Muchas cosas pueden caer antipáticas para quienes han incorporado a su vida una cantidad de frases que se repiten como una fórmula aprendida de memoria, destinada a ser una forma de exorcizar temores, obscuridades, malas suertes, etc., sin necesidad de hacer otra cosa que "desear algo bueno". Es así como hemos transformado palabras o saludos en lenguas milenarias, en una especie de "signo mágico" que denota espiritualidad, empatía y "buena vibra" e incluso cierto halo de "santa espiritualidad".
Yendo desde Namasté a Inlakesh, pasando por las santificadas en nuestro idioma, -bendición/es, luz, transmutación, iluminación y todas las que figuran en el diccionario de "El Secreto", se debaten miles de seres que no encuentran ninguna respuesta a sus formulaciones. La pregunta es siempre la misma: ¿por qué a mí no me da resultado?. Por supuesto debo aclarar entre paréntesis, que ese supuesto secreto, no funciona para nadie que esté en verdadera tribulación y tan solo es un juego para niños que quieren sentirse granDIOSOS cuando están pasando por rachas sin mayores disturbios.
El lenguaje de la New Age se parece más bien a un código hecho para anular el pensamiento crítico y la acción, tendiendo a convencernos de que es suficiente con tener angeladas intenciones. De este modo, bajo los mejores e inspiradores deseos, se elude siempre la raíz y profundidad de los problemas, pretendiendo estar ocupándose de los mismos de un modo "SECRETO", hecho solo a la medida de las "grandes almas" que se enriquecen y encuentran el amor y la dicha hasta debajo de las piedras.
A cualquier reflexión que contenga un hálito de cruda realidad, se obliga al new ager a sacar el crucifijo impreso en la palabra "cancelar", siendo casi una invitación al demonio nombrar por ej., la palabra "problema". Todo aquello que se relacione con hechos y emociones complejas, se tilda automáticamente de "negatividad"; lo cual equivale a decir que si algo malo nos sucede se debe a que nosotros lo hemos atraído; de lo contrario nada hubiese pasado si estamos bien parapetados y protegidos por el manto de este secreto.¡Una fórmula magistral para hacernos creer que todo lo nefasto solo puede corregirse si el Universo nos da su diestra. Si no, significa que somos incapaces y culpables. Es en líneas generales, una dosis de sentimiento de INCAPACIDAD que se nos inyecta de modo sutil e invisible.
Ante esta sentencia, se dictamina que los problemas provienen de la MENTE, cuyo contenido hay que vaciar y si es posible con una lobotomía, consistente en la repetición de algo que lleva inexorablemente a la creencia de la propia inutilidad: "El Universo Conspira a nuestro favor", y mientras se nos caen las estrellas en la cabeza, se ve que a alguien le conviene que no pensemos, ni tengamos un juicio crítico, nos convirtamos en zombies fácilmente direccionables, carentes de discernimiento y con un gran sentimiento de derrota del que no nos podremos desprender salvo que podamos salirnos de esa trama que si bien parece inofensiva, es lisa y llanamente, manipulación mental.
El único consuelo de juguete con el que se queda la mayoría, es repetir la grabación de luz, bendiciones y corazones que derraman a diestra y siniestra, porque en el fondo no han conseguido lo que deseaban. Preciosa fábrica de seres llenos de culpa e impotencia, con un desarrollo desproporcionado del ego animista, esa parte infantil que cree que montar un palo de escoba es montar un corsel. Disney propone siempre soluciones de ese tipo... casual o no casualmente.
El tema del ego ha ocupado cientos de páginas en artículos y libros de autoayuda, siendo vapuleado de un modo mentiroso y usurero, ya que estas tres letras que remiten al YO, -otra variante de pecado newagero-, definen la instancia de nuestra conciencia que, entre otros papeles, desempeña el rol de la identidad. Una persona que posee un cuerpo distinguible de los demás, una cara distinguible de las otras, unas cualidades y un ADN irrepetible, un nombre, ante el cual responde un documento de identidad, un número de seguro, determinados padres y determinantes rasgos, posee un EGO. Sin él, no estaríamos encarnados, y en definitiva, no tendríamos VIDA.
