martes, 5 de febrero de 2013

TEST DE LA MÚSICA INTERIOR






Encerrar las emociones y los pensamientos, e impedir que todo aquello que generamos en nuestra interioridad impacte en el mundo externo, es como pretender hacer música en una jaula, dando por sentado que fuera de los barrotes nadie puede escucharnos.
Todos más o menos tenemos alguna noticia de que aquello que se ve en nosotros, es lo que produce en los otros una respuesta de aceptación o rechazo. Es por ello que intentamos que la belleza, -ya sea estética, en el modo de hablar, de dirigirnos, o en los modales en general-, sea lo que predomine en nuestra exterioridad, cosa de generar aceptación por parte de los demás. No hay nadie que no busque ser halagado, considerado bello, mimado o tenido en cuenta; y es por ello que de cara a los demás, solemos presentar nuestra mejor imagen.  De ahí viene el esfuerzo diario por "agradar", y  nunca dejar traslucir "negatividades", ni pensamientos que de emitir en voz alta, esparcirían, -según nuestra visión-, un gas similar al matamoscas, que no dejaría  a nadie revolotear a nuestro alrededor. Pero claro, todo depende de lo que deseamos atraer. En el mundo de las imágenes, se atraen los similares, y quien vive detrás de ellas, atraerá obviamente a quien lleve también puesta una máscara.
Quien se da la libertad de acompañar un buen rouge con una neurona afilada, ya tiene asegurado algo de mayor calidad, y quien posea la capacidad de no herir cuando espeta algo comprometido, ganan la compañía de gente algo más sincera. No obstante hay algo que se llama paz interior, y eso no se maquilla ni se practica frente al espejo. Se pueden tener todas las cualidades del mundo, pero si no llevamos con nosotros la aceptación hacia nosotros mismos, no haremos más que encontrarnos con situaciones en las que o forzarnos más, o tomar consciencia de que trabajar "para agradar", es contraindicado para ser íntegros y auténticos. 
Quien puede aceptar su integridad, con todos los matices de la personalidad, -incluyendo los oscuros y el matamoscas-, no tendrá mucho que maquillar, ni disimular. No tendrá que preocuparse por examinar en qué círculo social mostrar sus dones, ni con quien hablar ni dejar de hablar. Sabrá quien es. Y eso es lo que lo conducirá en el camino llevándolo a puertos más seguros. Será feliz esté donde esté, en compañía..., y sobre todo cuando se encuentre en soledad.
Como te sientes cuando estás contigo?. 






















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