domingo, 31 de marzo de 2013

EL PESO DEL MIEDO


Algunas veces luchamos toda una vida para conseguir algo, sin darnos cuenta de que la mayor pelea, se lleva a cabo no con el obstàculo externo, sino con la imàgen que de él nos hemos configurado a través de una muralla de miedos. Un enemigo interno temeroso y pesimista, siempre atrae el desafío de convertirnos en un héroe que para ganar, no necesita librar batallas en el afuera, sino convertirse en aliado de sí mismo.

ROMPIENDO ESPEJOS


Cuando aún en silencio y en soledad, nos sentimos atormentados y perseguidos por los problemas, es probable que siempre que tengamos que tomar una decisión, agreguemos a nuestros pensamientos, las suposiciones acerca de lo que estaría pensando alguien más; intentando sentir que es lo que el otro sentirá; y además sumando a nuestras elucubraciones, el diálogo mental que en su momento, tendremos con la otra parte involucrada en el asunto. Como si todo esto no fuera suficiente, en el bagaje que conforma nuestra identidad; llevamos aprendida y heredada, aquella "biblia" de razones, argumentos y condiciones, que hemos tomado sin ninguna crítica ni evaluación, y que son "palabra santa", por haberlas mamado desde la teta familiar, pasando por la chocolatada, hasta convertirse en los actuales cafés adultos. Después de todo, eso a lo que llamamos identidad es un cementerio de identificaciones, llenos de "te parecés a tu papá, gruñón como siempre; al tío..., irresponsable como nadie; a tu llorona madre...; y así hasta creer que somos irresponsables, gruñones y llorones. Plagados de fantasmas y designios ajenos creemos ser nosotros mismos, reconociéndonos en una imágen que hemos obtenido del espejo familiar; razonando como se nos ha enseñado, -muchas veces con la regla de 3 simple-, y sin haber hecho nunca un repaso general para averiguar que es lo original y auténtico en nostros. Animarnos a romper con esos espejos, tiene que ver con dejar de oír mandatos, abandonar posturas rumiantes, y actuar sin hacer participar de la decisión a ningún tercero. Suena fácil, pero el camino que lleva a ser un individuo, suele estar plagado de golpes al menos hasta que uno decide dejar de caerle bien al resto del mundo, prescindiendo de aplauso y reconocimiento. Ser, es lo contrario de parecer. El problema es que muchas veces, no nos enteramos de que hemos tomado como propio el "te parecés", y nos enojamos con aquellos que nos devuelven un rostro más real que aquel que han fabricado los años y la herencia. La faz que realmente nos pertenece, suele ser desconocida para nosotros mismos; y lejos de admitirla, la rechazamos sin otro motivo que el desconocimiento que tenemos acerca de nuestra verdad. La identidad es el reflejo de lo que hacemos en la vida: si "copiamos y pegamos", sólo seremos un clon. Si en cambio somos creativos, tenemos la posibilidad de hacer algo único para ser singulares. Podríamos decir que la creatividad, es la vara con la que podemos medir cuan lejos o cerca estamos de nosotros mismos. 

viernes, 29 de marzo de 2013

AMOR Y DIFERENCIA

Desde el momento en que se celebra la cruz, no nos es posible olvidar que nada en este mundo puede ser unificado sin que exista un -1: algo que esté en sombra,  algo en negativo, que no se pueda nombrar,  que haga o cree una falta, o que introduzca una diferencia. La figura de Cristo muere para que tú vivas; y de este modo  se instaura una división por ej., entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos,  entre espíritu y materia, entre el padre y el hijo, y toda una serie de divisiones que en definitiva, hacen que vos seas vos, y yo sea yo; dos personas separadas por aquellas cosas que nos caracterizan como individuos,  más que hermanarnos y asimilarnos como semejantes. Bajo estas circunsancias, nace el amor como el intento de abolir las diferencias; aunque termina muriendo de inanición, en el momento de abolirlas. Por ello, Amar es sólo posible gracias a lo que nos separa, y no a lo que tenemos en común.
Esperemos estar aprendiendo a ser más tolerantes.

ESTARÍAMOS REALMENTE DISPUESTOS A SER "UNO"?

Por Gabriela Borraccetti

Así que crees que tú y yo debiéramos estar siempre de acuerdo?. Realmente no me lo plantearon nunca tan seriamente; no obstante, se me acaba de ocurrir que para pensar igual y no tener ni un sí ni un no, debiéramos funcionar como una unidad;  es decir, como si fuésemos una misma persona. Y por qué no?, si con ganas todo es posible!. Ya que lo propones, te demostraré que rápido pueden hacerse la cosas!!!!!!: podemos ir a vivir a casa de mamá, que desde ahora, a consecuencia de ser uno, será también tu madre; pues me imagino que no andarás con detalles tontos a la hora de sentirnos fundidos en un solo corazón, en un alma, en un sólo espíritu!. La casa será cómoda, ya que como habitamos un mismo cuerpo,  dormiremos en en mi habitación que también a partir de hoy, es tan tuya como mía. A partir de este momento, no valdrán de nada esas incomodas plazas dobles, que sirven para los que se quedan a medio camino de toda unión verdadera!. No es cierto?. Que felicidad esta de ser UNO!. No te será difícil, -ya que la común unión hace que todo sea tan coincidente-,  ponerte las que antes eran mis pantuflas; pues supongo que esta nueva realidad hará que se te achique el pié o se agrnade el calzado; y cada vez que sean necesarias compras de indumentaria, ahorraremos mucho eligiendo el que antes era mi talle que ahora comparto contigo. Ahhhhhh!!!!!!!, la magia que todo lo puede!.  Si te parece, también me tomaré el trabajo de comer yo; encargándome de hacer la digestión y correspondiente deposición; ya que un organismo debe acceder a quedar en óptimas condiciones de higiene también interna. Leeré las revistas, trabajaré y saldré de casa. No hace falta que lo hagamos los dos, porque el amor nos ha convertido en uno; ofreciéndome también a hacerme mala sangre con el jefe, con el viático y los aumentos de precios. Que fabulosa la idea de coincidir!!!!!!!!. Volveré y estarás juntito a mí;  para así poder gritar que somos un bello acorde del universo, que todo lo compartimos y que nada nos hace falta más que una hermosa sombra para llamarnos un mismo cuerpo. Doy por sentado que en nombre de esta bella unidad, no te molestarás en ser la sombra, tan pegadita a mí como deseabas estar; ya que todo cuerpo tiene una cara a la luz, y otra a la oscuridad, y ya no existen distingos entre tú y yo.  Ahora que he aceptado tu necesidad de ser uno, sé que estarás feliz; y desde este instante en más, espero no volver a escuchar un NO cuando tenga ganas de hacer algo que  no quieres, pues tendrás que venir conmigo, ya que  me he quedado con la  posición de la decisión  visible, dominante y consciente; dejándote el papel más sabio a tí, ya que el inconsciente, ejerce un dominio oculto por sobre los actos cotidianos. En tí yacerá el registro completo en conocimientos, traumas, dolores y alegrías; y estoy segura de que esa situación, te  honra como al soberano que realmente en el fondo, e invisiblemente eres!. Felicidades!. Tu deseo se acaba de cumplir. Ahora cállate, y déjame seguir con mi vida. Pero no te ofendas!!!!!!!!!; pues habrás de permitirme estos exabruptos que día a día teníamos dentro de nosotros mismos cada vez que se nos cruzaba la resolución de algo pendiente, la exigencia de un compromiso que atender -sin tener ganas o tiempo-; o tan sólo por irresponsabilidad o capricho. Ahhhh, sí!. Para hacer las cosas, las hacemos bien, llevando a la pauta de dos, aquello que sabemos que sucede en el ámbito del uno. Ahora sí, te deseo buenas noches y apaga la luz si me quedo dormid@, que si algo piensas durante la noche, mañana lo recordaré como un sueño y podremos hablarlo.

Después de leer esto, es muy probable que la idea tan romántica de negar lo que realmente nos separa, sea el día de mañana, motivo de una gran separación. El amor radica en amar las diferencias, y no lo que nos hace iguales.

jueves, 28 de marzo de 2013

LO QUE PODEMOS VER


Uno puede ver un cielo lleno de nubes aunque tenga dos o tres. O puede ver siempre sol, aunque esté oculto tras un manto gris. O quizá ve tan sólo noches. O quizá siempre encuentre estrellas, o lunas, o soles... Lo que allí arriba observemos, es sin dudas el reflejo de lo que nuestro corazón, contiene. Sin embargo, hay un cielo que no llegamos a palpar con los sentidos, que se encuentra oculto; bajo nuestros pies, y del otro lado del mundo. Uno que no está iluminado y no nos es accesible a primera vista. Ese cielo invisible, es lo que completa ese universo que somos como seres humanos en luz y oscuridad, en brillos y sombras; capaces de ver con los ojos aquello que es visible; y con la intuición, la totalidad del mundo.