Sería terrible descubrir que detrás de "el secreto", hay otro secreto temible: el crear un ejército de gente dormida que cree estar despierta, no es verdad?. Pero huele a que quienes se prestaron a ello, envían un mensaje que en silencio y secreto todos guardan después de años de practicar: a mí jamás me dió resultado.
Obviamente nadie solucionó su vida con inspiraciones y buenos pensamientos, y no son pocos los que empiezan a hacer terapia cuando ya la angustia no se maneja de un modo tan light. Utilizando los mecanismos más ocultos de nuestra psique, se ha vendido masivamente una receta para fracasar en la vida. Piénselo dos veces antes de creer que alguien puede ofrecerle una solución fácil a las encrucijadas y los dolores de la vida. Lo más probable es que lo estén embaucando.
Por fin, si he escrito este artículo es para repetir por enésima vez que esa receta NO FUNCIONA, que la única forma de ILUMINARSE es arrojar luz en la oscuridad, es hacer CONSCIENTE lo que está INCONSCIENTE, OBSCURO u OCULTO, siendo este un trabajo que no puede hacerse solo y menos repitiendo mantras. Por el contrario, llegar a un estado de plena consciencia es solo a través de un camino DOLOROSO, y mientras se eluda, estaremos PERFECTAMENTE DORMIDOS para que otro pueda actuar en nuestro nombre.
viernes, 30 de octubre de 2015
jueves, 15 de octubre de 2015
LA INGENIERÍA DEL DESÁNIMO
Creemos que la virtualidad es una burbuja llena de selfies de vidas felices escondiendo vidas tristes. Creemos que la televisión son unos pocos paladines de la justicia intentando luchar contra la mentira para poder decirnos la verdad. Creemos que la radio es una botonera o un espacio de compañía, desde la que unos pocos héroes se afanan por traernos revelaciones sagradas. Creemos que el mundo es lo que vemos. Creemos que somos lo vemos en el espejo del baño o en el de la mirada del otro. Creemos en tanta superficialidad que llamamos "realidad aplastante", que al final hemos terminado por deducir que somos Don NADIE.
De ese modo, quienes tienen el poder de disfrazar la realidad, nos harán recordar frases como:
- "Aún eres un niño que necesita de sus papás".
-"Eres muy pequeño y no sabes nada de la vida".
-"Deja que lo hagamos los grandes que tenemos más experiencia".
-"Sabrás más cuando seas grande"
Pero el secreto de esta ingeniería del desánimo, es hacernos creer que no somos lo suficientemente capaces, que nadie nos prestará atención por ser demasiado pequeños, estar aislados y ser inexpertos, tontos, incapaces e indefensos. La única forma de sacarse un 10 ante la autoridad es repetir lo que nos enseñaron hasta el cansancio, pero sin salir de la ruta mental trazada porque eso es un atentado contra LA AUTORIDAD, esa metáfora psíquica que han dejado por lógica tus padres que fueron tus guías mientras realmente eras pequeño. Crecemos con esta estructura en nuestra cabeza, y muchos la aprovechan para seguir teniendo un jardín de infantes que conducir.
Extrayendo todo el jugo de este recurso psíquico descubierto por Freud, -que no lo hizo para favorecer a las grandes corporaciones sino para que abramos los ojos a ello-, los poderosos se colocan invisiblemente en la voz de PAPÁ autoridad, eligiendo que contenidos mostrar o no al pequeño dormido imbecilito que somos Ud. y yo. No sea cosa de que nos despertemos y le agüemos el guiso.
Tengo muchas formas de ejemplificar como lo logran, pero elegiré algo que me pasó hace un tiempo y me llevó, por rebelde y por la costumbre de no quedarme con lo que veo, a no conformarme y agachar la cabeza creyendo la hipótesis de un simple error.
