos agradables de los que nos gustaría admitir.

Si para obtener una solución nos tomamos en cambio el trabajo de actuar posturas o actitudes opuestas a las que consideramos "naturales" en nosotros, conseguiremos simplemente cruzarnos al otro extremo y observar el mismo problema desde la orilla de enfrente. El resultado será el mismo, salvo que ahora tendremos un argumento más que sumar en nuestro favor, avalando con supuesto conocimiento de causa, todas las quejas que sostenemos y nos seguirán dejando infelices y sin la solución esperadas. Ser hipersensibles nos lastima y ser hiperduros nos aisla, así que no hay nada que hacer: no hay nada ni nadie pueda ayudarnos y tendremos que seguir perseverando en nuestra teoría razonable que coloca al error, la maldad, la equivocación y el ensañamiento en el afuera, en los demás o en todo lo que sea NO YO.

Como se verá, lo único que resulta de esta actitud de "convertirnos en lo contrario", es el "refuerzo" de nuestras defensas para no ser vulnerados con facilidad, -y para no cambiar-, y sin embargo no solo nos volvemos más vulnerables sino más dolidos, más infelices, más impotentes y más dependientes de la imagen que nos creamos de nosotros: los pobres indefensos que están defendidos hasta los dientes para disfrazar una fortaleza que no existe.

CAMBIAR DE VERDAD implica el reconocer que aquello que nos hace padecer está directamente relacionado con nuestro mundo interno antes que con el afuera, debiendo entonces evitar "automedicarnos" con recetas que nos llevan tomar el camino contrario, cosa de solucionar lo que solo se soluciona buscando dentro del cofre del mundo incosnciente.

No advertimos ni por causalidad que actuar volcándonos al extremo contrario, nos convierte en un carro que se bambolea porque deposita todo el peso en una rueda o en otra, pero jamás está en equilibrio. Obviamente en algún momento gracias a este desbalance, volcamos, y cuando volcamos gritamos como niños: "veis que no tiene solución"!????. Cualquier escudo que utilicemos, como por ej. argumentar (otra vez en nuestra defensa): "es que soy muy sensible", "es que soy muy vulnerable"," es que soy: muy, demasiado, excesivamente ,,,lo que fuere, servirá para quedarnos donde estamos y no cambiar.

Allí, en ese lugar en el que nos movemos, hay algo que inconscientemente nos reporta un beneficio que hay que descubrir y por lo general, hacerlo es tener que defraudar a alguien más, enfrentar un conflicto, pasar por una crisis a la que no queremos ni ver en la sombra y es por eso que nuestro sistema defensivo hace denodados esfuerzos por mantenerse en sus términos. Tal situación es similar a la muerte: algo tiene que morir para poder salir a la luz y si hay algo que el ego no quiere es asistir a su propia muerte.

Por lo general, al justificativo que esgrimimos como un "si soy así, que voy a hacer" , le agregamos el refuerzo de que nadie en la vida ha podido ayudarnos o ha podido con nosotros: "ningún psicólogo, ninguna ciencia, ningún psiquiatra, ningún estudio y es asombroso escuchar supuestos conocimientos que respaldan aquello que NECESITAMOS respaldar. Nada de nada ni nadie puede "salvarnos". Es la mejor excusa para no hacernos cargo y seguir plantificados en un lugar que nos brinda aunque sea una falsa seguridad. Oh ego!!!!!!!!!!!!!!, que poderoso eres!. Nadie puede contigo!!!!!!!!!!!! y eres tan fuerte y tanto te resistes a la destitución. Los otros son tan tontos, tan poco sabios, tan ineficientes, tan ignorantes que jamás podrán contigo!. ¿Alguna duda de que estas afirmaciones remiten a un estado inflacionario del YO?.

Para quien lo dude, mis más fervientes recomendaciones de visitar a un analista.

miércoles, 31 de agosto de 2016

ENCRUCIJADAS

Es muy tarde, y estoy caminando por pasillos largos, interminables, oscuros. Una luz de frente se hace inalcanzable, y a medida que avanzo dos pasos, se aleja despiadadamente tres. 

Me detengo frente a una puerta y me hago de coraje para golpear y pedir una frazada. Tengo frío, quisiera descansar mis huesos en algún lugar. Me siento sol@ y quiero perder mi última esperanza en el momento en que digan por última vez que no. Quizá por eso busco un cobijo, cosa de confirmar que he de quedarme a la intemperie y quemar lo poco que me queda de fe. 

Algo así como hacer una apuesta a la vida: si me dan el abrigo sigo aunque la luz se aleje, si no me lo dan, cruzo el puente y me atengo al miedo de lo desconocido. Golpeo, abren la puerta, me miran y no me ven ni me oyen. 

Algunas veces creemos que decidimos, cuando ya no hay tiempo ni modo de darse cuenta que la decisión estaba tomada en lo profundo del alma, cuya decisión había sido cruzar aún con miedo para salir de algo que ya no podemos sostener. 

jueves, 25 de agosto de 2016

3 COSAS QUE NO DEBES DEJAR DE LADO AL TOMAR UNA DECISIÓN

A cada momento la vida nos pone frente a decisiones que en muchos casos, eludimos.

Contestar a alguien, confrontar cuando no estamos de acuerdo, elegir entre el camino de la conveniencia o de la consciencia, son unas pocas de las tantas situaciones que nos obligan a definirnos y pagar el costo que implica descartar algo para elegir una opción.