EXPRESAR EL DOLOR




Lo que la mente no puede elaborar, queda impreso como una cicatriz dolorosa; y tal como lo hacen los glóbulos blancos con una herida, las palabras intentan rodear ese agujero para poder definirlo, para poder poner nombre a lo que duele, y proceder a sanarlo. Si no somos capaces de expresar en palabras aquello que nos ha lastimado, la reacción natural es una infección que termina por desbordar las defensas, convertirse en dolor psíquico, luego en síntoma disfrazado de impedimento, fracaso, culpa, inhibición, dificultades en vínculos, depresión, etc.; y en última instancia, termina por herir al cuerpo.

No hay dolor que desaparezca simplemente por ignorarlo.

miércoles, 27 de marzo de 2013

CREATIVIDAD Vs. REPETICIÓN




Muchas veces creemos tener razón, o LA razón. Otras veces creemos saber, o poseer El Saber. Suponemos que hay una sola forma de encontrar relaciones entre hechos, una sola forma de hallar respuestas a nuestras dudas, una sola forma de sucederse los acontecimientos, -como la causa y el efecto-; cuando en realidad todos conocemos que existe la sincronicidad, a la cual llamamos usualmente, casualidad.

Suponemos también, -y mal-, que la nuestra es una forma adecuada y "normal" de razonar, a la que todo el mundo debiera comprender fácilmente por el solo hecho de hablar; y nos asustaría descubrir sin embargo, la frecuencia con que esto no sucede, dándonos la mano con quien en lo profundo disiente con nosotros, y peleándonos con quien inadvertidamente, piensa de un modo similar.

No obstante, las concatenaciones que nadie distinguiría a través de un ejercicio lógico; suelen ser las que bajo la forma de "accidentes" o pura suerte, se combinan para determinar el nacimiento de nuevas ideas, nuevos descubrimientos, nuevas artes y todo aquello que hasta ahora no había existido.

Entonces, para qué tener razón?. Por qué luchamos tanto para quedarnos con el triste premio que tiene el sabor de una batalla que se gana a expensas de quedarnos solos, y sin descubrir nada nuevo que nos lleve a subir un escalón?.

Uno llega a "saber", en el sentido de sabiduría-, cuando accede a liberarse de un modo pre-establecido de ver las cosas, creando nuevos puentes entre lo ya existente, y dando nacimiento a cosas que sin dudas, poseen una energía nueva. Si la invención nace de un modo diferente de concatenar lo que ya conocemos, es mejor que intentes salir de tus esquemas, e incluso, que combatas tus propios supuestos y pre-juicios. Aprende a utilizar la usina de pensamientos que llevas en tu cabeza; que para repetir la mediocridad, hay tiempo y fórmulas de sobra.

martes, 26 de marzo de 2013

CAMBALACHE, SIGLO XXI.




Me pregunto quien podría pararse frente a una escritura egipcia, y ante todos esos jeroglíficos, exclamar con soltura y sin temor a ser tildado de necio: "No, yo no creo en lo que dicen"?. Sin embargo, no son pocos los que pueden adherir ciegamente a alguna teoría, sin haberla siquiera experimentado por sí mismos o comprobado lo suficiente. Pareciera que sólo es cuestión de que "pegue" con nuestro bagaje de conocimiento, y que no desentone con nuestro edificio conceptual previo, como para que la defendamos o libremos batallas ardorosas, denostando la posición que creemos, -otra vez la palabreja-, que se encuentra en la vereda contraria. Y es que solemos intercambiar sin mayor empacho, a la palabra "creencia" por "entendimiento"; y en un ejercicio de costumbre acrítica, -que venimos practicando cada vez con mayor asiduidad y automatismo-, terminamos siendo movidos por una subjetividad que tras el capricho esconde una mente que cada vez piensa menos y repite más. Así, y con liviandad, vamos convirtiendo a la ciencia en religión; mientras que pasamos la religión a la columna de las ciencias; y sin poner al menos una pausa para respirar, no nos molestamos en averiguar la fuente de donde procede tal o cual información, y menos el origen de algunas ciencias antiguas que por motivos complejos y de poder, se caratularon siempre de superchería por temor a que el hombre deje de temer a su Dios. Como voy a perder tiempo?, -nos susurramos para consuelo-; total..., que más da!, si las escuelas son recintos para llevar a los chicos mientras los padres trabajan, o meros lugares de concentración para que un loco cargue un arma y salga a matar niños.


-Están cerrando escuelas porque no hay alumnos que pisen sus aulas, en este último año fueron 16 escuelas en un territorio tan pequeño como la provincia en la que vivo, y para muestra basta un botón;

-El mayor rating es el de los programas escandalosos;

-Poca gente va al teatro en comparación con la que concurre a las canchas de fútbol,

-y una gran mayoría no lee noticias sino que repite lo que escucha, sin tomarse la molestia de averiguar si es tan solo un rumor.


Quizá debamos replantearnos a donde creemos que vamos, si es que se puede usar la palabra "vamos", en lugar de usar el correcto "a donde nos llevan" de las narices; haciéndonos creer que somos autónomos, libres y extremadamente inteligentes, mientras todo está indicando que lejos estamos de crecer y ejercer nuestra libertad.

lunes, 25 de marzo de 2013

COMO SABER SI TU EGO ES SALUDABLE


Saber quienes somos, difiere de identificarnos con ese ego que normalmente lucimos todos: mayormente nos peleamos entre nos por el color, la raza, las zonas limítrofes, geográficas, ideológicas y religiosas. Nos peleamos por intolerantes, por no aceptar las diferencias, y luego nos llamamos "amplios" y "evolucionados". Siempre en posturas extremas, o somos los salvadores, o nos culpamos de todo. dejando claro en forma indefectible, que hasta con juicios opuestos, tenemos el prejuicio de ser el centro del daño o beneficio, o los dueños de la verdad del universo. Es una pena que lo único que nos haga tomar consciencia de quienes y qué somos, sea aquello a lo que invocamos siempre con nuestras posturas de extremo: el gran dolor de alguna catástrofe en la que todo se derrumba. Sólo allí, podemos observar claramente, lo importante que es saber si el que te rescata cree en tu mismo dios o en los del Olimpo, si votó a tu partido, o al de la oposición. Entonces luego decimos que la letra con sangre entra, sin tener vergüenza de que así sea, y sin recapacitar por el hecho de haber estado tan equivocados mientras lo tuvimos todo. 
Por supuesto, están las excepciones; y en medio de los escombros, trabajan los que no te preguntarán por tu dios, ni por tu billetera. Tampoco querrán juzgarte por inteligente o bruto, por bueno o por malo; ni querrán saber si su idea es afín a la tuya. Allí en el horror, sólo ruegas que te auxilien; y sentirías terror si supieras que el rescate dependiera de la afinidad con tu rescatista. No es cierto?. Entonces, por qué creerte invulnerable y vivir escupiendo para arriba?. O mejor dicho, para afuera?. Animarse a ver la propia sombra, tiene como premio el ser una persona felizmente integrada, con menos ego y más corazón. Quizá más parecido al de los perros, que no se preocupan por tu raza, ni tu casa, ni tu jefe, ni trabajo, ni poder económico, ni religión, ni ideología. Tampoco se fijan en tu ropa, si eres pobre, o estás desnudo, enfermo o hueles mal. Simplemente están allí, para ayudarte con su ejemplo, a desarrollar un corazón abierto porque ellos saben quienes son, pero no poseen el ego estrecho del humano. 
Quizá esto sea lo que tengas que recordar  cuando intentes definir entre una postura egoica sana o enferma; puesto que lo sano, es más bien lo que tiende a parecerse a lo natural. 

