viernes, 28 de marzo de 2014

CON QUIENES CONSULTAMOS NUESTROS PROBLEMAS



Dime a quien consultas y te diré que buscas escuchar. Normalmente no solemos creer que tenemos ya en la mente una determinada posición tomada respecto de situaciones, personas, dudas, juicios, etc., y sin embargo, no podemos despegarnos de los valores que como personas fomentamos y buscamos sostener. Es por ello que a la hora de la consulta, cada quien elige a quien necesita y le va como anillo al dedo. Los que desean recibir algo que no los ponga en contradicción, no establecerán un feedback positivo con quien tenga un perfil directo, llano y claro, y más bien se avendrá a consultar con quien por alguna razón invisible, detectó como potencial "cómplice" de sus necesidades. Otros, gracias a la misma capacidad anticipatoria de nuestro incosnciente, -éste es el primero que lee los rasgos de quien tenemos frente a nos y no los ojos ni la mente como podremos creer-, darán con quienes aún a costa del dolor, les aclare el panorama o les indiquen sus puntos discordantes. Quienes sepan que tienen una responsabilidad en lo que les sucede, buscarán personas que hayan dado acabadas muestras de su "don" de penetrar en la oscuridad, y quienes por el contrario pongan las culpas o las causas fuera de sí, se conectarán fácilmente con quen posea las mismas características. Crease o no, encontramos siempre del otro lado a quien tiene algo que nos pertenece. -Gabriela Borraccetti-

domingo, 23 de marzo de 2014

LA VÍCTIMA OCULTA

Como suele pasar en las redes, siempre, -y en cuantiosa cantidad-, hallamos relatos estremecedores que nos tocan o nos cortan en pedazos la sensibilidad, -y todo esto sin tomar en cuenta las fotos que publicadas adrede, circulan con la vil intención de recibir muchas adhesiones para ganar los famosos ME GUSTA-. Créalo o no, es así.
Si en cambio se trata de una pena y persona real, el pedido encubre por lo general un destinatario oculto, o simplemente contienen la necesidad de expresarse y descargar de forma compulsiva a modo de queja, un sentimiento victimizante a través del cual poder recibir la compasión que falta, la consideración que escasea o simplemente pasar por la palabra algo que se precisa descargar. No obstante, allí no existe un pedido de solución concreta. A tí, si algo serio te sucediera y quisieras resolverlo, ¿lo publicarías dirigido a todos y a nadie en especial?. Supongo que quien está decidido a hallar soluciones, se dirigiría a personas específicas, incluso utilizando internet con fines útiles de información, buscando hallar a algún profesional o a quien se especialice en el tema, que pueda brindar consejo, guía u orientación. No obstante, ante estas situaciones que nos dejan conmocionados, lo primero a lo que echamos mano, es a las respuestas compulsivas de aliento, intentos de revertir la situación, consejos caseros, sospechados, intuidos o tomados de otras experiencias que extrapolamos, siendo todas estas prácticas de buena intención pero de poca efectividad, porque aunque parezca reiterativa, expresar un sentimiento de dolor a "nadie", no es pedir auxilio. De este modo, nos vemos sometidos inconscientemente a la impotencia y a nuestro propio dolor, dado que  poseamos o no herramientas para responder, quien escribe no está pidiéndolas a menos que mencione el "busquen a", o deje en claro su objetivo de hallar solución. Desde el inicio, en el tipo de relato que aquí describo, solo se describe o narra un problema dirigido a la generalidad, y todos sabemos que nada específico se resuelve con generalidades o tirando una botella al mar. Lanzar algo a cualquier lugar implica obtener cualquier cosa, y quien quiere obtener algo puntual, no estaría dispuesto a "lo cualquiera".  Tenemos conocimiento de casos en los que alguien desesperanzado se ha sacado una foto o grabado un video antes de suicidarse para publicarla en Facebook, y aún en dicha situación, el mensaje tiene una decisión tomada y un destinatario: todos los cercanos que podrían haber hecho algo y no lo hicieron a tiempo. También hemos visto compartir fotos de niños con tumores o enfermedades terribles sin que exista ni una sola referencia del hospital, teléfono, dirección o forma de colaborar. Entonces: ¿Es ayuda lo que se busca?. Cual es la señal que leemos en eso?.
Este tipo de relatos desgarradores son la oportunidad para preguntarnos en primerísima instancia, que es lo que nos moviliza, qué se nos ocurre hacer, y si realmente queremos y podemos hacer algo concreto y POR QUIEN. Todo lo que nos respondamos será principalmente lo que NOSOTROS necesitemos hacer/recibir/solucionar, ya que hurgando en nuestras carencias, en nuestros conflictos y en cosas que tenemos por resolver muy cerca de nuestra esfera y muy profundo en nuestra psique, encontraremos el por qué ese otro nos moviliza la víctima que hay en nuestro interior.  Podrás sentirte bien contigo si no eres indiferente evitando meterte en tus propios abismos, pero esa no es más que una forma de seguir indiferente a lo que interiormente te crea dolor, culpa e impotencia. Eres tú el que en el intento de no caer en su trampa, te distraes intentando consolar a la víctima que hay en tí pero se presenta gimiendo desde el exterior, siendo este un buen modo de negar que tienes tus propios dolores que atender de forma efectiva, de frente y sin engaños ni manipulaciones. Entonces, cuando vuelvas a leer algo que te cause pena, primero busca si objetivamente hay una dirección clara del pedido y una posibilidad concreta de responder, pero si no la hay, ya sabes: tu eres quien precisa buscar en las profundidades lo que clama por ser atendido y rescatado del fondo anímico.

