domingo, 14 de abril de 2013

LOS LÍMITES DE LO COMPROBABLE



La ciencia es fría. Un esqueleto de conceptos que muchas veces deja sin responder, cuestiones básicas en gigantes teorías. Nadie se había ocupado hasta ahora, de explicar que es lo que hace que la galaxia esté en expansión, tal como lo hace un globo que se infla. Sin embargo, sus representantes de guardapolvo blanco, obviaron preguntarse por quien llevaba a cabo la acción de inflar!!!. Muchos de los huecos que quedan en la lógica, son complementados sabiamente por La filosofía, que dirige su mirada al mundo, sin necesidad de comprobar con hechos sus pensamientos. Por lo tanto, una pareciera pertenecer al hemisferio izquierdo, racional, lineal. La otra, al derecho: imaginativo, creativo e irracional. Sin embargo, en la mayoría de los casos, ambos trabajan juntos; con la salvedad de que los porcentajes varían en la composición de un pensamiento o cuerpo teórico. Tratar de que ambos lados del cerebro no peleen, y nos pasemos la vida defendiendo a uno o al otro, sería un buen comienzo para evitar polarizarnos en uno u otro bando, dejando de crear versus innecesarios, donde todo se transforma en un partido de fútbol con dos bandos. Entonces, digamos que las soluciones empiezan por casa, muy dentro nuestro, y en cada pliegue de nuestro cerebro. Si el pensamiento precede a la acción, tal como se lo ha demostrado, comencemos por pensar que todos tenemos una parte de la verdad en alguna medida. Ambicionar poseerla toda, es una meta que sólo podría alcanzarse si se acepta que por cierto, somos bastante limitados. Acto de humildad que muchas veces se nos escapa de las manos sin darnos cuenta de que es la clave del primer paso hacia la sabiduría. Quien pudiera?. Todos podemos crear nuestro diálogos mentales, en donde lo racional, discuta con lo fantasioso, lo práctico entrelace sus manos con lo emocional, e incluso, la mentira se mezcle con la más pura verdad, porque los velos muestran siempre, que debajo de ellos, siempre hay algo que buscar.
Sin embargo, la aspiración al todo, debe ser precedida de la más pura consciencia de nuestros limites, y de saber que la tesis, -o aquello que afirmamos-, es seguida por la antítesis, -lo contrario de lo que afirmamos-, antes de llegar a la síntesis, que es un concepto inclusivo!.
Como dijo Lacán, la verdad no toda es. Y nunca nadie puede poseerla por completo, quizá porque la palabra misma, carece de completud. 

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