sábado, 23 de marzo de 2013

TRISTES, DEPRIMIDOS, TAL VEZ DORMIDOS - Por Gabriela Borraccetti

Solemos escuchar mucho más seguido que años atrás, la famosa frase "estoy deprimid@". Quizá gracias a una banalización, comenzamos a ponernos etiquetas que tienen un peso atroz sobre nuestra alma, y sin saber, vamos cargando ese peso, repitiéndonos una y mil veces un error disfrazado de verdad.
Estar deprimido, no es lo mismo que estar triste, ni angustiado; dado que es muy común que el depresivo no manifieste tristeza, pero sí presente como síntoma principal, una total falta de interés en el mundo que lo lleva a recluirse, a no poder trabajar, y a perder todo atisbo de disfrute de la vida cotidiana. En estas instancias, quien padezca de tal dolor psíquico, no encuentra sentido a un mundo que se le pinta de gris, siendo el silencio, -que es lo más parecido a la muerte-, el centro de su corazón.
Con todos estos ingredientes, sabremos reconocer que ante hechos como la muerte, la pérdida de seres queridos, -hijos, pareja, padres-, el presenciar accidentes, asesinatos, o hechos que contengan componentes catastróficos imposibles de remediar; no será correcto hablar de depresión, sino de un estado de duelo; aquello que por otro lado es una reacción normal ante una pérdida; siendo patológico en cambio, encontrarse como si nada hubiese pasado, siguiendo un curso de vida normal ante algo que ya no tiene solución ni retorno. En este punto es necesario reconocer, que en líneas generales,  estamos algo más "inmunizados" al dolor, gracias a lo reiterado de su presencia en el día a día.
Los bordes diagnósticos son difíciles de comprender, y para el caso, no nos ayuda mucho conocer cual es la mejor etiqueta para cada ocasión. Sin embargo, estaría muy bien poder quitar de nuestra mente, la costumbre de llamar "depresión" a todo estado de tristeza, de agobio o de ansiedad; tomando como solución a las famosas pastillitas que hábilmente la industria farmacéutica, nos vende para "adormirlar"  aquello dentro nuestro pretende ser escuchado. Gracias a la postura comercial de las empresas que facturan más cuando estamos sometidos a grandes preocupaciones y a un clima violento, hemos aprendido el error de creer que el problema está en nosotros si no somos capaces de resistir el diario vivir en un mundo que ojalá, se pareciera a una jungla.
Dijo Freud  : La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas; y puede ser este el mayor problema que atravesamos como sociedad: nos falta interés por el prójimo, solidaridad activa, y empatía; dado que estamos demasiado ocupados en sobrevivir, y sometidos a un esquema que hace del bienestar, una quimera. Instalados en un sistema que coloca al utilitarismo como su dios; las relaciones se someten a un proceso de deshumanización que deja expuesto, -aunque incosnciente-, un dolor psíquico imposible de sobrellevar día a día, como si nada estuviera sucediendo. Los niños en las escuelas,  los adultos en el trabajo, y todo el mundo en la calle; somos víctimas de una violencia que no sólo se da a punta de pistola; sino que cuelga como la amenaza de ser prescindibles laboral, social y humanamente; generando todo esto un cuadro que, lejos de ser una excepción, está pasando a formar parte de una escala de valores que en definitiva, apunta a que sobreviva el que menos se preocupe por los demás.
En fin; quizá debamos reconocer que más que deprimidos, estamos en camino de hacer de la tristeza, el miedo, el dolor, la indiferencia, y la preocupación pasiva, nuestro estilo de vida; y que la forma de cambiar la dirección en la que estamos yendo, es primeramente, abrir los ojos ante las recetas facilistas que nos venden quienes manejan el poder.  El consumo, -de pastillas, de bienes, o de cualquier cosa que se nos ofrezca como panacea para ser feliz-, es simplemente un cuento que nos distrae de lo humano, lo sensible y lo amoroso; y que no podremos cultivar si seguimos como autómatas, tomando píldoras, o vacaciones de diez días, para tolerar 360 de infelicidad.
Mientras tanto, la voz interior que seguimos intentando desoir, nos dice: "No eres un objeto, sino un creador dormido"; ... y esa es nuestra mayor tristeza.

viernes, 22 de marzo de 2013

LA GENTE DESCARTABLE - Por Gabriela Borraccetti

La palabra responsabilidad significa la capacidad de dar respuestas ante la vida, no obstante, se la suele asociar con lo que pesa, duele, limita y constriñe porque al parecer, es ella la vía regia por la cual sorteamos los obstáculos que nos llevan a arribar a algún tipo de meta.

Con ello, la vida nos alecciona para que comprendamos que los logros, no están ligados a la suerte sino al trabajo y que la dificultad que padecemos desde que comenzamos a dar los primeros pasos hacia el objetivo planteado hasta culminar en el logro, suele estar en relación directa con  los merecimientos obtenidos una vez plantada la bandera en la cumbre.

Habiendo demostrado que las ganas de llegar son más fuertes que cualquier tipo de tropiezo, traba o piedra,  la experiencia suele provenir de un mérito personal basado en la determinación de vencer los obstáculos para transformarlos en posibilidades y la adquisición de la misma, nos enseña que nada es un camino llano y liso hacia el éxito, sino que es requisito estar dispuesto a dedicarle un buen tiempo de aprendizaje para merecer el titulo de "experto".

No obstante, a juzgar por lo visto y vivido en estos tiempos,  la palabra experiencia ha quedado cubierta por el  moho de lo que se desdeña y se devalúa y aunque a muchos haya perjudicado en su momento, -y hasta la actualidad-, hemos asistido a su entierro mientras era suplantada por lo que aprendimos a denominar  como facilismo, arribismo, y todos esos adjetivos que hablan de una total falta de dedicación.

Por la década del 90, -y en nombre de la modernidad y el crecimiento-; se eliminó de la población laboral activa, a todo mayor de treinta y algo, que a partir de ese momento, pasaría a ser para el mundo del trabajo simplemente un "viejo". La situación empeoraba si además, dicho "viejo" osaba tener un título profesional, dado que su "ambición", no lo calificaba para ser pisoteado como una rata del albañal por un muchacho joven e inexperto, con el título de gerente, CEO, o cualquiera de esos nombres largos y rimbombantes que incluso en los restaurantes, suplieron a la simple y nada elaborada ensalada de lechuga, por algo de nombre más llamativo.

Un jovencito, comenzaba  a ser gerente, -y no jefe-, de algún departamento, se subía de categoría a la común y cotidiana ensalada, llamándola  "fino colchón de hojas verdes".

En tan solo unos años, y junto con los requisitos que antaño se pedían como credencial de capacidad, -entre ellos la edad suficiente-, desaparecieron los currículums, siendo lo más valorado a partir de entonces, lo que se convino llamar "flexibilidad",  palabra que, traducida al castellano y la práctica, remitía a la posibilidad de rotar de trabajo tanto como fuera posible, y que obviamente describía una situación que sólo podía sostener alguien lo suficientemente joven, exento de grandes obligaciones, libre de cargas familiares, y cuyo mayor perjuicio radicara en, -a lo sumo-, no salir un fin de semana o no poder comprar un litro de cerveza.

Lamentablemente la situación no se detuvo allí, y gracias a la exclusión masiva de mano experta, se generalizó la creencia de que lo necesario para llegar a algún lugar de importancia, radica en el escándalo, el sálvese quien pueda, el consumo,  la ley del menor esfuerzo, los títulos express, la cultura de lo "fast", lo "easy", lo "light", y lo "quick", que lleva a adquirir por vía rápida, aquello para lo que antes,  había que invertir tiempo y algún esfuerzo.

Mientras los funcionarios nos roban con factura, y los vagos lo hacen a punta de pistola,  nos repetimos a cada paso que "las cosas son así",  perdiendo de vista que donde no hay responsables, no hay justicia; y donde no hay justicia, sólo existe el sálvese quien pueda. Y si cada uno tira para su lado, ¿que será de la amistad, de la palabra, de la solidaridad y de todos los valores que tienen que ver con el tejido social?. En fin, como veremos, en el fondo, estamos enfermos de algo cuyo remedio tiene que ver con lo que hoy simplemente llamamos "viejo", y que junto con nuestros mayores, arrumbamos en un asilo porque todo, incluso la gente, se ha vuelto descartable. 

miércoles, 20 de marzo de 2013

MANIPULACIÓN, VENGANZA Y JUEGOS DE PODER


Hay momentos en la vida en donde una especie de enojo profundo y quemante, sube a la superficie y transforma nuestros sentimientos en algo que se parece mucho más a la envidia que a cualquier sentimiento positivo que podamos albergar. A pesar de que nos ufanemos de no haber sentido jamás algo así, de repente nos encontramos "persiguiendo" los pasos, los escritos o las actividades de una persona, con el sólo fin de espiar lo que hace o dice y poder someterla una crítica despiadada e incluso cruel; o intentamos por uno u otro camino asestarle algún golpe no de puño sino emocional, psíquico o intelectual, al que reciba como "revelación" de nuestro poder de impacto. Es como si lo único que nos interesase fuese dañar a ese otro por habernos despertado algo que ni siquiera nosotros nos animamos a definir ni a confesarnos a nosotros mismos, pero que nos convierte en seres compulsivos, ensañados con quien creemos que nos provoca tal odio a causa de situaciones que nos han tocado algún punto que ahora ha reaccionado con un tremendo dolor, enojo u odio, y cuya magnitud incluso carece de proporción lógica. No obstante, muy lejos de la superficie de nuestra psique, y bajo muchas capas de represión, bulle la lava de un volcán que como tal ha esperado mucho tiempo para temblar de ira y comenzar a despedir sus primeros vapores. Avisados de este modo de que algo está por explotar, las personas que tenemos alrededor, huyen despavoridas antes de ser tapadas por la erupción; y sin tener nosotros la más mínima consciencia de nuestra actitud, interpretamos esa huida como el mayor de los desprecios, la mayor de las humillaciones, y la confirmación de nuestra sospecha respecto de estar siendo despreciados y humillados. Nuestra vida se vuelve un cavilar constante acerca de este enojo irracional y profundo, y el tiempo se vuelve un eterno juego de manipulación e indirectas que convierten en un infierno nuestra vida y la de los demás.