Por cada elección que realizamos en nuestra existencia, hacemos una especie de balance que no siempre resulta grato, puesto que aquello que quedará del lado de afuera del círculo que enmarca nuestra personalidad, es muchas veces una característca a la que aspiramos aún si no se trata de una cualidad que respeta nuestra esencia. Todos quisiéramos ser de amianto, insensibles ante el dolor o irreverentes ante la culpa. Algunos quisieran parecer a superman, otros imitar a la mujer maravilla y otros más a santos o gurués; no obstante, en una personalidad balanceada, no hay extremos, menos imitiaciones y por eso hay algunas preguntas básicas que haríamos bien  en responder antes de descartar un camino y elegir tomar posición. .


1: Soy LIBRE de decidir?

Cuando tenemos una disyuntiva, no siempre somos tan libres como creemos: nos acucian las voces de nuestros padres, de la sociedad y de lo que "se dice" que hay que tener/ser/parecer feliz.
Solemos buscar muchas veces la dicha, la aprobación o el éxito siguiendo "mandatos" que poco tienen que ver con lo que en realidad nos entusiasma. Por lo tanto es bueno revisar todo lo que se interpone en en la mente como cuestionamiento al propio deseo, debiendo saber si ese argumento es algo realmente válido o algo que se desprende de la culpa o del prejuicio.



2-Lo que voy a decidir, es un paso en dirección a ser quien quiero ser?


Cada decisión es un paso y cada paso construye nuestra identidad. Si lo que voy a hacer me avergüenza, denigra o disfraza, definitivamente el resultado será convertirme en alguien con doble faz que libra una batalla con dos frentes: uno interno, entre una y otra cara-, y otro externo para tratar de convencer y convencernos de que hemos hecho lo correcto. Al final terminamos siendo esclavos de esa impostura, ya que de tanto falsear nuestra verdadera identidad, terminamos por identificarnos con nuestro invento. Pasado un tiempo considerable de llevar la máscara, no sabemos que responder cuando alguien nos pregunta: QUE TE HARÍA REALMENTE FELIZ?. Y sí, hace mucho que no somos nosotros y nos hemos perdido en el camino de las elecciones.


3-Tomo la decisión que tomo con vistas a dar marcha atrás?


En muchos casos, nos imponemos algo que es correcto pero a último momento, llevados por la inseguridad y poca autovaloración, reculamos y cedemos a un impulso que sabemos será motivo de arrepentimiento. En este caso no queremos pagar alguna consecuencia que por el momento, resulta mucho más importante que nosotros mismos.  Poner la vara alta para no poder llegar y dar recurrentemente marcha atrás, genera un sentimiento de fracaso que a su vez  transmite una enorme volubilidad. De este modo, nos volvemos poco confiables para nosotros y obviamente para los demás, cayendo en un círculo vicioso que va de la autocompasión a la autodenigración. Ante esta situación habría que hacerse el favor de no ponerse varas o hacer un gran esfuerzo para autosuperarnos.


Si has evaluado mínimamente estas 3 opciones, lo único que te queda es NO AUTOENGAÑARTE!. 



martes, 5 de julio de 2016

5 COSAS QUE HABLAN CLARO DE UN EGO INSUFRIBLE

1- TE ENORGULLECEN LOS HALAGOS
Si te levanta el ánimo lo que los demás vean en tí, es porque predomina en tu interior una dependencia al aplauso y una pobre valoración genuina de tus capacidades.


2-CONSERVAS CIERTOS LAZOS PORQUE TE HACEN SENTIR IMPORTANTE
Aunque cierta gente no te llame la atención, te parezca sosa y falta de sinceridad, conservas el lazo porque ha elegido halagarte y deshacerse en piropos que decides creer. Capturad@ en tu ego, necesitas al menos esa dosis de admiración ya que  "PEOR ES NADA" o "TODOS NECESITAN UN PERRO QUE NOS MUEVA LA COLA". La autoestima devaluada y un gran complejo de inferioridad se abaten detrás de este gesto.


3-TE JACTAS DE QUE NADA TE AFECTA
La búsqueda de una imagen dura y el adorar extirpar vestigios de sensibilidad en las respuestas emocionales, son un refugio al pobre ego que se nutre solo de la mirada y la opinión del otro. El problema es que la real protección y la evitación de todo sufrimiento, no llegan a partir de una "postura" o de una desconexión afectiva, -lo que consume mucha energía en represiones y bloqueos-, sino de una aceptación de los propios límites y dolores.  Es imposible protegerse falsificando una postura y menos siendo inmune al lado sensible de la vida. Si no, prueba con anestesiar tu mano y ponerla en aceite hirviendo. Al finalizar el efecto anestésico, veras que la realidad te trae un gran dolor.

4-HACES GALA DE SER DIRECT@ CUANDO EN REALIDAD ERES HIRIENTE
Los que necesitan remarcar el famoso "yo digo lo que siento", suelen ser personas que desean de-mostrar su frontalidad siendo hirientes. Son conscientes de que lo que están diciendo es una punta de lanza clavada en el otro pero como para no hacerse cargo de su ira, deciden disfrazar esta puñalada de una cualidad aceptable como lo es el es decir algo en la cara en lugar de por la espalda.



5-YO SOLO DIGO LA VERDAD!

Quienes se sitúan en este pedestal, están decretando con su propio y único voto, que el resto está equivocado, confundido o es inferior. Para afirmar que lo que se dice es lo único que debe ser tomado en cuenta, se debe autoproclamarse fuera de toda duda, falencia e imperfección humana, es decir que necesitan colocarse en el lugar de dios. Vaya personalidad delirante, no?.