Quienes me leen, saben que tengo varias páginas y blogs, que escribo acerca de varios temas, y que no me faltan ganas de hacer, producir y crear dada la continuidad de mi trabajo DIARIO por internet.
De este modo, y gracias a insistir, ni bien detecté mi primer signo de querer patear el tablero y dejar de publicar, reaccioné. No solo seguí adelante sino que comencé a buscar por lo que más evidente se hacía: en uno de mis blogs más populares, había pasado de tener 9000 visitas diarias a una cantidad máxima de 700. Quien no se desmoralizaría por ello?. Entonces empecé a preguntar en los foros de Facebook, Blogger, Google y, como era de esperar, me orientaron de modo tal que me desorientase.
De ahí en más cerré el pico hasta hoy, en donde ya harta de dejarme tomar el pelo, -y llegado el detonante a causa de la censura reciente a un blog de historia por parte de gente también con poder invisible-, escribí a todas estas empresas reclamando no solo que levantaran la "pena" a dicho blog, sino para que me devuelvan y dejen ver las estadísticas de mi página en facebook, las cuales no funcionan no solo para mí, sino para casi nadie, -salvo por supuesto-, que pagues publicidad todos los meses. Por otra parte, escribí un artículo pidiendo a mis lectores que cada vez que compartieran un artículo, me lo dijeran públicamente con la sigla "dif" o "compartido", comprobando que la realidad era mucho mayor que los números que se me mostraban. Amén de todo esto, pude comprobar estando detrás del teclado horas que nunca antes estuve, que salen avisos con "compartidos" que no se visibilizan en ningún lado de la página. La conclusión es que aproximadamente, solo te dejan ver un 10% del rendimiento que en realidad se puede llegar a tener en la red.
Si supieran esto todos los que acuden a los foros, se armaría flor de lío. Así que espero no desaparecer de aquí a un año, lentamente, porque de suceder, la causa no será mi abandono, sino los expertos en martillar la cabeza de quien abre la boca; pero si me arriesgo, es porque estamos en un momento en el que precisamos dejar de ser el salame del sandwich y darnos cuenta de que sin nosotros, el poderoso es NADIE, -en realidad desde siempre deberíamos haberlo sabido ya que lo advirtieron filósofos sabios hace añares. -. No traigo una novedad, tan solo un aire para refrescar de modo más actual lo que algunos rebeldes antiguos decían.
Conocí muchas personas que abandonaron páginas y blogs preciosos, abatidas por el sentimiento de futilidad y la creencia de que hay tanta gente mediocre que no responde, que es al cuete gastar energía en "despabilar giles", -según sus propias palabras-. Así mismo, pensaban que ellos no eran lo suficientemente inteligentes o duchos o astutos como para lograr captar la atención de sus lectores. En fin, gente espectacular con una gran cantidad de autorreproches, bronca y resentimiento que confabularon exitosamente para impulsar su retirada, incluso cuando tenían miles de seguidores pero un escaso feedback o retroalimentación de sus lectores...; y después se preguntan los cráneos de donde sale tanta violencia en la gente y teorizamos hablando a través de lo que los medios, - los mismos que nos mienten acerca de como es la realidad para mantenernos quietos y tontos- dicen. Por Dios!).
El salvaje recorte que hacen los "GRANDES" a los "PEQUEÑOS", nos aplasta y vende una realidad mentirosa: la de que sigamos creyendo que hay que resignarse porque solo las "autoridades"/papá y mamá, saben que es lo que está bueno que vean los niños y que no, que es exitoso y que no..., y no es casualidad que hoy el secreto del triunfo, sea ser un@ imbéci haciendo escándalo, pidiendo perdón al Papa/papá/autoridad o hasta emborracharse para ser filamd@s masajeando a un cocodrilo.