Debajo de esta conducta está almacenado un gran dolor y una gran frustración emocional que ha quedado viva y furiosa en nuestro inconsciente desde los tiempos en que la palabra y el movimiento voluntario no existía, y que por ello dependíamos de otros para poder vivir. Un bebé de días o meses, siente que si no, llora no come; y que si no come, se muere. La satisfacción de una necesidad básica nos remite más tarde a ser queridos, y la frustración de la misma en forma inmediata, termina para algunas personas por singificar abandono, desprotección y desprecio. El temor que produce la incertidumbre de un bebé que desespera por no ver a mamá en el horizonte considerándose arrojado a la nada, es la base de ese sentimiento que de adulto se hace presente cuando se pretende dañar a quien de alguna forma, consideramos que nos ha frustrado, postergado u olvidado.
Cada vez que intentamos "vengarnos" veladamente de alguien, o inducirlo a algún tipo de malestar para que sienta el aliento de nuestro  poder, no estamos más que actuando como niños impotentes que precisan la teta que no aparece; solo que ahora somos grandes, y podríamos pedir y conversar acerca de lo que nos ha dolido o lo que nos hace falta. Como dice la ley física, nada se pierde, todo se transforma, y estas son energías que se han enterrado pero no desaparecido; y que muchas veces sentimos como una amenaza que se esconde como un monstruo debajo de la cama, en el placard, o nos suelta el aliento en nuestras espaldas. Quizá el poner estas palabras en la consciencia, nos sirva para preguntarnos si vale la pena ensañarnos con personas y situaciones,  como si de ellas dependiera realmente nuestra vida. Por otra parte, aceptar que esto nos pertenece, nos convierte en seres humanos; mientras que negarlo, agrega una capa más de piedras, que algún día explotarán hacia afuera, o implotarán y nos dañarán por dentro.
Que tengas un buen día!

viernes, 15 de marzo de 2013

ESTAMOS DESPERTANDO?

Consciencia es una palabra bonita a la que solo accedemos cuando nos duele tanto el alma que nos es imposible seguir viviendo desconociendo nuestras profundiades. Es ahí cuando desbordados por la angustia, buscamos ayuda en quien nos pueda conducir a través de la oscuridad, y así poder acceder al conocimiento de una verdad muy escondida, y por supuesto, liberadora. No obstante, el lento trabajo de encontrar tesoros en el inconsciente no es una materia en la que estemos demasiado interesados, y es por ello que hacer una "inversión" que sirva para ir hacia adentro no reditúa tanto como aquellas que hacemos para todo aquello que forme parte de la cáscara, de nuestro exterior, y de la superficie. La ropa, los accesorios, el gym, las cirugías estéticas, los cosméticos, la tintura, el corte de pelo,  el spa con gemas y perfumes "espirituales" y mil adornos que maquillan nuestra apariencia,  son venerados en la misma proporción que lo "fast", el nuevo costado "intelectual" de esta estética que también promete llevarnos al paraíso del conocimiento con unos cursos por acá, y otros por allá, mientras que los más "comprometidos" con lo "profundo" prefieren obtener títulos a la velocidad de la luz y acortando en mucho los tiempos universitarios como si la complejidad humana fuese la misma que la de armar una torre con legos o pelar una cebolla capa por capa pero con el cuchillo de unas cuantas frases repetidas, remanidas y que apuntan al intelecto que confunden con los recovecos inasibles alma. Dedicar años años de estudio y sobre todo de conocimiento, -algunas veces la universidad no da ese don que hay que traer en el corazón para abrir corazones y mente-, es considerado algo demasiado pesado para la fácil tarea de meter nuestras narices en el privado e íntimo mundo del prójimo, creando así un modelo de ser humano que cada vez  más, se construye sobre la imagen, las trampas mentales que nos enredan en supuestas "recetas para todos", y nos dejan en  la superficialidad como si el mismo remedio pudiese curar a María que a Juan. Por último, cualquier cosa que llamemos "espiritualidad", ha hecho realmente una evolución que en líneas generales parece favorable; y lo que tiene de bueno, es haber dejado de ser propiedad exclusiva de aquellos que visten algún atuendo dejando de traslucir una exterioridad beatífica. No obstante, también es cierto que el extremo contrario que se mantiene gracias a bellas imagenes, palabras sahumeriadas con sensibilidad,  comprensión y  bendiciones; son solo una mascarada que se transforman en maldiciones y enojo callado ni bien se tuerce la relación al más mínimo cambio. Ni hablar de la palabra humildad!. Es cuestión de hacer una pregunta, de profundizar en algo, de intentar llevar una conversación un poco más consistente como para observar como poco a poco se recalienta el ambiente y surgen enojos que uno no sabe de donde provienen. Por supuesto, no son pocas las veces que provienen de una huida por no saber que decir ni contestar, porque el "copie y pegue", está a la orden del día.
En síntesis, todo esto es un tema como para mirarnos, -nos guste o no-, en un espejo social, colectivo y humanitario que está deteriorándose y haciendo de lo superficial, lo exterior, lo fácil, lo rápido, y lo inconssistente, su religión. 

Para recordar: solo cuando algo que hemos visto de nosotros mismos nos ha dolido enormemente, podemos decir que nos hemos vuelto conscientes, que hemos despertado. Aceptar que lo que nos hace distintos es saber que nos parecernos a los demás, es un paso. El siguiente es dejar de lado la supuesta superioridad espiritual que nos da el quemar algunos sahumerios, leer el último libro de autoayuda o repetir afirmaciones como un loro. Si no nos vemos un poco más a fondo, es muy probable que nos estemos engañando acerca de nuestro estado vigil exigiéndonos poco, esperando del los demás todo y creyendo que con repetir "mantras" o recetas, es suficiente. 

jueves, 14 de marzo de 2013

EL MIEDO A DECIDIR

En el altar de nuestras creencias, quizá no existan muchas que no provengan de alguna necesidad o carencia; dado que dios y el diablo, no son más que la deificación de lo bueno y de lo malo que vive dentro de nosotros, y que erige altares en cualquier lugar del mundo dentro y fuera de la religión.
Partiendo de esta base, quedará claro que en lo personal no tengo fuera de mí a muchas personas o instituciones a quienes, a esta altura de la vida, les deba rendir demasiadas cuentas, les pida demasiadas explicaciones, les deposite íntegra mi confianza o espere de ellas redención o salvación.  De este modo  la responsabilidad que esto implica al momento de tomar decisiones, me ha llevado a mirarme en el espejo de mi consciencia, a vérmelas con mi luz y mi sombra, y a dirimir entre lo que está bien y mal según un código de honestidad que establecí según mis propios parámetros. Si logro mantener la coherencia interna me hago acreedora al cielo o al menos a dormir tranquila una vez que apoyé la cabeza en la almohada; si fallo y traiciono algo de lo que pienso, siento, digo o actúo, sé que sobrevendrá el infierno que tiene exactamente mis propias dimensiones y prejuicios, y que por esta misma razón no podrá contenerme cuando no alcance a ver claramente cual es el beneficio de alguna situación crítica que se me imponga sin que pueda aceptarla así como así. La vida es un constante desafío a abrir la cabeza a lo desconocido, a lo inseguro, a los cambios que tanto tememos y a los que tanto nos resistimos. No obstante, la intermediación que aún se intenta explicar como necesaria entre Dios y el hombre, es tan sólo de gran importancia para quienes precisan depositar en algo externo y más seguro que nuestro vulnerable interior el cariño que se les tiene normalmente a las madres, cuya incondicionalidad y su amor sin peros, interceden ante el Supremo cuando estamos desesperados o con un gran temor; o esa devoción dedicada a los padres, que con su mano fuerte y su dirección certera, nos permiten sentir que aún en la niebla, vamos por el camino correcto.  Es totalmente entendible que cuando nos acercamos al borde de algún abismo, busquemos  algo realmente fuerte que nos nos pueda sostener; y en esa deificación del afuera en el que nos enseñaron a confiar en desmedro de nuestro interior, intentemos encontrar un buen gancho o una buena percha para colgar lo más sublime de nuestros dones.  Allí estará la Virgen, el Papa, papá,  la iglesia, mamá, la ciencia, la justicia, el banco, la duda, el consumo, el dinero, la educación...; o cualquier figura/persona/institución, que nos garantice que nosotros podremos volver a recobrar el equilibrio. Todos ellos son a su manera, los dioses que han quedado externados de nuestra alma, otorgando a fuerza de educación nuestro poder al afuera; y desacreditando de modo sistemático, nuestro propio valor e independencia de criterio.
Sea cual fuere el lugar de donde intentemos prendernos como un bebé a la teta en búsqueda de refugio, éste no será más que un intento de tallar en  piedra, una seguridad y una responsabilidad que no queremos tomar; pues de llegar a hacerlo, no habría más beneficencia que la nuestra, no habría más soluciones que las tomadas por motus proprio, y no habría más responsables que nosotros mismos.
Es más cómodo pertenecer al rebaño que guía algún pastor, que ser el conductor que toma sus propias decisiones  Al fin y al cabo, por más que lo proclamemos a los 4 vientos, a lo que le tememos realmente es a la libertad y la responsabilidad que la misma conlleva: preferimos creer que estamos atados, cuando en realidad nuestra fuerza podría romper cualquier tipo de cadena. 