Como siempre, la inflación del ego, está detrás de todos estas máscaras que utilizamos para tapar todo aquello que nos parece deplorable: orgullos, miserias, dependencias, inferioridades, narcisismo e infantilismo en los que se ha quedado atascado nuestro ego.

martes, 28 de junio de 2016

10 COSAS QUE TE PASAN CUANDO EMPIEZAS A ENCONTRARTE-por Lic. Gabriela Borraccetti

1- Puedes disfrutar estando a solas. 

Se convierte en necesaria la propia intimidad y se busca activamente todo aquello que podemos hacer cuando nadie nos molesta.


2-Dejas de depender de los aparatos y puedes "desconectarte" de los chupetes electrónicos.

Cuando bajamos la ansiedad social, empezamos a conectar con nosotros mismos.


3- Comienzass a buscar actividades que te produzcan placer y que concentren tu energía en la belleza, la cultura, la naturaleza y el crecimiento interno. 

Pintar, leer, y sobre todo crear un ambiente acogedor, lleva implícita la necesidad de poner afuera el sello interno. Con la creatividad se potencia la sensación de estar "en eje".


4- Comienzas a elegir los lugares a donde ir, con quienes salir y a quienes borrar de la agenda. 

Ya no tienes deseperación por ser invitad@ a fiestas, salidas y actividades. Eliges tus compañías según afinidad y dejas por completo de lado las conveniencias. Lo genuino se vuelve el punto para poder ser significativo.


5- Encuentras belleza en cosas que antes ni mirabas

Te detienes a observar la vida. Ya no es cuestión de correr sin ver, sino de caminar para disfrutar.


6-No te aferras a la moda, a los mandatos parentales ni sociales. Es más importante ser vos que parecerte o pertenecer. 

Ya no estás dispuesta a sacrificar tus piernas y tu columna por los zapatos de moda, a morir apretada en un jean o sufrir porque tu trasero no entra en el pantalón. Ya no te acomodas al afuera sino que acomodas al afuera para sentirte bien.


7-La edad empieza a importar poco.

Ya no miras el calendario para vivir. Simplemente eliges que es lo que te hace bien, que es lo que te hace feliz y lo pones en práctica. La juventud es un estado del alma.


8-No finges tus orgamos.

Ya no hay que fingir placer: sabemos exactamente lo que queremos y lo pedimos. No hace falta demostrar que somos panteras en celo 24 horas. La mujer que ha encontrado su centro ya no solo no frega pisos: tampoco se pone máscaras hot que cansan igual que limpiar una casa entera.





9- Ya no te callas


Es importante la apertura sobre todo mental. Adios al silencio, adiós a tragar pedidos, dolores, ofensas, amor, gratitud, cariño, preguntas o enojos. Fuera a la Barbie sonriente que solo quiere conquistar a costa de reprimir todas las emociones que aunque genuinas, se adjetivaron de inadecuadas. Ya no es importante ganar en una relación, sino averiguar si vale la pena y si podemos estar con otro sin pose.


10- Mostrarte tal cual eres es EL LOGRO, incluso aunque otros opinen que es algo ridículo.


Aprender a jugar siendo mayor es un reto. Hemos tratado tanto de parecer "cool", "interesantes" y "atractivas" y  nos hemos ido disfrazado de adult@s como si llegar a serlo implicase tener un esqueleto de piedra y muecas de cartón. Liberarse de los estereotipos es lograr ser del derecho lo mismo que escondemos en el revés..., incluso aunque al resto le parezca ridículo.

DANOS UN ME GUSTA Y SÍGUENOS AQUÍ!!!EN PSÍMBOLOS!

jueves, 2 de junio de 2016

JUEGOS DE LA MENTE

Aquello que te da sentido puede ser bueno o malo. Pero el sinsentido es lo que nunca te deja saber como algo puede ser bueno y malo a la vez. -G.B-

jueves, 21 de abril de 2016

HACER LO CONTRARIO: UN REMEDIO QUE ENFERMA

La mayoría de nosotros, al sentirse frustrado, herido, abandonado o puesto a soportar cualquier situación que causa dolor psíquico o padecimiento, tomamos una posición que reza: "pues si esto no funciona, haré lo contrario".

Es así como de ser amables y presentes todo el tiempo, practicamos una actitud indiferente y de "a mí no me importa", esperando en secreto que alguien note nuestra ausencia.
También podemos pasar de demostrar nuestros sentimientos a enterrarlos en la primer maceta de tierra, creyendo que ahí abajo, desaparecerán y nos haremos fuertes e invulnerables.
Si en una sociedad nos dicen que para ser feliz tenemos que tomar drogas e ir a torturar añ cerebro con luces y una música que daña tímpanos, allá vamos aunque el resto del tiempo seamos bastante silenciosos, nos gusten los ambientes intimistas y aborrezcamos los ruidos.
Si uno tiene un sentimiento de libertad y una consciencia de aburrimiento de la rutina, lo guarda en el subsuelo empeñándose en encontrar al candidato para toda la vida porque pareciera que aún, si no te casaste no sos normal.
Si nos han abandonado, no abandonamos ni a palos, incluso aunque no abandonar implique morir de bronca.
En síntesis, hacer lo contrario, es como nacer rubio y teñirse de negro creyendo que con eso, uno pasó a ser otra persona.