lunes, 10 de febrero de 2014

PAGAR LAS PROPIAS FALTAS

Cuando un paciente falta a su sesión es porque tiene algún "entuerto" que solucionar y supone que lo hará faltando a su terapia excusándose por mil y un motivos que a su modo de ver, lo eximen de acudir y justifican su ausencia. ¿Por qué habría alguien de suponer que la solución de un problema excluye necesariamente al diván, si desde el momento en que decidió comenzar a hacer terapia aceptó que sus problemas no podían ser resueltos en la soledad de su mente?. Por qué incluso podría darse una suba oportuna de alguna fiebre unas horas antes de tener que ir al sillón del psicoanalista?. Pues bien, a no ser que se trate de una falta por muerte o enfermedad invalidante, -lo cual sí es justificable-, no hay motivo para no ir salvo lo que llamamos "resistencia", es decir el "temor" a encontrar que somos responsables de lo que nos sucede. Este es un esquema escueto para describir de forma aún superficial el por qué las sesiones se cobran cuando la ausencia se produce, ya que toda resistencia generaría la necesidad de huir del lugar en donde tomamos consciencia de que no existe nadie más a quien culpar de nuestros avatares. Nuestra falta no tiene por qué ser pagada por otro, y es preciso hacernos cargo de lo que hacemos, cuando lo hacemos y como lo hacemos. Por otra parte, en ese pago se mide el valor que le damos a nuestro tiempo, aprendiendo a respetarlo y a colocar los límtes a donde nos son necesarios para poder tomar referencia de nuestra interioridad. Si no fuera así, el análisis pasaría a ser una charla con un amigo postergable, modificable en tiempo, horario y duración, y dependiente también de la tolerancia que el otro nos tenga por afecto. Comenzar un análisis implica cortar el círculo vicioso de la queja y el padecimiento, y esto se logra solo ocupando el lugar que es nuestro y de nadie más teniendo ello un costo: saber que no somos lo que otro desea que seamos, sino que somos sujetos de nuestro propio deseo capaces de elegir en lugar de ser elegidos.

domingo, 9 de febrero de 2014

PSÍMBOLOS: EL DRAMA EN NUESTRAS RELACIONES y EL EDIPO QUE NOS PARIÓ

EDIPO Y LA REPETICIÓN DEL MITO EN NUESTRAS RELACIONES. "El oráculo había prohibido a Layo tener hijos. Por eso cuando nacióEdipo, el niño fue entregado a unos pastores para que lo expusiera en el monte Citerón, de donde fue recogido por alguien que lo llevóante el rey de la ciudad de Corinto. El destino de Edipo señalaba que él seria el asesino de su padre y que después sería padre de sus hermanos ya que tendría hijos de su madre.
Para evitar que se cumpliera semejante oráculo, Edipo huyóde Corinto, y de aquellos que creía eran sus padres. El azar lo conduce al cabo de varios años a que en un cruce de caminos mate a su verdadero padre, Layo, desconociendo su verdadera identidad. Asífue como se presentóen la ciudad de Tebas donde acierta a descifrar un enigma de la Esfinge que tenía tiranizada a la ciudadanía de aquel estado. Como mérito a su hazaña desposa la esposa del rey, Yocasta, quién es su verdadera madre. Cuando se descubre la verdadera situación de sus actuales relaciones familiares parte al destierro, ciego, acompañado de su hermana-hija Antígona como lazarillo."