martes, 12 de marzo de 2013

LAS MUJERES, LA OTRA, Y ELLOS

Normalmente creemos que las mujeres que gustan de los hombres, desean conquistarlos por una simple y sencilla atracción de tipo sexual y elección hetero; además de las consabidas necesidades emocionales que todo ser humano sin distinción de sexo, abriga.desea y se propone . No obstante, las damiselas que se adornan como amazonas listas para la conquista y el cortejo; lo hacen no siempre con la pacífica idea de agradar, sino de "competir" con esa que lo lleva de la mano:  "LA OTRA". 
Es vox pópuli, -como muchos hombres lo saben y lo han experimentado en su propia vida; que no hay más que llevar una alianza en el dedo anular,  para pasar de ser un moscardón molesto, feo, mal afeitado y gruñón, a ser un atractivo exponente del género masculino, codiciado repentinamente  por un cardumen de sirenas.  En esta situación, el candidato al harem se dice a sí mismo dos cosas:
1-Justo ahora que me comprometí con Fulana!!!!!!!



2-Es que soy irresistible. 

Con estos dos pensamientos que se alternan entre la fanfarronería y la resignación, sigue caminando el hombre y esquivando las miradas de las mujeres, que parecieran no advertir que  lleva de la mano, de la cintura o del cuello; a su bienamada novia; y cuya indignada y celosa mirada, -la de ella-, se vuelve más arrobada hacia el susodicho, sintiéndose envidiada y con mucha suerte, por haber "percibido" el poderoso sex appeal que seguramente debe tener, aunque ella no lo haya detectado ... hasta ese momento en que otras lo están mirando.
Desde que el mundo es mundo, se endosó el instinto de competencia al macho, que en pos de la conquista, se ha ido arrimando a toda hembra que anduviese por ahí con el propósito de hacer una nueva marca a la culata de su pistola;  y que incluso, en un derroche de creatividad insoslayable, creó memorables versos que van desde el "todo bicho que camina va a parar al asador", hasta el gauchesco "todo lo que tiene agujero es poncho". No obstante, la competencia masculina viene después de haber hecho la anotación en la culata de "su arma" ahora devenida en "medidor"; cuya cantidad dirimirá la disputa señalando a quien la tiene más larga, quien es más macho, o quien se las sabe todas. Por supuesto, como podremos darnos cuenta, la mujer tiene una aproximación diferente al término "competir"; y con quien lleva a cabo el desafío, es con la famosa OTRA. A ella no le interesa tanto quedarse con su trofeo; y menos le importa la cantidad de hombres con los que haya entrado en contacto. Para ella lo verdaderamente importante, es averiguar  "QUE TIENE ESA OTRA QUE NO TENGA YO"; y hará todo lo posible para demostrarse que ella también es capaz de "tener uno igual". La pistola que antes tenía el hombre para contabilizar sus victorias, pasa a ser ella misma, y su misión será la de demostrarse que puede desbancar a la "titular". En caso de no poder en la primera vuelta, irá a ballotage, y si no, esperará días, meses y años, bajo el aliciente de que "con su mujer, las cosas están muy mal".  

Señores: lo crean o no, lo que ellas buscan no es su irresistible perfume a feromonas; ni su fuerza muscular, ni su bolsillo, ni su billetera; -que son buenas opciones pero no lo suficiente buenas-; lo que la mujer quiere es responderse una pregunta acerca de si es o no capaz de serlo todo  para alguien; y no existe mayor confirmación de ello, que poder vencer a una rival. Si no lo alcanzas a comprender del todo, vuelve a mirar "Cenicienta", y allí podrás ver de son capaces ellas a la hora de que les calce el zapato. 

lunes, 11 de marzo de 2013

NOS Y OTROS, LAS DIVISIONES Y LOS ESPEJOS

En las historias que nos contamos a diario, existen agujeros que solemos rellenar con  pre-juicios, cosa de que se adecuen a lo que llamamos realidad. Una realidad que no tiene "fallas", ni fisuras, y que sirve para reafirmar que estamos siempre del lado de lo "cierto", lo correcto, y sobre todo del lado de lo "completo". Jamás podemos declararnos ignorantes en ningún aspecto que consideremos importante o esencial;  y es por ello que todo lo que desentone o cuestione a nuestro ego, será desterrado del edificio de juicios y prejuicios que hemos levantado como monumento a nuestro saber. De este modo, evitamos en forma inconsciente, observarnos en nuestra incompletud, e incluso, en nuestra incompetencia, a la hora de enfrentarnos con quien nos señala  alguna "falta".  Prueba de esto es que eliminamos de nuestra lectura, de nuestra escucha, de nuestras amistades, o de cualquier parte de nuestro mundo; a aquel que no piensa igual,  que vota a otro partido político, que cree en otros dioses, que difiere en las interpretaciones de lo que considera real, o que de una u otra forma, puede amenazar nuestra imagen devolviéndonos un reflejo no deseado de ésta. Junto a nosotros quedarán solo los que tengan un "parecido" y no quienes pongan de manifiesto las diferencias. Sin darnos cuenta, dividimos de este modo al mundo entre "buenos" y "malos", verdaderos y falsos, profetas y embusteros, y todo lo que pueda ser soporte de los dos extremos en que vamos apilando la vida, sin ver jamás que quien está en falta, es uno mismo.  El error queda siempre depositado en la vereda de enfrente, y es por ello que solemos apostarnos con una aureola del lado que califica de correcto; dejando al otro del lado de lo malo, lo feo, lo injusto, y lo incompleto. Como podría admitir nuestro narcisismo que la falta es suya?. Dentro nuestro, no hay "hueco" de información posible, ni hay posibilidad de estar interpretando mal los datos de la realidad. Quien siempre se equivoca es no-yo.; y somos una especie de paranoico cuya posesión de la verdad toda, nos lleva a ser cuestionados, fustigados, y observados por gente malintencionada que no tiene otra cosa que hacer que llevar el lado oscuro de nuestros propios agujeros. El ego es la prótesis que niega nuestras faltas; le dedicamos un estilo, un vestuario, una personalidad, una forma distinguible en trato, palabras, en símbolos. Todo eso, incluso algunos atributos intelectuales y sobre todo espirituales, forman parte de él; y le colgamos mil adornos para fortalecerlo y no dejarlo expuesto al ridículo que implicaría verlo tropezar en la vereda, para que otro se ría. No obstante, su caída puede dejarnos sentir que no siempre nuestros disfraces son efectivos, aunque los demás no se rían.