El camino opcional,  es aceptar primero que somos muy parecidos a lo que rechazamos y nos hace doler. Que tenemos formas de reaccionar condicionadas por ese dolor y que el modo de resolverlo, no es pasar a la vereda de enfrente ya que eso es simplemente otro extremo de la misma cuerda sino reconocer que ambos extremos, -como podrían ser la cabeza versus los pies-, son parte de un mismo cuerpo. No por ir haciendo la vertical en la vida, las cosas van a cambiar, no es cierto?.
La única forma de dejar de sostener padecimientos proviene de vernos en el espejo que menos nos gusta y tomar consciencia de ello. Una vez ahí, conscientes de lo que estamos haciendo y para qué, ya no es necesario disfrazarnos de lo que no somos, sino encontrar como hemos hecho para anudar ese dolor a nuestra identidad.

Si digo por ej. "baja autoestima",  "desamor", "inseguridad", algunos lo asociarán a pérdidas, otros a abandono, otros a celos, otros a competencia, otros a... cualquier cosa que hayan vivenciado como la causa del sentimiento. Entonces no existe una receta posible para todos, no es factible solucionarla con pintar de blanco lo negro o seguir recetas de libros de autoayuda, ya que cambiar no es hacer lo contrario o lo que nos dicen, sino hallar una forma diferente de leer nuestra experiencia pasada; hallar la conexión entre lo que nos duele y sus causas para ver como se hizo posible el rechazar nuestra naturaleza.

No es entonces cambiar de apariencia lo que nos devolverá el atractivo, no es adelgazando que nos hará ver la vida rosa, ni casándonos, ni teniendo 400 hijos, ni siendo exitosos, ni aplaudidos por un millón, ya que todas, absolutamente todas las personas, desde las más famosas, bellas y poderosas a las más ignotas, pueden sentirse infelices cuando se encuentras solas en casa.

Recuerda: la transformación jamás es ser lo contrario, puesto que de tener corazón a arrancárselo, se pasa de estar vivo a estar muerto en lugar de pasar a ser otro.
Donde hay una pose, hay un dolor. Ser lo contrario es ser lo mismo pero de apariencia distinta y desaprender, es la cura.

viernes, 11 de marzo de 2016

ESPERAR A QUE ME RESPONDAS O DEJAR DE INSISTIR

En la era de la comunicación, no hay nada más fácil que responder un mensaje, pero parece ser que esto deja al descubierto cuestiones de desinterés más que de imposibilidad.

Con apretar un botón se puede hablar y atender a alguien que hace una hora, dos, un día o dos, nos envió un texto o un audio; y si hay algo realmente feo, es dirigir la palabra a quien no nos la devuelve. Es un modo de que te declaren inexistente, una especie de muerte forzosa que te lleva a colocarte en una posición hipócrita cuando te vuelvan a contactar o a desnudar la situación cuando el momento lo requiera. 

Si se elige esta segunda opción, seguramente la cosa terminará mal tan solo porque quien da la cara y no la esconde, es políticamente incorrecto, pero genuinamente frontal.
Uno puede andar con los pájaros volados un día, dos, tres, una semana pero no toda una vida como para no abrir la boca y dejar colgando del celular, del teléfono o de la agenda, los pedidos de encuentro a los que no acudimos jamás.
Solo pierde quien baja la persiana, quien se aísla perdiendo la capacidad de responder, mientras que del lado, el del receptor frustrado, existe otra responsabilidad, otra respuesta posible y es la de quedarse en la espera o ir por  un camino un poco más fluido donde sentirse correspondido y no tachado 

Suelo escuchar que los que más se quejan de este defecto en otros, padecen de la misma incapacidad y la ejercen con total libertad. Bien por ellos si lo que están evitando es ser hipócritas, pero para eso hay que contestar al menos con un "no tengo ganas de hablar contigo". O con un "me importa nada lo que me digas porque estoy en mi mundo", o quizá, "no te considero importante" al punto que "luego me olvido de que estabas intentando hablarme". 

Es lógico que otra opción sea: estoy mal y en este momento soy incapaz de ver otra cosa que no sea mi problema". Suele pasar en situaciones de duelo, pero si se eterniza, podría tornarse en rencor, en una defensa, en un: QUE ME LLAMEN SI LES IMPORTO, hasta que un día, el otro se da por vencido y el primero confirma su mito: ves?, no le importaba!!!! (error común). 

No obstante, hay un problema: la vida no es lineal y te dejará sin respuestas el día que las necesites con ansias. Suele ser así. Quien es desaprensivo recibe su dosis desde el lugar menos esperado el día menos esperado, porque ha trabajado en ello con fruición, aislándose del resto cuando el resto los esperaba. Y el que quedó siempre a la espera, si no dejó de esperar, fabricó también su propia repuesta: "es que no valgo le pena y no me contestan". 

Sin caer en los extremos del demandante 24 horas y del indiferente otras 24, hay un punto que se llama prójimo-próximo. Y cuan próximo se está cuando existen semejantes distancias?. Estas no se miden en kilómetros: se miden en respuestas. 

miércoles, 9 de marzo de 2016

EL PODER DE NO SER NI EL SEXO DÉBIL NI EL SEXO FUERTE: EXCLUSIVO PARA MUJERES.