Otro ejemplo a nivel nacional son las mentiras que se vehiculizan por estadística, (otra vez las matemáticas), ya sea que vengan del oficialismo o de la oposición. Los popes de las consultoras son ahora los reyes supremos encargados de que tú pienses esto o aquello, cosa de dirigir tu voto o tus compras a este o a aquel.
Sea del color que uno sea, del partido que uno vote o la profesión o trabajo que se ejerza, TODOS alguna vez nos hemos sentido tratados como cabezas huecas por alguien en posición de autoridad; y eso con un desparpajo tal, que en vez de reaccionar mandando al cuerno al susodicho empoderado, nos quedamos pensando en que si rebaja nuestra inteligencia de ese modo, es porque parecemos boludos! o lo peor: porque SOMOS boludos y por boludos podrían echarnos!. Entonces para mitigar la identificación con la pequeñez, nos decimos que somos inteligentes si callamos. Que lindo modo de disfrazar la censura!!!!!!!. Disculpen, por otra parte, el uso del término, bo...udos, pero no se me ocurre en este momento algo más fino para expresar el modo en que alimentamos dudas contra nosotros mismos!.
Lamento confirmarles que eso, -el que nos identifiquemos con la boludez-, es el reusltado que buscan. QUE UD. SE SIENTA UN TERRIBLE INÚTIL que debe callar y obedecer antes de ser expulsado de donde sea, en lugar de que piense que la autoridad es un alfeñique a quien uno mismo otorga el poder.
Ud. se preguntó como algunos pueden mentirnos en la cara como si fuésemos descerebrados?. No llegó acaso a dudar de sus cualidades mentales por el desparpajo con que ofenden su inteligencia?. No llegó a murmurar un: "habré entendido mal, entonces"?. "Tengo que hacer mejores esfuerzos, y si es posible no vivir más que para conformar a esta autoridad en la materia/trabajo/conocimiento?".
En fin, lo único que le puedo decir es que no acumule basura, ni creencias falsas acerca de Ud. ni de lo que le dicen. Pero para eso, hay que asumir un rol mucho más protagónico y menos cómodo que es el de la libertad, eso que decimos ansiar tanto, pero que dejamos con placer en las manos de otros que terminan por hacernos sentir inútiles e incapaces de cambiar las cosas . Lo seguro es casi lo contrario a vivir libres. Así que piénselo y dígase la verdad. Con solo relacionar que los que estamos "abajo" somos infintamente mayor en número que los pocos que están arriba, la respuesta tendría que llegar sola: nos manejan como rebaño porque nos dejamos convencer de que aún, "somos chicos y ellos grandes".
NOTA: SI VE QUE NO ESCRIBO MÁS O QUE CON EL TIEMPO VOY DESAPAREICENDO DE INTERNET, SEPA QUE FUERON LOS ALFEÑIQUES CON PODER. HE DICHO.
NO SE DESANIME Y SIGA, HAGA LO QUE LE GUSTE, LO QUE AMA Y HAGALO POR SOBRE TODO BIEN PARA SÍ MISMO Y PARA LOS DEMÁS.
jueves, 1 de octubre de 2015
LO QUE OLVIDAMOS "SIN QUERER"
Las personas hacemos muchas cosas sin saber. La más frecuente y más desconocida, consiste en "olvidar" sucesos, capítulos, gestos, momentos y experiencias que nos provocaron un fuerte impacto; siendo esas huelas reemplazadas por una versión light o directamente deformada del hecho original.
Dicho "golpe" que tanto ha dolido equivale a un trauma, que a diferencia de la visibilidad que conlleva al producirse en el cuerpo, -como un yeso, un corte, una amputación o una cicatriz-, se convierte en algo que aunque imperceptible, vive en un rincón oscuro de la psique, evitando cuidadosamente ser despertado por cualquier situación presente que nos enfrente a lo que no queremos ver. Es por ello que también de modo inconsciente, hacemos "recortes" de la realidad como para evitar que cualquier palabra, actitud o escena, nos devuelva a esa angustia que supimos enterrar.