viernes, 8 de marzo de 2013

LA SED DE JUSTICIA, EL HAMBRE DE CASTIGO

Cuando lo que debería ser habitual se convierte en excepcional, suele causar una alegría descomunal, algo que nos infunde de un gran optimismo,  moviéndonos a gritar a los 4 vientos, aquello que no nos cabe en el corazón. Lamentablemente, cuando lo que nos impulsa tamaña algarabía, se relaciona con la justicia; el mensaje por debajo del texto, es un gran desaliento acumulado que refleja la sed de que exista justicia.
Si en la balanza colocásemos la cantidad de gente que roba, estafa y engaña; y del otro lado las personas que viven en paz, desean un trabajo honesto, forman familias, crean, piensan, investigan, donan, brindan ayuda, se solidarizan, hacen el bien y no salen a robar a los transeúntes, ni a matar o a violar; tendríamos  un platillo enormemente más pesado que el otro, sin tener que mencionar que el más liviano, sería el de aquellos que en general, se agruparían del lado de los ladrones, -sean estos de guantes blancos o de guantes negros-. En el día de hoy, en Argentina, está siendo condenado un ex-presidente que no sólo robó, sino que traficó lo que encontró a su paso: influencias, dinero en forma de coimas, armas, y vaya el cielo a saber que más. Un "hombre", que dejó de rodillas a su gente, y regaló la salud de muchos que tenían trabajo, a los alacranes de las corporaciones capitalistas. Por desgracia, ese hombre vivió en la opulencia y hasta hoy, sigue estando contenido por sus fueros en la Cámara de Diputados de la Nación; pero sin dudas, en este blog que escribo bajo del título de Consciencia y Sombras, debo dejar manifestado que tamaña alegría por un fallo tardío, contiene un mensaje que es imposible dejar de lado: cuando sucede que algo despierta la atención de muchos, y unifica el grito de "al fin", señal de que el hambre justiciero puede irse hacia el lado en que la injusticia reina. La sed de vengar, castigar, penar tanta manipulación, tanto dolor, tanto saqueo; es un arma de doble filo cuando además de haberse infligido en forma de abuso, -puesto que se trataba de una autoridad-, se ha dejado tanto tiempo sin castigo. Al momento de llegar tardíamente la sanción, se hace muy difícil ignorar que durante todo ese tiempo, la sociedad toda asimiló e incorporó como verdad inconmovible, que la justicia no existe y que lo mejor es dirimir los problemas de otro modo. No es casual que los tribunales estén llenos de personas que se denuncian por calumnias e injurias y estupideces por el estilo, y tiren los guantes mujeres que reclaman por las muertes de sus hijos.
Este mundo tan agresivo en que vivimos, lleno de pedidos de "mano dura", y justificaciones para robos que antaño y en la pobreza extrema no se cometían, es fruto de este tipo de actos retardados, lentos e injustos, que llegan tarde a "castigar" a los más grandes ladrones que -como si fuera poco-,  tienen y han tenido el poder de dirigir nuestras vidas. 

jueves, 7 de marzo de 2013

DE DONDE NACE LA AGRESIVIDAD

Paranoia proviene del griego  para, fuera, y nous; que significa mente/conocimiento. Por esta razón, cuando decimos que alguien es "paranoico", estamos catalogándolo de ser un "perseguido", de poner fuera de su ser, el conocimiento que sólo podría tener dentro de sí mismo; generando para sí y para los demás, una relación de tipo persecutoria, en donde un sujeto que no es yo, sabe, conoce, o adivina aquello que yo pienso, o siento, o tengo intenciones de hacer. Si bien solemos creer que este es un rasgo que poseen solo las personas alienadas, desconocemos que el centro de nuestra identidad, -o al menos eso que creemos centro y a lo que denominamos YO-, es en esencia paranoico, -incluso cuando evitemos nombrar la palabra YO-, recurso muy común para intentar no parecer egocéntrico, o que nos devuelvan la imagen de tal.
Nuestra identidad entonces se forma a través de espejos: los parentales en primer lugar, y todas las figuras que vendrán detrás de las primeras; adjudicándonos primero un nombre, y luego las descripciones personales que conformarán aquello con lo que luego nos identificaremos, -parecidos a papá, a mamá, a la tía, al abuelo, etc.;  rasgos, adjetivos calificativos y des-calificativos, etc, etc., etc.-.  A todos nos es común ir a mirar al espejo cuando queremos VERNOS; es decir que precisamos de algo o alguien externo, que nos devuelva una imagen afín a nuestro sentimiento interno de ser quienes somos; siendo este hecho algo notablemente paranoico.
Lo más interesante de esto, es que no todo el mundo llega a vovlerse un alienado mental; pero el solo hecho de poseer un YO/sentimiento de IDENTIDAD, -tal como la mayoría de los llamados normales poseemos-, implica que nuestras definiciones acerca de quienes somos, parten desde el afuera.
Por otra parte, cuando entre estas definiciones externas y las que hemos fabricado en forma interna, se genera alguna diferencia, aparece la AGRESIÓN como única respuesta. Cuando el espejo/otro, no nos devuelve la imagen que deseamos; procedemos a atacarlo,  y es así como se desenvuelven la mayoría de los problemas en las relaciones yo-tú. Si alguien acierta a endilgarnos una conducta, un rasgo, un carácter o cualquier adjetivo que remita a los des-calificados que hemos acumulado; la reacción será normalmente la de atacar al espejo/otro. Gráficamente, sería como estar con nuestro mejor traje, y al pararnos frente al espejo, ver al monstruo más horrendo que podamos ver. Lo habitual es tirar una piedra al vidrio horrorizados por nuestra imagen, aunque mucho más lógico es ir a buscar que parte de nosotros se sintió tan identificada y por ello tan dañada, como para discernir si el problema es en verdad el otro que está ahí fuera, o el que vive dentro de nosotros. 

martes, 5 de marzo de 2013

HASTA DONDE ES BUENO SER NORMAL?


Para tomar tan solo un ejemplo, las personas que han vivido mal trato en forma continua,  -y sobre todo aquellos que lo han padecido desde temprano, como parte de su formación diaria-, tienden una tendencia mucho mayor a acostumbrarse al mismo, sin percatarse de que éste, -aún en contra de su deseo consciente-, se convertirá en el modo habitual de tratar o de ser tratado por los demás. Lo NORMAL para una persona, suele ser aquello que se vive en forma cotidiana en el ambiente hogareño, y es por ello que aún en contra de su voluntad, llegará algún día en el que deberá enfrentarse a esto que se ha convertido en parte del paisaje diario de la vida; y ha pasado a ser tan invisible como el notorio parecido genético entre padres e hijos.
Los hábitos y las costumbres, -que van desde rasgo hasta actitudes-; crean un punto ciego en nosotros mismos, generando una consciencia distorsionada de la realidad circundante, a la cual veremos escotomizada gracias a la sombra que proyecta nuestra mirada hacia el entorno. Es como si ese punto ciego, fuese una mancha en nuestra pupila, que no permite ver la escena completa; borroneando o incluso tapando por completo, aquella parte de la realidad que tenemos incorporada como "pauta" o hábito normal; aún cuando racionalmente lo condenemos o nos resulte algo nocivo.  
Teniendo en cuenta esto último, no debiera extrañarnos que quienes provengan de un hogar en donde el amor se asocia a los golpes, al alcohol, a las riñas o a situaciones desde penosas hasta engañosas; elijan una pareja que tenga características de este tipo; o al menos sea alguien con quien tomar tales roles.
Modificar estas conductas no es imposible; pero exige de una toma de cosnciencia que no siempre es fácil ni completa; y que deberá acompañarse de actos creativos tendientes a generar nuevas actitudes ante situaciones que se repiten y detonan el cuadro o conducta no deseada. 

Solemos encontrar en el camino de nuestra vida un sin fin de parecidos a las situaciones que hemos vivido en nuestro primer hogar. Parecidos que incluso sin ser terriblemente devastadores, pueden asemejar a nuestra pareja con nuestra madre o padre, a nuestros hijos con nosotros, y a nosotros con nuestros padres; y sin embargo, solemos sonreir ante el hecho, como si eso nos declarara hijos legales o dilectos, inconfundiblemente perteneciente a la casta familiar de los "fulano y mengano". 
Tal vez se nos termine de caer la sonrisa, cuando por fin nos demos cuenta de que lo semejante, lo repetido y lo habitual, es un punto normal-mente ciego, que nos trae más de lo mismo una y otra vez. La norma es lo que se repite en una gran cantidad de casos; en tanto que la creatividad está por fuera de lo repetitivo. O no te has dado cuenta que después de todo, tú eres tú por las diferencias, y no por las similitudes?. 
Que tengas un buen día!


