sábado, 31 de mayo de 2014

MUJERES VERSUS MUJERES; MUJERES NIÑAS - Por Gabriela Borraccetti

La mujer versus la mujer podría definirse de "machista", y en el realidad este atributo no se limita a las que critican a su madre por no haber sido lo "suficiente fémina", sensual, bella, atractiva o poderosa para entender a su padre, sino de forma ignorada a ellas mismas que de manera nada casual, se encuentran en la vida con hombres ausentes, que las abandonan en las difíciles, las canjean por un partido de fútbol,  por los amigos, el club, el alcohol, el juego, el trabajo, un hobby, otra mujer y demás leyendas que pertenezcan consciente o inconscientemente al padre, pero que puedan ahora ser encarnadas por sus parejas.
Ese suele ser el modo usual en que la vida intenta hacerles ver a la" adoradora de papá", -que sabe comprender realmente al alma masculina-,  se parece más a quien descalifica que a quien defiende, y que hasta que no encuentre el núcleo de su verdadera identidad, pondrá sobre sus hombros, -sin saberlo-,  y los  del género femenino, -incluyendo a sus hijas-,  responsabilidades que no ve como responsabilidades sino como "sacrificios que se DEBEN hacer" para no perder un lugar principal exigiendo también a aquellas compañeras genéricas, tolerancias que suelen ser realmente intolerables.
Es por tal motivo que suele decirse que es el género femenino el que más se traiciona entre sí , ya que es en la traición en donde estas niñas grandes creen que pueden obtener la revancha por la victoria y hacer posible su sueño de conseguir la conquista de lo que la otra (mamá), no pudo conquistar, -a papá, ese señor casado con "esa"-.
La otra siempre es tonta y no solo se limita a ocupar el lugar de la merecedora de engaño por inepta, sino que tiene que aguantar cualquier niñería y falta de responsabilidad de la supuestamente MUJER con mayúsculas. La otra puede ser una amiga a la que se le falla, la otra puede ser una acreedora a la que no se le paga mientras se le exige tolerancia o hasta se la atropella, la otra es siempre es la otra mujer, esa figura que suplanta inconscientemente a su madre y que por ser una rival injusta, debería permitirlo todo a esta niña tamaño extra large que no sabe aún que su mente y sus emociones han quedado tamaño "small".  En su actitud de soberbia sabiduría, pretende que otros le reconozcan razón a sus  irresponsabilidades y suelen pretender un título que aún les queda grande. Por lo general, y hasta que no buceen en lo profundo, creyendo ser tan astutas, bellas, fuertes y de mundo como papá, se plantarán en lugares clave donde no ser engañadas, y en el fondo, terminan siendo las que alegremente rompen tanto un matrimonio, una sociedad, una amistad o lo que fuere simplemente en nombre de una libertad que no tienen porque siguen atadas al pasado y a su rol infantil, que con su omnipotencia, -característica de esos tiernos años-, pretenden que "ESA" se coloque en lugar de felpudo para demostrarse a sí que ella tiene el pié más grande, -o mejor dicho el poder -, para poder pasarlas por encima y tomar su trofeo. No obstante, siempre terminan por perderlo, pues la pérdida, es la condición de su deseo.
En fin, hasta que no sepa reconocerse en el espejo de su madre, no habrá nunca nadie más importante en su vida que destruir OTRAS, sin saber que es ella misma la que se ignora, se desconoce y se pisotea porque aún le falta transitar y procesar un complejo paterno mal resuelto.
Para no dejar el artículo centrado solo en la mujer niña, es necesario aclarar que éstas se encuentran a su vez con hombres niños, esos que "se casan con mamá" para que les permita ser siempre irresponsables, y busquen afuera a la amante lujuriosa que no tienen en casa. Entonces la rueda sigue girando y repitiendo escenas hasta que la CONSCIENCIA la detiene.

jueves, 15 de mayo de 2014

EXISTE LA NORMALIDAD?




En palabras sencillas, el psicoanálisis considera que hay tres tipos de estructuras: Neurosis, Psicosis y Perversión. No existe la palabra "normalidad" en cuanto a que lo normal viene de la palabra "norma" y la norma proviene de una estadística.
Las estadísticas son las que miden lo que todos hacen: si la mayoría comiese pasto, lo "normal" o parámetro de normalidad, sería comer pasto, por lo cual quien coma una zanahoria, carnes o brotes de soja, pasarían aser a-normales.
Con este criterio se mantiene un modo básico de no endilgar el profesional a su persona ni al paciente, la "clasificación" de normalidad y por lo tanto, arrogarse la posibilidad de declararse con un saber omnímodo acerca del otro.
Los criterios generales para distintguir entre una u otra estructura se basan en el discurso y no en la apariencia de la persona, dado que la palabra es la que muestra si la ilación tiene coherencia, buscando en lo intrapsíquico cuales son los mecanismos que se activan para habilitar a la consciencia a registrar de forma más o menos cabal el mundo y las relaciones que tenemos con él.
Hay casos, a los que se considera de mayor gravedad, en donde directamente nuestro "archivo" inconsciente, que es lo "no visto", no registrado por la CONSCIENCIA, queda excluído de diferentes formas según diferentes mecanismos de defensa: la represión, la renegación y la forclusión. Deshabilitar estos mecanismos que impiden a la Consciencia expandirse, son el punto fundamental del psicoanalista que se guiará hacia el inconsciente a través del lenguaje. Somos seres parlantes y es en el discurso, -palabras, gestos, toda forma de comunicación verbal y no verbal donde se filtran las guías que nos llevan a determinar un diagnóstico y una forma de tratamiento.
Cuando vuelva a utilizar el término "normalidad", piense que simplemente, normal es lo que todos hacen, y no una enfermedad. -Gabriela Borraccetti-

lunes, 5 de mayo de 2014

COMO TAPAMOS NUESTRA INCOHERENCIA - Por Gabriela Borraccetti

Antes Química y Alquimia eran hermanas. Astronomía y Astrología, eran hermanas, y así con muchos pares divididos que terminaron acusándose entre sí de ciencia y pseudociencia, fuimos quedando igual que nuestros conocimientos: atomizados. Hoy, para que un médico te diagnostique acerca de tu nariz, tienes que ir a un otorrinolaringólogo, para que revise tu corazón, a un cardiólogo, para conocer si tus filtros andan bien, a un nefrólogo. Y mientras tanto, proclamamos inconscientes de nuestras contradicciones, que TODO TIENE QUE VER CON TODO. Si supiéramos hasta donde no solo el todo nos relaciona, sino que TODOS TENEMOS QUE VER CON TODOS, no seríamos tan cómplices pasivos de lo que por dejarnos dividir, avalamos en silencio cuando algo le pasa al otro y seguimos diciendo "vaya a saber que habrá hecho", o gritamos un desconsolado "pobre!!!!!!!!, que Dios lo ayude", sin hacer absolutamente nada, o nos peleamos por ideas hasta arrancarnos la nariz, el corazón y los riñones.