La existencia de este "trauma" se detecta a través de respuestas emocionales, sueños, sensaciones o reacciones de una intensidad o magnitud que no podemos explicar ni a nosotros mismos. No obstante, nada más lejano a nuestras intenciones que hacer consciente ese dolor del que ya ni tenemos registro consciente y preferimos ahuyentar diciendo "menos mal que fué un sueño" o un mal entendido o cosas similares que nos permitan explicar, redefinir y en el fondo cantarnos una canción de cuna que nos permita seguir "soñando" o viviendo en paz.
Gracias a esta capacidad de recortar lo que podría enlazarse al trauma archivado, vamos construyendo nuestra vida en torno a un modo parcializado de ver la realidad. No has visto cuantas versiones tenemos incluso sobre un mismo hecho?.
Cuando el recorte que debemos hacer es ya de tal magnitud que nos resulta imposible negar que algo terrible nos sucede, es cuando marcamos el teléfono del psicólogo. No obstante, mientras podamos manejarnos en términos no desbordantes de pena, mientras que podamos negar que nos duele, mientras insistamos deformarnos para encajar en el traje-versión que hemos fabricado de nuestra existencia, estaremos mucho más proclives a creer que no hay nada que debamos conocer de nosotros.
Pero la consciencia no es algo que se consigue nombrando la palabra luz, sino avanzando al reconocimiento de nuestra sombra, tomando las partes amputadas y reconstruyendo nuestro SER y nuestra escencialidad. Para ello, lo mejor es buscar a quien creamos confiable para atravesar las sombras. Ningún dolor se va negándolo o tratando de digerir su impacto a fuerza de olvido.
Dicho "golpe" que tanto ha dolido equivale a un trauma, que a diferencia de la visibilidad que conlleva al producirse en el cuerpo, -como un yeso, un corte, una amputación o una cicatriz-, se convierte en algo que aunque imperceptible, vive en un rincón oscuro de la psique, evitando cuidadosamente ser despertado por cualquier situación presente que nos enfrente a lo que no queremos ver. Es por ello que también de modo inconsciente, hacemos "recortes" de la realidad como para evitar que cualquier palabra, actitud o escena, nos devuelva a esa angustia que supimos enterrar.
La existencia de este "trauma" se detecta a través de respuestas emocionales, sueños, sensaciones o reacciones de una intensidad o magnitud que no podemos explicar ni a nosotros mismos. No obstante, nada más lejano a nuestras intenciones que hacer consciente ese dolor del que ya ni tenemos registro consciente y preferimos ahuyentar diciendo "menos mal que fué un sueño" o un mal entendido o cosas similares que nos permitan explicar, redefinir y en el fondo cantarnos una canción de cuna que nos permita seguir "soñando" o viviendo en paz.
Gracias a esta capacidad de recortar lo que podría enlazarse al trauma archivado, vamos construyendo nuestra vida en torno a un modo parcializado de ver la realidad. No has visto cuantas versiones tenemos incluso sobre un mismo hecho?.
Cuando el recorte que debemos hacer es ya de tal magnitud que nos resulta imposible negar que algo terrible nos sucede, es cuando marcamos el teléfono del psicólogo. No obstante, mientras podamos manejarnos en términos no desbordantes de pena, mientras que podamos negar que nos duele, mientras insistamos deformarnos para encajar en el traje-versión que hemos fabricado de nuestra existencia, estaremos mucho más proclives a creer que no hay nada que debamos conocer de nosotros.
Pero la consciencia no es algo que se consigue nombrando la palabra luz, sino avanzando al reconocimiento de nuestra sombra, tomando las partes amputadas y reconstruyendo nuestro SER y nuestra escencialidad. Para ello, lo mejor es buscar a quien creamos confiable para atravesar las sombras. Ningún dolor se va negándolo o tratando de digerir su impacto a fuerza de olvido.
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