Tengo 50 años y soy hija de las mujeres que mostraban sus ataques de histeria arqueando la espalda, con escenas de llanto, espasmos sin causa física, desmayos teatrales y manipulación de toda especie cuya condición era que SIEMPRE, delante del escenario, hubiese alguien observando. El drama tenía que ser expuesto y la cosa era asegurarse de que alguien atestiguara el dolor. PODER dar LÁSTIMA o PREOCUPACIÓN,era todo el poder que se creía a disposición y el logro se obtenía cuando después de uno de estos despliegues, se lograba el lugar de centro a través de un dolor, una enfermedad o un padecimiento que ayudara no solo a dominar, sino a dejar al prójimo, -sobre todo a sus hijas o mujeres consideradas competidoras-, fuera de carrera.
En el fondo, competir de este modo tan doloroso y además inconsciente de su verdadero significado, ocultaba la envida y la rabia por perder algo, desde la mirada hasta la juventud, O acaso no suena conocida esa frase que reza ¿QUE TIENE LA OTRA QUE NO TENGA YO?.

A la siguiente generación, aparecimos las que nos rebelamos contra esa forma de ejercer poder y mejoramos el método: ya no volvimos a repetir SI TE VAS ME MUERO, pero nos fuimos al extremo contrario: "A MÍ NADA ME PASA, SOY FUERTE, YO NO SIENTO NADA Y PUEDO CON TODO"; gracias a lo cual pagamos caro el seguir en el mismo lugar de nuestras madres, solo que ahora sin miradas atónitas por la actuación estrepitosa y el temor a que se nos acabara el aire de los pulmones,

Dedicadas al cuerpo, talladas y fabricadas a mano, empresarias y trabajadoras que casi no pueden criar hijos sin ayuda de abuelos, niñeras y demás, abandonamos el hogar llamando a eso INDEPENDENCIA para que otros puedan tomarnos de esclavas, la realización pasó por ser divinas, duras y casi un ser masculino que supo llevar hombreras y vestirnos de hombre hastra transformarnos en admirables y sexys vedettes.

Esto, por supuesto, facilitó que se nos comenzara a utilizar mucho más usualmente como a  objetos, puesto que para serlo, solo se necesita un estereotipo que es lo mismo que decir "un molde", un disfraz que ponernos para tapar nuestra individualidad.
Digamos que cambiamos el ropaje, pero el sentimiento interno es el de "nadie me quiere, nadie me mira y siento urgencia para que alguien lo haga, si no, no valdré nada". El trabajo no me dió lo que buscaba, abandonar la casa tampoco, no siento una vida plena porque pueda comprar mi propia gaseosa y entonces?, a donde está el secreto?,
Ni la dama de las camelias ni la mujer blindada  de acero, pudieron darnos amor.

El grave problema reside en que cambiar de forma y modernizar los síntomas, no erradica el dolor. Nos enseñaron a que el poder se ejerce hacia afuera, haciendo que el otro responda como en las telenovelas:
levantándonos del suelo,
llevándonos al hospital con un hilo de vida,
preocupados por nuestra desaparición porque de pronto parecemos importantes
o corriendo en cámara lenta, algunas veces hasta haciendo largos viajes al otro lado del mundo, para rogarnos que volvamos, porque sin nosotros la vida es nada, o la empresa se viene abajo. (seguro porque encima de ser ultra trabajadoras, somos más económicas y más obedientes  con tal de no perder el "aprobado).


 No están hechas las escenas más rimbombantes de las novelas con este material?.
 No son las más taquilleras?. No son las escenas usualmente finales donde la histeria triunfa?.
Lamento decirles que no es casualidad que el éxito novelero se nutra de estos guiones; pero también quiero avisar que esto, tarde o temprano, se desvanece como se desvanecían las mujeres en tiempos de Freud.

Para el día de la mujer, que pasó ayer y fué motivo de disputas analizando si la muerte de las obreras representaba o no un hito, -como siempre un momento dramático y sin triunfos indoloros-,  me lleva a escribir esto:

NUESTRO PODER NO ESTÁ EN DAR LA VIDA, SINO EN DAR VIDA.

NUESTRO AMOR NO DEPENDE DEL QUE CONSIGAMOS SER EL CENTRO, SINO QUE TENGAMOS UNO.

NUESTRA VIDA NO DEPENDE DE CUANTOS NOS APLAUDAN, SINO DE QUE ESTEMOS FELICES CON NOSOTRAS.

NUESTRA INDEPENDENCIA EMOCIONAL NO RADICA EN NO TENER A NADIE A QUIEN AMAR SINO EN AMAR AÚN SIN TENER A NADIE.

NUESTRA AUTOSUFICIENCIA NO DEPENDE DE TENER UN TRABAJO SINO DE PLANTARNOS SOBRE NUESTROS PIES SIN ESPERAR GESTOS PERO SÍ PARA CONSEGUIR NUESTRO OBJETIVO.

UN CUENTO DE INFANCIA SOLA: LA MANCHITA NARANJA

de Gabriela Borraccetti, el Domingo, 08 de mayo de 2011, 22:34

La puerta gigante de rejas verdes se abría por la mañana. El sol, insistente, salìa a repasar la escena una y otra vez, como testigo de una tristeza inexorable colgada de las alas de aquellos escasos dos años de edad.  Mis ojos, en cambio, no tenían  otro destino que el de mirar al suelo, buscando en aquella manchita naranja, una pregunta para hacer o una respuesta que encontrar a algo que prefería ver de lejos sin constatar. De hacerlo, corrìa el peligro de hallar la respuesta a un enigma que, después de todo, me servía de distracción para no pensar en el difìcil momento de atravesar el umbral que me llenaba de penumbras.   