Referencia: Dioses y Héroes de la Mitología Griega

© Apocatastasis: Literatura y Contenidos Seleccionados




Algunos más otros menos, conocemos las implicancias de Edipo en nuestras vidas, y en una simplificación excesiva, solemos asociarlo con el amor al padre de sexo contrario. No obstante una lectura algo más creativa podría estar diciéndonos que huir del destino no es posible siendo que el destino está directamente relacionado con nuestras raíces, y que por más que queramos diferenciarnos de esos padres a los que hemos criticado despiadadamente por su abandono, por su destierro, por su ambición, o cualquier tipo de faltas, terminaremos enredados con ellos a través de figuras que nos devuelvan el problema que con ellos quedó sin resolver. Por medio de nuestras relaciones de pareja, con nuestros hijos, etc., terminamos lidiando con ellos en la vida cotidiana a pesar de no ver, -de estar ciegos-, del parecido y repetición de historias. El día que nos arrancamos los ojos, es decir, que podemos mirar y ver hacia adentro en lugar de guiarnos por la fascinación de las imágenes superficiales con las que creemos haber tomado distancia de nuestra historia, llegamos a tomar consciencia de nuestras repeticiones permitiéndonos así comenzar un camino distinto, en tanto que seguir enfocando nuestros ojos viendo lo que queremos ver, nos deja permanecer en la ceguera y pegados a una herencia que se transforma en oráculo y en destino. Cuando Edipo decide cegar sus ojos para no caer en el hechizo de las imágenes, se dispone a escuchar una VOZ como guía, y el hecho de que sea una voz femenina, -la de su hermana-lazarillo-, remite al inconsciente, a lo que no se ve y está oculto en lo profundo de la psique. La hermana no es la madre, no es la historia en sí, es parte de ella y es la posibilidad de su modificación, y es que con rechazar nuestro pasado, no haremos más que repetirlo.
Repetirlo en frustraciones, en conflicto con los hijos, con las parejas, con las personas significativas de la vida.

Recuerda: solo se puede modificar lo que se hace CONSCIENTE. Y la CONSCIENCIA duele como el poder de la luz hiere al ojo que estuvo mucho tiempo en la oscuridad. -Gabriela Borraccetti-

martes, 14 de enero de 2014

LAS GRASAS Y LOS CONFLICTOS DISFRAZADOS DE PREOCUPACIÓN

Hay muchas formas de manifestar desaprobación, disgusto, enojo, rencor e incluso antagonismo por alguna situación, y las personas que intentan ser siempre agradables o adoran formarse acerca de sí una visión positiva, moderada y diplomática , acuden a formas que realmente pueden pasar hasta con cierto éxito el etiquetado de "rechazo" que cualquier persona reconoce cuando está siendo receptora de algún tipo de descalificación.  Basados por ej. en cuestiones de "salud" y sobre todo fundados en una "preocupación" al respecto, se pasan facturas que en el fondo llevan un reclamo y generalmente una demanda de amor. Hay quienes comienzan su frase diciendo: "NO es por estética, pero estás muy gord@ y peligra tu vida", lo cual puede ser realmente cierto y normalmente la obesidad trae complicaciones variadas y complejas que van desde el subir un escalón hasta el famoso colesterol y sistema circulatorio. No obstante, la partícula NO, está allí denotando que en realidad, lo que se está condenando no son solo los rollos y las grasas trans o saturadas del otro, sino algo que va más allá de lo dicho con cautela y hasta presunción de cariño. Pero..., ¿Que es eso que podría causar tanta crítica en quien intenta en realidad, hacer sentir al rollizo como si fuera una cosa a la que se puede apreciar como si fuera un objeto a ser observado?. Por supuesto, hay miles de cuestiones que en el fondo, pueden estar siendo la causa de la agresión: viejas deudas afectivas, emotivas, materiales, así como también desamor real o maginario que siente quien intenta negar en sí mismo, una bronca que ha tragado tan vorazmente como su criticado y obeso espejo. Quizá es por ello que la obesidad despierta tanto encono, tanto maltrato y tan poca consideración, y un lugar espectacular donde ir a tirar los dardos que no se tiran a un rengo, a un sordo, o a un minusválido. En el caso de estos últimos, incluso se considera de "mal gusto" observar su imposibilidad con una mirada directa, y al revés del gordo, los ojos se desvían como si no vieran nada diferente en quien cojea con sus muletas. En fin, disfraces diferentes para egos que no soportan su propia renguera, pero retomando el tema de la inflación corporal, se considera al opíparo amigo/compañero/pariente como alguien que se dedica al placer mientras que el "benefactor de su salud" quizá se encuentre portando el peso de alguna factura, -bola de fraile o deuda de cualquier tipo-,  que no puede digerir. No existe nadie en el mundo que no desearía comer helados, chocolates, postres, asados, pastas, salsas, frituras y demás manjares, sin tener que pagar con el peso de  hidratos, calorías y kilos;  de tal modo que cuando se avizora un monumento a la plétora, se dispara automáticamente la creencia de que ese otro vive "una vida de placeres" contrapuesta a las imposibilidades que siente quien dispara su crítica o su preocupado consejo.
La cuestión de los kilos es realmente una vía de escape, pero no solo para quien los lleva puestos, sino para quien no los quiere llevar en el cuerpo y los deja almacenar en el alma. Cuidado: cada vez que uno se enfrenta a un espejo que le arranca observaciones y críticas que nadie le pidió, es posible que esté frente a algo que lo enoja y se ha alojado como kilos de grasa en el alma. Por desgracia, y para negocio de muchos, esta interpretación de auto-rechazo, dependencia e inseguridad se suele adjudicar solo a las personas que se han excedido de peso, pero es válido también para aquellos que se empeñan en mostrarse estilizados por fuera y con grandes pesos por dentro a los cuales les da la espalda.