domingo, 3 de marzo de 2013

A QUIEN LE DAS TU PODER CON UN CLICK? - por Gabriela Borraccetti-

Sin querer, en las redes sociales y a través de los escritores de blogs que reúnen mayor cantidad de gente, comienza a asomar una verdad cada vez más notoria: que las publicidades no tendrían ningún sentido, si no existiese gente que con su saber, ingenio y creatividad, se abre hacia los demás para aportarle algo; ya sea este algo humor, cultura, poesía, conocimiento, y en el fondo, poder. Entonces es ahí cuando comenzamos a sospechar que la invasión publicitaria de la tele, no es  más que una inyección que por la fuerza, te meten por la privada ventana de tu casa, para que se te grabe en el cerebro que tienes que consumir. Prueba de ello es que los que andamos por internet, e incluso escribimos en distintos sitios, comenzamos a leer pedidos de los llamados "bloggeros", -gente que escribe en los blogs-, un ruego para ganar una moneda: "hagan click a alguno de los anunciantes de este sitio"  Mirá vos hasta donde llega la mentalidad de ser sirvientes de un sistema, que tenemos que pedir que hagan un click a otro que se cuelga de lo que hemos creado para que ellos ganen fortunas inyectando basura, y den una limosna al que le trajo "nuevos clientes".
Entonces, analizando un poco la cuestión,
-El interés lo moviliza, despierta y expande el escritor del blog.
-No existiría por parte del lector, ninguna voluntad de desviar dicho interés, ser molestado, ni distraer su atención, sobre cualquier otro objeto que no sea el voluntariamente elegido.
-Sin embargo, el pedido instaura un acuerdo implícito mediante el cual uno "colabora" si se distrae contra su voluntad.
-Ese click se termina llevando a cabo solo para favorecer a nuestro generoso amigo bloggero y no por genuuino interés sobre el aviso.
-Por lo tanto, la colaboración depende de nuestro agradecimiento,  empatía, y de nuestras ganas de devolver algo a quien tanto nos brinda gratuitamente y hace tiempo.
-Y gracias a esta base se enriquece aún más el rico.

Sin seguir desmenuzando la cuestión en hilos más finos, creo a esta altura es necesario plantearnos la cuestión de un sistema que utiliza el conocimiento y el trabajo de unos; y el afecto y la empatía de otros; para hacerse millonarios un pequeño manojo de habitantes terrestres. No me caben dudas de que deberían pagarle al bloggero por poner un aviso en su sitio, y no obligar a la gente a hacer click, sobre lo que le interesa tres rábanos.
El riesgo de que su producto no interese, debería correr enteramente a cargo de los publicistas y su forma de hacer publicidad; evitando convertir a quien tiene suficiente inteligencia, en un mendigo que les hace un favor, pidiendo caridad a su público por lo que antes no la pedía.
De este modo, lo que nació siendo un acto creativo se deforma, y es aplastado por la maquinaria de un sistema que nos ahorca para poder vivir. Por desgracia, los clicks que favorecen a nuestros amigos, son extorisvos, y uno no sabe si ir contra la propia voluntad, o ayudar a quien nos hace un aporte de cultura, humor, etc.
Creo a esta altura fundamental, tomar consciencia de la necesidad de invertir la pirámide del poder, y pasarla a las manos que realmente lo tienen. Debería cobrar el bloggero al publicista por dejarle un espacio en su creación, y de ese modo,  evitar convertirse a sí mismo  y a su público, en rehénes de una cadena de extorsiones funcionales a un sistema perverso. -Gabriela Borraccetti-

sábado, 2 de marzo de 2013

ZURDOS Y DIESTROS: EN HOMENAJE AL HEMISFERIO DEL ALMA

Algunas cosas me resultan asombrosas por su deformación, y por ser dicho "retorcimiento", llevado a cabo por gente perteneciente a las mismas "ciencias".
Hace muuuuucho que se conocen las distintas funciones de los hemisferios cerebrales, y de su regencia del lado opuesto del cuerpo; es decir que el hemisferio izquierdo comanda el lateral diestro del mismo, y que el hemisferio derecho, gobierna el lado izquierdo del nuestra corporalidad.  Por lo tanto, es conclusión obligatoria, relacionar el tipo de comportamiento básico de las personas, según el predominio de uno u otro hemisferio, y deduciendo sin mayores problemas, que las personas con predominio del hemisferio derecho, (zurdas), serán más creativas, más espontáneas y menos afectas a dejarse llevar por las normas que las dominadas por el hemisferio izquierdo, ese al cual se dirige la información que levantamos e incorporamos de los padres, las figuras encargadas de la educación, los gobernantes, medios de comunicación, la escuela, etc.
Para hacer un breve repaso de las funciones que tiene cada lado de esta unidad, diremos que el hemisferio izquierdo es el más conocido por la mayoría del planeta: es el cerebro racional, el que lleva a ordenar y conocer el mundo bajo las leyes de la lógica, y el que hace posible que comprendamos lo circundante, según una secuencia de tiempo y espacio. El cerebro izquierdo, pone en juego  la temporalidad, dándonos la convicción de que existe un pasado, tenemos un presente y avanzamos hacia un futuro; dándonos status legal de viejos o jóvenes de acuerdo al tiempo que llevamos vivido con los pies en esta tierra. Por otra parte, el espacio, también introduce sus leyes, impidiendo con ellas aparecerse ante nuestra mente como un revuelto incomprensible en el que no podamos distinguir un abajo de un arriba, o un adentro de un afuera.
El poder distinguir lugares, hace que por ej., sepamos que nosotros somos nosotros y no otros; dejando en claro las diferentes identidades y entidades que podemos llegar a CONOCER. En síntesis, este hemisferio,  lleva implícito el concepto de "ORDEN" u "ORDENAMIENTO" de las cosas bajo las LEYES DE LA LÓGICA, que permiten, -entre otras cosas-, que vos podamos entendernos través de este escrito, (que tiene un órden, tiempos de verbos, reglas gramaticales, etc).
Por contrapartida, el hemisferio derecho, está FUERA de toda esta LEGALIDAD, y no repara en absoluto en orden alguno. Podría llamárselo cerebro ILÓGICO, pero su denominación quedaría demasiado acotada en esta sola palabra, dado que es mucho más que ello, extendiéndose más allá de lo que implica asirnos a referencias y parámetros que en esta porción del cerebro, no existen. El hecho de funcionar por fuera de toda ley, hace que su ley sea la a-nomia,  promoviendo más bien a nuestra parte "salvaje" que por no saber que es lo que debe y no debe hacer, hace lo que le place sin tomar a su vez en cuenta, si esto es a favor o en contra de.. . En este rincón diestro de nuestra anatomía, no puede existir esto "O" aquello, ni el estar a favor o en contra de, ni arriba ni abajo de, ni nada que implique 1°, 2°, 3°. Aquí, sólo es posible que esto "Y" aquello, principio y fin, o el par antitético que fuera;  conviva pacíficamente sin entrar en contradicción. Pertenece a este hemisferio la noción de INFINITO, dado que este sólo podría ser apreciable si nos saliésemos de absolutamente todo lo que aprendimos a través del hemisferio que está del otro lado de la cisura interhemisférica; y también la creatividad que sólo se hace posible cuando uno puede utilizar la imaginación, alejándose de "las reglas" y de lo aprendido.


Dicho todo lo anterior, expongo aquí una lista de cosas que ha dicho la CIENCIA respecto de los zurdos (predominio de hemisferio derecho), según una lista publicada por la Dra. Anna Beremo Turchi, en su artículo :



-En 1991, investigaciones de los psicólogos Halpern y Cohen, acuñaron la frase: "Los diestros viven 9 años más que los zurdos". En esta investigación, no se sabe o no se dice exactamente por qué, hubo falseamiento de datos que luego fueron corregidos. No obstante, dicha corrección, no tuvo la necesaria difusión, dejando intacto el estigma que persigue a los zurdos, desde que las madres y los maestros castigaban a sus hijos si los veían usar su mano izquierda para escribir.



-Dos investigadores Saba Ghayas y Adil Adnan paquistaníes midieron el nivel de inteligencia de estudiantes universitarios por medio del efecto del uso de las manos (izquierda-derecha); y no hallaron grandes diferencias.

-La literatura de investigación psiquiátrica sugiere que el zurdo es más propenso a tener ciertos trastornos mentales. Durante los años 1970 y 1980 se observó que un gran porcentaje de zurdos tenían problemas de autismo, dislexia, tartamudez o trastornos neurológicos más a menudo que otros grupos. Informe publicado en el Journal of Abnormal Psychology (1994) 

-Quizás lo más sorprendente lo encontramos en la literatura médica, es relación de los zurdos con el trastorno mental, considerado más psicosocial que biológica en su origen con la Pedofilia; investigación realizada por el Ph.D. James Cantor, Profesor asistente de Psicología de la Universidad de Toronto en Canadá, realizó una investigación a 400 delincuentes sexuales, concluyendo que las probabilidades de ser zurdo son mayores entre los pedófilos que entre los delincuentes sexuales (investigación dirigidas a adultos como a sus víctimas). De hecho, más del 30 % de los pedófilos eran zurdos, es decir, tres veces la tasa en la población general. Los resultados fueron publicados en agosto de 2005 en Archives of Sexual Behavior.

