miércoles, 23 de enero de 2013

COMO RECONOCER QUE HEMOS CAMBIADO -por Gabriela Borraccetti-

Cuando hablamos de realizar cambios, imaginamos que el día que los efectivizamos, descorchamos champagne, se ilumina el cielo, y salimos por la calle sintiéndonos otros. Sin embargo, los cambios son graduales, son silenciosos, y tienen la costumbre de no hacerse anunciar. Como todas las cosas genuinas y hechas gracias a la evolución y el deseo del alma, el "bajo perfil" que los caracteriza, habla de que están exentos de ego y narcisismo; y es por ello que aún habiendo realizado giros de varios grados, no nos damos cuenta de que hemos cambiado la dirección, hasta tanto no haber dado unos cuantos pasos sobre el nuevo camino. Es así como un día, mientras miramos ese nuevo horizonte con ojos poco atentos, nos damos cuenta de que hasta hace un tiempo atrás, -quizá un año o más-, ni se nos hubiera ocurrido estar pensando, haciendo, o sintiendo, tal como lo estamos haciendo en ese momento. 
Cuando te preguntes cuanto has cambiado, observa a tus vínculos: si siguen siendo complicados, quizá sea hora de preguntarse hasta cuando. Y si ahora eres capaz de disfrutar incluso de la compañía de tu soledad, entonces es momento de dar tres urras por las decisiones tomadas. 

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