sábado, 14 de enero de 2017

EL PENSAMIENTO BINARIO: EL ETERNO CONFLICTO

Estamos inmersos desde que nacemos en una forma de pensar que divide las aguas en dos: derecha e izquierda, día y noche, blanco y negro, bueno o malo, a favor o en contra. Todo se trata de un versus que lo que primero levanta, es la autocrítica y favorece la proyección. Si hay algo que es erróneo o equivocado, estará automáticamente de la vereda de enfrente, generándose así un péndulo cuyo movimiento será de un polo a otro sin jamás verificar si existe algo dentro de la vereda que uno habita, que sea causa del problema que nos enfrenta.

Otra trampa es la del mal menor, un sucedáneo que se utiliza para poner parches cuando no queremos hacernos cargo de que, aunque sea menor, es mal. Digamos que es el método lento pero seguro para terminar en la vereda que tanto criticamos. Pero lo utilizamos porque la consciencia tiene menos trabajo y se tranquiliza conque hace mal, pero poquito.

Con el tiempo, poquito más poquito, hace un mucho. Y cuando ya es mucho, sin darnos cuenta, nos cruzamos de vereda y defendemos con igual fruición nuestra necedad.

Por entre las rendijas de este modo de pensar, se escurre algo que se llama CONSCIENCIA, y si bien se la relaciona con otro versus/polaridad/vereda que se define en términos de consciente e inconsciente, no hay que olvidar que la consciencia es un recorte de la realidad y lo inconsciente su total falta, siendo la consciencia en tanto toma de conocimiento, iluminación y esclarecimiento, la única forma de ir recortando pequeñas porciones de inconsciente para ser llevadas e integradas a ese sistema llamado consciente en el que podemos delimitar las cosas y entenderlas mejor.

En síntesis, la palabra consciencia puede prestarse a confusión cuando se la usa como mecanismo de conocimiento o como el lugar "topográfico" a donde va a parar algo que pasó por ese mecanismo.

Hacer consciente lo inconsciente es un eterno proceso que no puede estancarse. Cruza de vereda a vereda todo el tiempo en búsqueda de una SÍNTESIS mayor. Se sale del pensamiento binario de blanco y negro y corta el péndulo. Nos señala que lejos de proyectar, hay que ver cual es el punto en que nos equivocamos. Esto no evita que exista otra vereda, pero sí evita que nos pasemos la vida reaccionando contra algo cuya solución, está muchas veces dentro de la misma esfera de acción.

Yo no voy a solucionar mis problemas de pareja matando a mi cónyuge. Eso es una mentalidad binaria. Tampoco voy a remediar una grieta pidiendo al otro que cambie porque yo se lo digo, lo acuso o lo juzgo.

Lo más lógico será encontrar la razón por qué elegí un compañero/problema/conflicto/situación/enturnto como ese y descubrir así que quizá haya sido lo mejor que pude hacer para no hacerme cargo de mi propio problema.

Cuando hacemos CONSCIENCIA, hallamos que el centro del conflicto no es lo opuesto, sino algo muy diferente que se encuentra por lo general en un problema no enfocado y que ha quedado por fuera de la díada correcto-incorrecto. Descubrir eso, implica permitir salir del lugar de la "reacción", del lugar de devolver la agresión, el contraargumento, el péndulo y la rueda del hamster.

Si no podemos ver que quizá el centro de un problema está en otro lugar, -o incluso está compartido-, viviremos repitiendo el vaivén pendular, dando tontas vueltas y eternamente enzarzados en batallas de buenos y malos que existen porque nos encargamos de alimentar esa lógica tan escasa de acción y reacción.

 Por algo el símbolo del yin y el yang, tiene un punto negro en el lado blanco y uno blanco en el negro y aunque nos hagamos los eruditos espirituales, lo usamos solo para ilustrar nuestros muros o redes sociales.

Hay que animarse a cuestionar lo que nos venden como conflicto en el cual lo fabuloso, limpio y blanco está de un solo lado, porque en esa presentación se esconde el veneno de un versus que no suele ser más que una distracción. Y así es como aprendemos a pensar y a tragar, -no analizar ni buscar mayor conocimiento-, todo lo que escuchamos.

Lo que no se cuestiona, vive y pervive y se desplaza a otros conflictos que tarde o temprano, en el modo binario de pensamiento, hace que el péndulo pase como destino y condena segura de un extremo al otro sin haber aprendido absolutamente nada. Y si no, a las pruebas me remito en temas históricos, en las sucesiones del poder, en cuestiones de pareja.

Cada vez que veas dos polos en claro conflicto, desconfía. Con eso, habrás dado al menos un paso en favor de un centro que quizá sea mucho más importante que el versus superficial con que te estás entreteniendo.

Además, con esto, estarás dando posibilidad a que algo nuevo se manifieste en tu vida y en cualquier ámbito de la vida que parezca ser una monótona sucesión de repeticiones sin solución. DONDE NO HUBO SOLUCIÓN, HUBO REPETICÓN. Recuerda esto.

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