Como se puede deducir, pareciera que la misma ciencia pierde su hemisferio izquierdo a la hora de razonar. Si existe predominio de nuestro costado ilógico, es posible que exista un modo distinto, -menos condicionado, más inspirado, más espontáneo, menos reglado, anticonvencional, y por ende único- que el habitual o mayoritario de procesar la información que proviene del medio. No obstante, para que una persona resulte por ej.; -y según se concluye más arriba según la investigación científica para la cual se invirtió mucho dinero-; "pedófila"; no sólo tendría que exaltarse la parte indomable y anómica, del hemisferio derecho, sino que debería fallar el izquierdo, donde se graban e introducen las normas culturales. De lo contrario, cada descubrimiento,y cada acto creativo, -que surge del proceso del hemisferio derecho-, estaría indicando el peligro potencial de convertir a un genio en un depravado.
Por otra parte, en cual de los dos hemisferios podría quedar inscripto que se puede sentir atracción sexual por alguien que aún no ha desarrollado si quiera los caracteres sexuales secundarios?. Esto suena a que se trata de algo más bien "cutural" o absorbido del medio o el entorno parental (hemisferio izquierdo);   más que a algo proveniente de la naturaleza o a la anomia del hemisferio derecho;  puesto que si así fuera, deberíamos encontrar mínmamente, que en el mundo animal, -cuyo hemisferio izquierdo o racional no tiene prácticamente insidencia-; los adultos se aparean con sus crías antes de que estas estén en condiciones de engendrar; cosa que por el momento, pareciera no existir, apareándose normalmente, después de su primer celo. Esto contrasta notablemente con el "racional humano", que puede tomar como objeto sexual a un bebé que apenas acaba de nacer. O no es cierto?.
Me pregunto a quien le hacen falta inversiones tan grandes en investigaciones tan tontas, como para "encerrar" en una jaula a la creatividad, declarándola peligrosa, indeseable, enfermiza, loca, y hasta factible de morir 9 años antes que un diestro.
Por todo esto, -y con cierta tristeza-, creo que como un reflejo del dominio del cerebro izquierdo por sobre el derecho, la ciencia intenta suprimir el concepto de Psique o Alma, intentando llevar al mundo, a una tabla en la que todo pueda ser dimensionado, pesado, medido, tocado y sobre todo CONTROLADO.
Todo aquello que se salga de este control, representa para la ciencia una amenaza con consecuente caída de su poder; y es por ello que sus "descubrimientos" estigmatizan a todo aquello que en nuestra naturaleza, se encuentra por fuera de las normas, y se escapa de su dominio; incluyendo a lo psíquico, a lo espiritual y a lo metafísico.
Algún día, -y ojalá pueda verlo aunque lo dudo-, se podrá llegar a detener esta carrera en la cual se banalizan los estudios acerca de la psique humana,  llevándolas a una denigración tal,  que cualquiera que haga un cursito sencillo, pueda especializarse en cuestiones del alma. Un counselor, un coaching o cualquiera de esos estudios no matriculados y divorciados de la bilogía, el cuerpo o el soma;  reemplazan los años de estudio de una ciencia como la psicolgía, tan combatida, desprestigiada y estigmatizada como lo es el hemisferio que rige a los zurdos; tan sólo por no ser funcional a la medicación y la subordinación a los criterios médicos y medibles en efectivo, de los intereses de las grandes corporaciones farmacéuticas.
Aquello que no se toque, no se mida y no se medique; aquello que no se deje gobernar por la fría lógica y que no se preocupe por recaudar millones, aquello que se llame o se relacione con el alma, la libertad, la creatividad y lo espontáneo, intenta ser abolido y crucificado. Lo izquierdo, lo zurdo y lo siniestro, son tres palabras que suenan a destierro, cada vez que asoma esa capacidad maravillosa de poner patas para arriba la frialdad de una lógica que no comprende nada de la diversidad del alma.

Ref. científica escrita en negrita, extraída del artículo de la DRA. ANNA BERMEO TURCHI
CPP 3504
A continuación, les dejo esta joya que no se arrepentirán de ver!.
PARTE I
PARTE II

viernes, 1 de marzo de 2013

NADA QUE PERDER

A algunas personas, algunas veces, en algunos tramos de la existencia; la vida nos obliga a convivir con la falta  de respuestas. Allí donde hay algo que no se comprende, y cuyo motivo parece demasiado pequeño o demasiado exorbitante como para obturar una herida, existe una señal que indica que estamos condenados a soportar una falta, o la inexistencia de un "tapón" que vele la carencia de significado. Quizá por eso, llenamos nuestra vida de actividades, de juicios, prejuicios, de gente, de lecturas, de salidas, y en síntesis, de lo que puede resumirse con la palabra "objetos". Necesitamos no tener espacios llenos de "nada", y hasta creemos irracionalmente, que un celular más moderno, un amigo, o una pareja, pueden llenar los huecos que nos torturan en los momentos de desesperación por esa sensación de "vacío".

Quizá por eso, y como defensa ante la angustia por "la nada", erigimos también un montón de monumentos recordatorios en nuestra memoria. Monumentos al momento más bello, más tierno, más terrorífico, más dulce, más amoroso, más feliz, más pleno, más penoso, más aciago, más dramático, más fabuloso, increíble o mágico; y tenemos un álbum lleno de fotos a las cuales poder  acudir, cuando nos asaltan los tiempos de la nada; pegando en el lugar vacío, la figurita que contenga algún recuerdo que nos haya hecho sonreir.  Aún así, la estrategia no suele funcionar, pues comenzamos a notar que aquel vacío que intentamos tapar, asoma por uno y otro lugar; y ante la aparente imposibilidad de encontrar una salida satisfactoria, comenzamos a convencernos de que al fin y al cabo,  nada podrá cerrar ese boquete que llevamos como una herida. Nos cuesta mucho entender que el pasado es siempre pasado, y  que la acumulación de cosas "buenas", no tiene vigencia para jugarse en tiempo futuro porque sólo tiene valor para el presente.
Ante esa evidencia, proseguimos el camino mirando el agujero de soslayo, y solemos autoengañarnos diciéndonos que ya hemos hecho todo lo humanamente posible, que hemos crecido y madurado lo suficiente como para creer en pájaros de colores,  que lo nuestro es realismo. A partir de ese momento, habrá que convivir con una curiosa forma de negar nuestra vacuidad,  mientras seguimos intentando llenar los agujeros  con dinero,  amores,  amantes, aventuras, dulces, viajes, conocimientos, hijos, amigos salidas; o cualquier cosa a la que hayamos objetivado como un bien acumulable.   Nos armamos de una gran proveduría a la cual llamamos experiencia, comenzamos a sentirnos "conformes" con lo hecho,  no hay ya nada que pueda asombrarnos; y probar con modificar nuestro destino, es algo que ya después de la adolescencia, hemos descubierto que no vale la pena. El álbum está completo, y sólo queda sentarnos a esperar que los cambios, provengan desde el exterior; puesto que después de todo, es más fácil que llegue un tsunami, a que abandonemos nuestra postura para ir en búsqueda de algo que le de sentido a la existencia. No suena terrible?. No obstante, suele ser verdad.
Por desgracia, -o quizá no tanta-, la nada también se presenta en forma tangible; y a través de algún tipo de catástrofe, dolor, muerte, enfermedad, separación, o crisis; podemos llegar a hallarnos cara a cara con la amenaza de un real pozo de sinsentido. En la convivencia breve con esa realidad, las personas nos descubrimos capaces de una respuesta sumamente creativa, y de un salto cuantitativo acerca de las posibilidades de superar y crecer en muchos y varios sentidos. Caer en la cuenta de que tenemos el tiempo contado, puede animarnos a lanzarnos sin temor, en dirección de algo que tenga un real significado para nuestra existencia; puesto que a esa altura. hemos llegado a vivenciar lo que realmente significa esto de no tener nada que perder.

Dejar de escuchar el ruido que hacemos nos puede dejar en silencio para así percatarnos de lo que realmente tiene sentido. No todos serán valientes al convivir una temporada con su silencio interior, sin embargo, quien se anime, podrá ser conducido al encuentro de una nueva significatividad, en la cual  escuchar primero, las propuestas de nuestra propia y única voz.
Como siempre, el mejor modo de vivir, es en tiempo presente, puesto que lo que hagas pensando en un mañana,  se develará como inservible para tal tiempo. Nada tiene efecto tan prolongado; porque además, deberíamos saber que nosotros cambiamos y las circunstancias, suelen hacer sus grandes modificaciones.
En síntesis, a "seguro", como decían los viejos, siempre se lo terminan llevando preso; y el único modo de hallar una dirección creativa,  no es acumular, sino, por el contrario, estar en condiciones de no tener nada que perder.