En aquél camino de lajas, todas las mañanas, algo me cerraba la garganta  y  me hacía llevar el mentón al pecho al momento de cruzar aquel inmenso jardín de plantas y niños infantes. ¿Serìa  esa marca en el suelo un pétalo de malvòn naranja?, ¿o una manchita de pintura que alguna vez cayó allí, separada del resto de la lata de pintura?.  Sin saberlo por entonces, cualquiera de las dos opciones hubiese sido válida para describir aquel estado en el que,  el pétalo separado de su flor, o una mancha arrojada al suelo, se hacían eco y espejo de la angustia de quien se ve exiliado en forma velada.
Sin otro remedio que el de avanzar en una confusión firmemente sostenida a capa y espada, me deslizaba obediente y sin llorar en medio de aquella fila india de pequeños que eran màs grandes que yo; y con las manos abrazadas entre sì, evitaba palpar el abandono al que me veìa librada sin querer llamarle abandono.

Como si acelerando la escena el trago pasara invisible de pena y llanto, corría a sentarme en el siguiente espejo de aquel tronco seco que cada mañana me aguardaba silencioso sobre la arena de los juegos a los que nunca jugaba.
Mientras los minutos se hacían incontables, eternos y grises, y la pregunta acerca de la manchita naranja se sostenía en medio de miles de elucubraciones, veía a las sombras aocrtarse y hacerse mas cercanas hasta que la maestra volvía a armar su fila de pequeños indios en dirección a la salida. 

Algo de mi alma se inquietaba, al saber que en tan solo unos minutos, dejaría de pensar en el enigma anaranjado para responderme, como si alguien me lo hubiese preguntado,  que yo no había corrido la suerte de la manchita, y que a mí, por suerte, venían a buscarme para unirme a la flor o devolverme a mi latita.

MAL CON JUGAR

Yo te culpo
Tú me culpas
Él se culpa
Nosotros te culpamos
Vosotros nos culpais
Ellos culpan
...a todos.
Y así con todos los verbos hasta quedar lastimados.

-Gabriela Borraccetti-

lunes, 7 de marzo de 2016

LOS INSTANTES DE LUZ

Todos leemos a diario la palabra "CONSCIENCIA"  y  "LUZ" por doquier. Pero que relación tienen estos términos?, por qué se asimila la consciencia a la iluminación?, y que significan en realidad?.

Veamos un modo esquemático de entender este importante asunto.

A la primera palabra, -la consciencia-, se la imagina como conocer, saber y ver algo que tenemos ahí, delante de nuestra nariz y que podemos palpar como "una realidad" o una "verdad".

Que diga esto, no es azaroso, porque también podemos ser conscientes de una fantasía y saber que es una fantasía. La cuestión es si podemos llamar "verdad" o realidad a algo que no se toca ni se ve.

 Eso es algo bastante difícil para todos, sobre todo a la hora de hallar el camino para encontrar su significado.
Si yo imagino el cuadro, la obra o bosquejo algo en mi mente; si imagino lo que alguien me dirá o lo que voy a contestarle si me llegase a decir tal o cual cosa..., soy consciente de que estoy imaginando. El problema sobreviene cuando identifico lo que pienso con una verdad absoluta y actúo en consecuencia.

Si no existiera un espacio entre lo que imagino y lo imaginado, quizá sería acertado decir que "deliro" o que no estoy en mis cabales, lo cual indicaría que no nos es posible distinguir la diferencia y espacio que media entre "yo" y ese "objeto".

Entonces pensemos en cuantas veces alguien nos dice: "eso te queda mal" y nuestra reacción es ir y cambiarnos de ropa. Nos identificamos con la prenda y cambiamos la cáscara. No existe una consciencia de la propia belleza y pareciera que nos "contagiamos" o quedamos pegados a la cosa que nos transfiere su fealdad. Lo mismo sucede cuando alguien nos dice "sos malo", "estás enojado", "sos vago" o cualquier des-calificativo, y ni que hablar cuando se trata de diálogos internos en los que colocamos al otro una respuesta, -antes que nos responda-, adjudicando intenciones que quizá no existan pero cobran entidad real en nuestra mente.

Lo mismo se puede decir a cuando nos halagan y nos tratan de "santos elevados", "bellezas universales" o lo que a Ud. se le ocurra como bello o beatífico en este momento. Identificarnos con lo horrendo  y lo maravilloso, son situaciones totalmente erróneas y es lo que el ego hace todo el tiempo.

Quedar "abrochados" al adjetivo sin previa reflexión, análisis o des-identificación, significa que no existe espacio, luz, iluminación que deje ver que el por qué eso que sucede o me dicen, me halaga o me destruye.

El momento en el que ante un insulto, en lugar de arrojar otro me detengo y me pregunto: ¿por qué me ofendo?, es un momento de consciencia, incluso aunque sienta que por dentro me estallan los cohetes. El silencio y el intento de pensar que botón se ha activado en el alma, que dolor o que vanidad ha hecho su aparición o que causó nuestra ofensa, es por lo menos un destello, un intento de crear un espacio entre eso y nosotros.

Por lo tanto, ser conscientes nos lleva a saber bien quienes somos, reconocer nuestros defectos y virtudes, pero no a reaccionar ante todos los insultos o las definiciones que vienen desde el exterior.

Para llegar a eso, hay que crear luz, espacio entre las cosas con las que quedamos identificados/pegados/definidos/... y nosotros.
Eso es el real consciencia: permanecer en eje pero no a fuerza de grilletes. No se trata de mascar odio, rencor, tragar, callar, reprimir, envaneces, demostrar, hacer de cuenta que no escuchamos  nada, fingir que no nos dolió y hacernos los superados redoblando o no las apuestas con bajezas tales como "eso es lo que te debe pasar a vos"; -algo que leemos también a diario como psicología barata o intentos cancelatorios de New Age-.

Ser conscientes no tiene nada que ver con el "cancelado, cancelado, cancelado", TODO LO CONTRARIO!, ni tampoco con la no devolución de contestaciones, porque algunas veces, esta devolución lleva un rayo de luz que termina por arrojar luz sobre el tema en danza; incluso devolviendo la pregunta de un modo que deja al interlocutor obligado a pensar.

Ser conscientes es CREAR UN ESPACIO, UNA LUZ con la cual darnos cuenta de que si algo nos lleva a reaccionar, favorable o desfavorablemente, es porque estamos pegados a algún adjetivo.

Si alguien nos llama y nos cuenta una desgracia, para poder ayudar no es necesario compadecerse.
Es  más, la mayoría de las veces nos compadecemos, lloramos con el otro y eso nos identifica tanto con su dolor que no podemos ayudarlo.

No quiero decir con esto que hay que ser de piedra y no conmoverse, pero hay que mantener una luz entre lo que se es y lo que está ocurriendo para poder saber por donde ir y qué hacer. La consciencia es un foco, un faro que nos permite conocer el camino.


NO IDENTIFICARSE ES UN PASO FUNDAMENTAL PARA SER CONSCIENTES y para poder hacer sin cercenar emociones positivas o negativas, pero para eso, no es suficiente con leer este artículo: saber que no somos ni las palabras que nos dicen, ni nuestro nombre, lleva un largo trecho de trabajo especializado para salir de la conmoción, el enojo o la eterna alaegría que entre paréntesis nos venden en cada promoción sin que jamás podamos alcanzarla.

Existe sí la paz, la mayor felicidad a la que un hombre consciente puede aspirar.

domingo, 14 de febrero de 2016

SAN VALENTÍN SÍ, SAN VALENTÍN NO.

Hasta hace 5 años fuí una mujer soltera; soltera de SUELTA.

Lejos de la castración, la oscuridad, el aburrimiento y la mojigatería, mi vida se desarrollaba entre cada vez menos touch and go, -una idea idiota de amplia difusión cuyo objetivo es vaciarnos de valor y de amor-, y días colmados de pequeños detalles.

Tuve momentos cuasi orgásmicos mirando las campanitas color naranja que crecían silvestres en el terreno de al lado y que curiosas, trepaban el muro para llenarme de color la medianera. Suaves y dóciles, colgaban de cara al pasto como intentando acercar las miradas.
 Ahhh!,  que bellas eran!. Y cuantos colibríes tornasol visitaban sus estambres dulces brillando al Sol!

Entre día y día, quizá el mayor suceso era que se abriera una nueva flor o quizá la sorpresa de que en un amanecer, apareciera una margarita con sus pétalos cortados.
Esas incógnitas podían durar días, pero parecían a medida como para poder filosofar acerca de las hormigas, de su posible ubicación, de las hadas y los gnomos, hasta llegar a la simple intervención de mi gato.

Estaba con una silueta de talle 36 de pantalón, sin arrugas, no me faltaban candidatos pero elegía estar conmigo. Ninguno me parecía interesante y eso de ponerse de remate, -ya sea loca o a la venta, da igual-, ya era algo que veía para otra etapa.

Me la pasaba escribiendo poesía, psicología, frases, astrología.

Dormía con la ventana abierta para ver a la Luna y a las estrellas y eso me parecía un milagro cotidiano. Las cosas que me daban felicidad, no estaban en venta, no dependían del teléfono ni de nada que me causara un agujero. No se compraban, no se conseguían ni conquistaban: nacían.

Obviamente, muchos pensaban que tenía un grave problema: 45 años y no me preocupaba tener pareja?. Ya a esa edad estás por perder el tren!. No podrás tener hijos, no podrás ser atractiva para un hombre, se te arrugará todo y empezará la menopausia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!.

Lo único que la gente podía decirme. El resto lo guardaban para cuando me fuera, porque cuesta mucho no encajar en los moldes sin ser por un lado criticado, y por el otro, secretamente envidiado por no tener como preocupación lo que a otros hace sentir el último orejón del tarro.

A cuantos mandatos obedecemos no?!
Será por que la mayoría piensa que ser feliz es una fórmula: pareja, casarse-juntarse-hijos, éxito económico, vida agitada; y en ningún momento pueden creer que se llega a un estado de esas características si uno empieza por adentro y no por los adornos que te imponen para venderte como mínimo un oso y como máximo un hijo elegido con una cartilla de donante espermático.

Y yo tan feliz con mi pasto, con los pefumes, con el cielo, mi vocación y mi pentium "uno" que aunque lenta y vieja me abría una ventana al mundo.

Pasaron muchos San Valentín en donde no dejaba de admirarme el despliegue de cartelitos en la red y la compra de boludeces en los negocios, sobre todo porque todos esos muñequitos, bombones o peluches, iban acompañados de un "si no le llevo algo me mata", o frases similares.

Pobres.., pensaba yo de los compradores, mientras ellos  se lamentaban y pensaban lo mismo de mí, cuando les decía que no tenía pareja.

Luego, cada 14 de febrero, se debatía si San Valentín era una fecha importada, si era comercial o si no. Y en el jardín salía un brote nuevo del potus!, me visitaba una mariposa y hasta llegué a recibir a una "Vaquita de San Antonio" creyendo que sin dudas, me auguraba suerte.

Hoy es 14 de febrero otra vez. Y otra vez aparecen fotos de parejas. Seguramente en el jardín que hace 5 años dejé, estarán los colibríes.

 Me mudé a 1400 kilómetros y a lo que siempre amé, ahora agregué un compañero al que hallé solo cuando empecé a llenarme de colibríes sin que nadie me los regale.

Si estás suelta, estás con todo el tiempo y el espacio -y las ondas que hace días se detectaron después de 100 años que  Einstein las predijo-, y habilitada para crear y abarrotar tu mundo de lo que amas, no te preocupes por no poder poner en el muro un beso con tu pareja. Preocúpate de no poder tener aún la capacidad para alegrarte de cosas que en este mundo, se las llama tontas: estrellas, colores, aromas, pensamientos, el cariño de una mascota, tu alma tranquila.

Te juro que a San Valentín, el santo, no le importará si tienes pareja.

miércoles, 27 de enero de 2016

DESMOLDARSE: LA RECETA PARA VIVIR EN LIBERTAD

Las personas no nacen en un molde. Vienen con un carácter que luego es metido en un molde. Entonces nos amoldamos a lo que vivimos.

La experiencia heredada de nuestros padres, que a su vez la heredaron de los suyos, empieza a interpretar nuestros gestos de acuerdo a experiencias anteriores. Por lo tanto, sin darnos cuenta, empezamos a leer la vida bajo esos guiones. Desmoldarse no es tan fácil como se hace como una torta, pero de la mano de alguien que nos ayude a hacer consciente eso que no sabemos que hemos perdido desde el momento en que lloramos y alguien dijo que nos dolía la panza cuando teníamos hambre, se llama autodescubrimiento.
Los pasos a seguir son:

-Aceptar que NO se conoce como Ud. cree conocerse.

-Aceptar que existe alguien cuya profesión puede ayudar a descubrir lo desconocido en Ud. sin colocarse en la posición de: "nadie sabe de mí más que yo. Tenga en cuenta que el otro no sabe de Ud. pero detecta al inconsciente y se lo traduce. Y el inconsciente, es suyo. Ud. se dará cuenta.

-Aceptar que se ha amoldado y que los problemas que tiene es porque no entra en ese molde nada que se haya amputado para entrar.

-Aceptar que se sintió orgulloso alguna vez de ser la copia de alguna virtud de uno de sus padres y muy molesto por ser el clon de un defecto del otro progenitor. Acepte entonces que parecer no es ser. 

-Aceptar que lo amputado es lo que suele traer problemas desde el lugar donde lo dejamos: el exterior.
-Desmóldese, déjese enfriar y viva en paz.

sábado, 2 de enero de 2016

DESNUDOS EN FACEBOOK

Si Ud. es una de esas personas que creen que Internet es un simulacro de la vida, lea lo siguiente.

Primeramente observe su conducta on line:

-Es demostrativo si algo le gusta?. O solo lo mira, se ríe, llora, aprende y pasa de largo?
-Intenta establecer contacto con los demás, lee los comentarios de la gente sobre un tema e interactúa, lee y se lo guarda para juzgar Ud. o le importa escasamente nada la opinión del semejante?.
-Si una página le gusta, comparte sus artículos?.
-Si un artículo le gustó, coloca una señal de su agrado?.
-Si quiere consultar con un profesional,  lo saluda antes de tirarle el problema por la cabeza?, Le pregunta cuales son sus honorarios o cree que es un favor que alguien le debe?
-Si lee algo que no le gusta: puede opinar sin agredir?
-Siente envidia por la creatividad de otros?.
-Es solidario?
-Comparte campañas?
-O solo juega al Saga mongo?
-Abre su muro o lo cierra con candado?
-Usa listas de restricción para que no lo vean algunos amigos?
-Está a la caza de si fulanito está o no está en línea?
-Escribe indirectas o cosas dedicadas sin haber hablado antes con el o la interesada?

Y ud. cree que esto nadie lo ve?. Se equivoca.


A pesar de que se dice mucho que la vida virtual no es la real, todos estos gestos dejan al desnudo personalidades de todo tipo,
El que teme exponerse
El que tiene un ego mortal
El que se esconde
El que se resguarda
El que está incómodo con su imagen o su saber.
El que teme expresarse.
El que teme la crítica.
El que desea sobresalir
El fanfarrón
El que de verdad sabe.
El que googlea para hacerse el que sabe
El que hurga
El que contesta tonterías por no parecer bobo.
El que se siente inadecuado
El que está como en casa
El inocente
El niño que juega
El que miente
El inteligente
El creativo
El rebelde al cuete
El eterno disconforme
El buen bicho
El bicho rastrero.
El egoísta
El aprovechador
El manguero
El tilingo
El chupamedias
El ladrón
El egocéntrico...

RECUERDA:
Nuestros gestos, nuestros gustos,incluso lo que deseamos ocultar se ven más cuando creemos que  lo que nos hace invisibles o visibles, es la fotito del face. La mejor manera de no entrar en conflicto con nuestra desnudez, es aceptar quienes somos.